El ministro del Interior de Italia dijo el 19 de diciembre que el país dejará de permitir que en el territorio la policía del régimen comunista chino participe en patrullas conjuntas con la policía italiana. La decisión se produjo después de que el gobierno italiano fuera acusado de pasar por alto las «estaciones de servicio» encubiertas de la policía china en el extranjero que se encuentran instaladas en sus ciudades.
Italia firmó un acuerdo bilateral con el régimen comunista chino en 2015 para permitir que agentes de la policía chinos realicen patrullas conjuntas con la policía italiana en Roma, Milán, Nápoles y otras ciudades italianas.
«Puedo decir que esas formas de cooperación ya no se practicarán ni se reproducirán de otras formas», declaró el lunes el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, al diario Il Foglio.
Las patrullas conjuntas tuvieron lugar entre los años 2016 y 2019, y fueron «suspendidas» debido a la pandemia de COVID-19, añadió Piantedosi.
Esto surge después de un informe de que el régimen chino está estableciendo de forma encubierta comisarías de policía en otros países. El informe, de Safeguard Defenders, un grupo de derechos humanos con sede en España, atrajo una gran atención en la comunidad internacional.
Las evidencias demuestran que el régimen chino estableció al menos 102 «Estaciones de Servicio de la Policía China en el Extranjero» en 53 países del mundo, la mayoría en Occidente, dice Safeguard Defenders, en su último informe. Entre estas comisarías chinas, 11 se encuentran en Italia, el mayor número en un solo país.
A principios de este mes, Piantedosi dijo al responder una pregunta en el Parlamento que el acuerdo de patrulla conjunta con China no tenía nada que ver con el establecimiento de ningún «estaciones de servicio» policial en Italia.
«Estaciones de Servicios de la Policía» vigilan a los chinos en el extranjero
El régimen chino ha ido ampliando su capacidad de vigilancia en todo el mundo, centrándose especialmente en la diáspora china.
Las comisarías chinas en el extranjero son creadas y gestionadas por unas pocas autoridades regionales chinas de seguridad pública en colaboración con las asociaciones chinas en el extranjero y algunas comunidades empresariales.
Safeguard Defenders identificó cuatro jurisdicciones policiales locales chinas diferentes. Por ejemplo, los departamentos de policía chinos de Wenzhou y Qingtian establecieron las «estaciones de servicio de la policía china» en Milán. La policía de Nantong también creó este tipo de comisarías en Italia. La mayoría de los inmigrantes chinos en Italia proceden de las regiones mencionadas.
El régimen chino ha afirmado que los centros policiales están dirigidos por voluntarios para prestar servicios administrativos a los ciudadanos chinos de ultramar, como la renovación de pasaportes. El informe de Safeguard Defenders señala que estas comisarías encubiertas de la policía china en el extranjero son una extensión del control del régimen sobre los expatriados e inmigrantes chinos. La policía china ha admitido que las comisarías sirven para «utilizar a los chinos de ultramar para gobernar a los chinos de ultramar».
Además, el régimen chino creó los centros policiales encubiertos sin informar a los gobiernos de los países de acogida, señala el informe.
Holanda, Irlanda y Canadá ya ordenaron que se investiguen las comisarías chinas en sus territorios. Ellos consideran que el establecimiento de este tipo de Estaciones de Servicio de la Policía China en el Extranjero, independientemente de sus fines, es ilegal e infringe la Convención de Viena.
Peter Dahlin, fundador de Safeguard Defenders, escribió en su artículo de análisis para The Epoch Times, que hasta que no se cierren todas las comisarías chinas de ultramar, «la diáspora china en Estados Unidos, Canadá y otros lugares vivirá con miedo, no podrá expresarse libremente y se le negarán sus derechos democráticos en su nueva patria».
«Para ellos, es una cuestión de libertades democráticas básicas que se les están negando debido a la creciente presencia de la China comunista en el extranjero, donde estas estaciones son una herramienta más para «utilizar a los chinos de ultramar para gobernar a los chinos de ultramar»».
La embajada china en Roma no hizo comentarios el lunes tras el anuncio de Piantedosi.
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