Una delegación israelí llegó a El Cairo el 17 de julio, según funcionarios del aeropuerto egipcio, para continuar las conversaciones sobre el alto el fuego.
Los mediadores internacionales siguen presionando a Israel y Hamás para que lleguen a un acuerdo de alto el fuego escalonado que ponga fin a los combates y libere a unos 120 rehenes, o cadáveres de rehenes, que el grupo terrorista sigue reteniendo en Gaza.
La delegación israelí incluye a seis funcionarios.
Israel ha intensificado sus ataques contra Hamás en las últimas semanas, tanto en Rafah, en el sur de Gaza —alguna vez considerado el último reducto del grupo— como más al norte, en Jan Yunis y la ciudad de Gaza y sus alrededores.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también han atacado a dirigentes de Hamás y a altos cargos de Hezbolá en el norte, pero también han desplazado a más civiles y generado, según las autoridades sanitarias gazatíes controladas por Hamás, más víctimas palestinas.
El Ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, comunicó durante la noche al Secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, que las operaciones militares en la Franja de Gaza han creado condiciones que permitirían llegar a un acuerdo sobre los rehenes, según la oficina del Sr. Gallant.
«Las operaciones de las FDI en Gaza han conducido a las condiciones necesarias para lograr un acuerdo para la devolución de los rehenes, que es el más alto imperativo moral en este momento», dijo el Sr. Gallant, según la declaración de su oficina.
Las FDI declararon el 16 de julio que habían matado o capturado a la mitad de los líderes militares de Hamás y a 14,000 de sus combatientes desde el comienzo de la guerra, tras la masacre perpetrada por Hamás el 7 de octubre contra 1200 personas en el sur de Israel, en su mayoría civiles israelíes, pero también algunos residentes extranjeros y soldados de las FDI.
La ofensiva israelí ha matado a más de 38,000 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza controladas por Hamás. Las cifras no pueden verificarse. El ministerio no distingue entre combatientes y civiles en su recuento.
Los combates continuaron en toda la Franja de Gaza el 17 de julio. Las Fuerzas de Defensa de Israel declararon que habían realizado ataques aéreos contra 25 objetivos. Las tropas terrestres se concentraron en el centro de Gaza.
El 17 de julio, Israel liberó a 13 prisioneros palestinos que fueron trasladados a un hospital del centro de la Franja de Gaza para recibir tratamiento. Los presos palestinos liberados han acusado a Israel de maltratarlos y torturarlos, acusaciones que Israel niega.
Por su parte, el grupo internacional Human Rights Watch acusó al brazo militar de Hamás, las Brigadas Qassam, y al menos a otros cuatro grupos armados palestinos, de haber cometido «numerosos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad contra civiles» durante el ataque del 7 de octubre.
En el informe, elaborado más de nueve meses después del ataque, el grupo afirma que los crímenes incluyen «ataques deliberados e indiscriminados contra civiles y bienes de carácter civil; homicidio voluntario de personas bajo custodia; tratos crueles y otros tratos inhumanos; violencia sexual y de género; toma de rehenes; mutilación y expolio de cadáveres; utilización de escudos humanos; y saqueo».
Hamás rechazó el informe por considerarlo «mentiras y parcialidad flagrante» a favor de Israel y exigió al grupo que retirara su informe y pidiera disculpas.
Sin embargo, casi todas las acusaciones están respaldadas por los videos grabados por los terroristas durante el ataque y publicados el mismo día en las redes sociales.
El Frente Norte de Israel
Por su parte, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, amenazó el 17 de julio con aumentar sus ataques con cohetes contra el norte de Israel y atacar nuevos objetivos allí si las IDF siguen matando civiles en Líbano. Cinco civiles sirios, entre ellos tres niños, murieron en un ataque israelí sobre Líbano el 16 de julio, y tres civiles libaneses murieron el día anterior, declaró el líder terrorista en un discurso televisado con motivo de la festividad chií de la Ashura.
Hezbolá, grupo terrorista respaldado por Irán, se refiere a todos los centros de población israelíes como «asentamientos» y no reconoce a Israel.
Los ataques de Hezbolá ya se han intensificado. Según el Centro de Investigación y Educación Alma, instituto estratégico especializado en la frontera norte de Israel con Líbano y Siria, Hezbolá disparó más de 100 cohetes el 16 de julio.
El Centro Alma declaró el 17 de julio que el grupo terrorista asumió la responsabilidad de los ataques contra ocho comunidades.
Entre ellos, unos 40 cohetes Grad de alta trayectoria disparados contra la ciudad de Kiryat Shmona, docenas de cohetes Grad disparados contra Cabri, unos 15 cohetes Grad disparados contra Sa’ar y Gesher HaZiv, y docenas de cohetes Grad disparados contra Miron, Kfah Hoshen y Bar Yohai, según el centro.
Según el Centro Alma, Hezbolá dijo que los ataques eran una respuesta a los ataques de las IDF en el sur del Líbano. En las últimas 24 horas, las FDI han atacado infraestructuras de Hezbolá, incluidos un lanzacohetes, complejos y terroristas en los alrededores de Mansouri, Blat, Yarine, Kfarkela, Ayta ash Shab, Aitaroun y Aalma El Chaeb.
Además, la artillería de las FDI atacó amenazas cerca de cuatro comunidades: Kfarkela, Deir Mimas, Ayta ash Shab y Majdal Zoun.
Con información de Associated Press y Reuters.
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