En Beijing, el líder chino Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang expresaron su aprobación a la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, a pesar de que la líder de la ciudad vio caer en picada su popularidad en medio de las continuas protestas a favor de la democracia.
Lam fue a Beijing el 15 de diciembre para una habitual visita de servicio. El viaje también marcó la primera reunión de Lam con los principales líderes chinos desde el 24 de noviembre, cuando el campo pro-democracia de la ciudad aseguró una victoria aplastante en las elecciones de los consejos de distrito locales sobre los candidatos pro-Beijing.
Las elecciones han sido vistas como un voto de censura contra Lam, con una participación récord en las urnas: más de 2.94 millones de votantes hongkoneses emitieron sus votos, de entre los 4.14 millones que son elegibles para votar.
Xi y Lam se reunieron en Zhongnanhai, la sede del Partido Comunista Chino en Beijing.
«La situación en Hong Kong en 2019 fue la más compleja y difícil desde su regreso a la patria», dijo Xi a los medios locales el 16 de diciembre en breves comentarios antes de una sesión a puerta cerrada.
«Te seguiremos apoyando firmemente [Carrie Lam] para dirigir el gobierno administrativo especial de Hong Kong y gobernar de acuerdo a la ley», dijo Xi mientras Lam escuchaba a su lado.
Xi añadió que Beijing es «firme en su apoyo a la policía de Hong Kong para que defienda firmemente la ley», al tiempo que expresó su esperanza de que la unidad en Hong Kong vuelva a poner a la ciudad en el buen camino. También expresó su apoyo a la «estricta aplicación de la ley» de la policía de Hong Kong.
Antes de reunirse con Xi, Lam se reunió con Li en el Gran Salón del Pueblo, un edificio estatal situado en el lado occidental de la Plaza de Tiananmen en Beijing.
La reunión de Lam con Li también contó con la presencia de múltiples funcionarios chinos, entre ellos Han Zheng, viceprimer ministro chino y alto funcionario del régimen que supervisa los asuntos de Hong Kong; Zhang Xiaoming, director de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao dentro del Consejo de Estado, similar a un gabinete; y Wang Zhimin, director de la Oficina de Enlace de China en Hong Kong.
«Hong Kong en este momento no ha salido de su dilema», dijo Li mientras Lam y otros funcionarios chinos escuchaban.
Li añadió: «El gobierno de la RAE [región administrativa especial] debe continuar sus esfuerzos, poner fin a la violencia y detener el caos de acuerdo con la ley y restaurar el orden».
Li también declaró que el gobierno central continuará manteniendo «un país, dos sistemas,» y «apoyará firmemente» a Lam y a la administración de su gobierno en Hong Kong.
Cuando Hong Kong volvió al dominio chino en 1997, el régimen se comprometió a permitir que la ciudad conservara la autonomía y las libertades de las que disfrutaba bajo su sistema político heredado de Gran Bretaña. Sin embargo, los críticos dicen que esta garantía no se ha cumplido, ya que el régimen ha intentado constantemente aumentar su influencia sobre la ciudad, siendo el último ejemplo la ley de extradición, ahora retirada, que fue el catalizador del actual movimiento de protesta. El proyecto de ley habría autorizado el traslado de personas al continente para ser juzgadas en tribunales controlados por el Partido Comunista Chino.
El Instituto de Investigación de la Opinión Pública de Hong Kong (HKPORI), en su última encuesta a 1014 personas, del 28 de noviembre al 3 de diciembre, mostró que los índices de aprobación de Lam bajaron a 19.7 puntos, por debajo de los 44.7 puntos de finales de mayo, antes del inicio de las protestas masivas.
El viaje de Lam a China se produjo en medio de la especulación de que los líderes chinos podrían emitir nuevas directivas para resolver el movimiento de protesta de hace seis meses en Hong Kong, incluyendo una remodelación del gabinete.
En una conferencia de prensa en Beijing después de las reuniones, Lam dijo que el apoyo de Xi a la policía de Hong Kong no cambiará la forma en que se aplica la ley.
Cuando se le preguntó si había sido presionada por los líderes chinos para que aprobara el Artículo 23, Lam dijo que la prioridad ahora era detener la «violencia» en Hong Kong, y que cualquier discusión sobre esta ley requeriría una «buena condición».
El artículo 23, una ley antisubversiva que muchos temían que afectara a las libertades civiles, fue desechada tras una protesta masiva en 2003. Aunque algunos funcionarios de Hong Kong a favor de Beijing han avalado la reintroducción del proyecto de ley, esto aún no ha ocurrido.
Cuando se le preguntó sobre los expertos extranjeros que renunciaron a sus funciones en un panel de vigilancia policial, la Comisión Independiente de Denuncias contra la Policía (IPCC), Lam respondió instando al público a respetar el panel.
El IPCC, un órgano estatutario que depende de la policía de Hong Kong, fue encargado por el gobierno en julio de investigar las acusaciones de uso excesivo de la fuerza por parte de la policía durante el movimiento de protesta. Está previsto que su informe se publique a principios del próximo año.
Cinco expertos extranjeros anunciaron su renuncia al IPCC el 11 de diciembre, citando la falta de «poderes, competencia y capacidad de investigación independiente» del organismo para completar el informe que evalúa las denuncias contra la policía desde junio.
Reuters contribuyó a este informe.
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