La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afirmó que su país podría mantener buenas relaciones con China sin formar parte del acuerdo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) que otras naciones, incluido Estados Unidos, han criticado por considerarlo una trampa de deuda para las naciones más pequeñas.
La Sra. Meloni declaró a Fox News el 30 de julio que su gobierno aún no ha decidido si abandonará el plan chino de infraestructuras. La adhesión de Italia a la BRI expira en marzo de 2024 y se renovará automáticamente si ninguna de las partes se retira.
Italia fue el primer miembro del Grupo de los Siete (G7) en unirse a la BRI del líder chino Xi Jinping, en contra del consejo de Estados Unidos y otros miembros del G7. El ex primer ministro Giuseppe Conte firmó un memorando sobre la BRI durante la visita de Estado del Sr. Xi en marzo de 2019.
«La paradoja con la BRI es que somos la única nación del G7 y de la Unión Europea, pero no somos la nación que tiene el mejor comercio con China. Eso significa que se pueden tener buenas relaciones con China sin la BRI», afirmó.
«Pero es algo que, en mi opinión, debe discutirse con el gobierno chino y dentro del parlamento italiano», añadió la dirigente italiana. La Sra. Meloni dijo que se tomaría una decisión a finales de año.
Durante la entrevista se mencionó la próxima presidencia de Italia en el G7, y la Sra. Meloni dijo que el país europeo se centraría en los esfuerzos para mejorar las cadenas de suministro mundiales y extraer lecciones de los errores pasados en la globalización.
«Pensamos que el libre comercio sin normas podría resolver nuestros problemas, podría distribuir la riqueza y podría democratizar sistemas menos democráticos que el nuestro. No ocurrió así», señaló la Sra. Meloni.
«Y lo segundo que ocurrió fue que los sistemas que no eran democráticos se implicaron en el aspecto institucional y ganaron espacio en el mundo. Ahora son más fuertes, y nosotros somos más débiles porque no controlamos nuestras cadenas de suministro. Así que lo que tenemos que hacer es replantearnos las cosas», añadió.
Italia tomó una decisión «atroz»
La Sra. Meloni se reunió con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca el 27 de julio, donde ambos líderes reafirmaron la «alianza inquebrantable, la asociación estratégica y la profunda amistad» entre Estados Unidos e Italia, según declaró la Casa Blanca.
La Sra. Meloni dijo que los dos dirigentes discutieron la participación de Italia en la BRI de China, pero que el planteamiento de Washington no era dictar la política de Italia respecto a China.
El ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, criticó la decisión del gobierno anterior de unirse a la BRI como «improvisada y atroz», que, según dijo, aumentó las exportaciones de China a Italia, pero no produjo resultados similares para las exportaciones italianas a China.
«Hemos exportado un montón de naranjas a China. Han triplicado sus exportaciones a Italia en tres años. Lo más ridículo entonces fue que París, sin firmar ningún tratado, en aquellos días vendió aviones a Beijing por decenas de miles de millones», declaró al periódico Corriere della Sera, según una traducción al inglés.
El Sr. Crosetto dijo que la preocupación actual es cómo puede Italia retirarse de la BRI sin dañar sus relaciones con Beijing «porque es cierto que China es un competidor, pero también es un socio».
China se encuentra entre los mayores mercados para la mayoría de los países del grupo G7, especialmente para las economías dependientes de las exportaciones, como Japón y Alemania.
Desde su lanzamiento en 2013, la BRI de China, también conocida como «Una Franja, Una Ruta», ha invertido miles de millones de dólares en proyectos de infraestructuras en África, América Latina, Europa Oriental y Asia. En los últimos años, sin embargo, se ha acusado a Beijing de utilizar la «diplomacia de la trampa de la deuda» para atraer a muchas naciones a su órbita.
Washington ha criticado repetidamente al régimen chino por ampliar su influencia geopolítica mediante prácticas crediticias depredadoras. Los proyectos de la BRI han aumentado el riesgo de dificultades económicas en muchos países prestatarios, como Sri Lanka, Montenegro, Pakistán y Tayikistán, debido a los niveles insostenibles de los préstamos y a la opacidad de los contratos.
Con información de Emel Akan y Reuters.
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