El número de muertes por el virus del PCCh en Italia se redujo a 260 en las últimas 24 horas, la cifra más baja desde el 14 de marzo, según la Agencia de Protección Civil del país.
El número de nuevas infecciones fue el más bajo con 2324 en las últimas 24 horas, dijo ANSA. El sábado se reportaron 2357 infecciones, y mientras tanto, el número de muertes del domingo bajó de las 415 del sábado.
El número de casos confirmados fue de 197,675, el tercero más alto después de Estados Unidos y España. Sin embargo, se cree que el Partido Comunista Chino (PCCh) ha subestimado severamente el número total de casos de muertes dentro de China, que tiene una población de más de 1300 millones.
El primer Ministro Giuseppe Conte dijo a los periodistas durante el fin de semana que permitirá que algunos negocios reabran a partir de esta semana, añadiendo que la fabricación y la construcción podrían reabrir a partir del 4 de mayo.
«Estamos trabajando en estas horas para permitir la reapertura de una buena parte de los negocios de fabricación y construcción para el 4 de mayo», dijo Conte al periódico La Repubblica.
Algunas empresas necesitarán reanudar la actividad antes para no pierdan negocios e ingresos.
«No podemos prolongar más este encierro(…) nos arriesgaríamos a socavar seriamente el tejido socioeconómico del país», dijo Conte, según Reuters.
Mientras tanto, esto se produce cuando un estudio científico especuló que las primeras infecciones de COVID-19 en Italia se remontan a enero, en lugar de febrero, como se ha sospechado.
Stefano Merler, de la fundación Bruno Kessler, dijo en una conferencia de prensa, junto a altos funcionarios de salud, que su instituto evaluó los primeros casos conocidos, sacando conclusiones sobre los contagios.
«Nos dimos cuenta de que había mucha gente infectada en Lombardía mucho antes del 20 de febrero, lo que significa que la epidemia había comenzado mucho antes», dijo, informó Reuters.
«En enero, seguro, pero tal vez incluso antes. Nunca lo sabremos», dijo, y añadió que un aumento inmediato de los casos de virus del PCCh implicó que fue traído a Italia por varias personas en lugar de un solo individuo. Italia fue el primer país europeo que se enfrentó a la epidemia, y el 31 de enero, el país detuvo el tráfico hacia y desde China después de que se descubriera que dos turistas chinos habían contraído el virus.
Aproximadamente un año antes de eso, Italia, en marzo de 2019, hizo caso omiso de las advertencias de Estados Unidos y la Unión Europea, convirtiéndose en el primer país del G7 en firmar con China el polémico programa «La franja y la ruta», abriendo sectores a los inversores chinos, incluidas las empresas estatales.
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