El secretario de Seguridad Nacional en funciones, Chad Wolf, solicitó el martes una revisión de cómo las recientes leyes estatales que permiten a los inmigrantes indocumentados obtener licencias de conducir afectarán los esfuerzos de aplicación de la ley.
De acuerdo con The Associated Press, Wolf envió un memorando a agencias como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, la Guardia Costera y la Administración de Seguridad en el Transporte con respecto a la nueva ley, conocida anteriormente como la Ley de Acceso a la Licencia de Conducir y Privacidad.
En él, solicitó un estudio sobre cómo afectará a las actividades del Departamento de Seguridad Nacional en materia de inmigración, tráfico de personas, contrabando de drogas y antiterrorismo.
Según su memorando, obtenido por The Associated Press, Wolf dijo que el departamento debe estar «preparado para lidiar y contrarrestar estos impactos mientras protegemos la patria».
También pidió a cada agencia que tuviera en cuenta qué información del Departamento de Vehículos Motorizados ya está disponible, cómo se utiliza en las operaciones diarias y cuáles podrían ser las consecuencias de seguridad sin los datos del DMV.
En diciembre de 2019, Nueva York se convirtió en el decimotercer estado en permitir que los inmigrantes ilegales soliciten y obtengan una licencia de conducir del Departamento de Vehículos Motorizados bajo el proyecto de ley comúnmente conocido como la Ley de Luz Verde.
Esto significa que las personas de 16 años o más podrán solicitar una licencia estándar, incluyendo aquellas que nunca han recibido un número de seguro social.
Sin embargo, los solicitantes deben mostrar una combinación de documentos que prueben su nombre, fecha de nacimiento y residencia en el Estado de Nueva York, que incluyen un pasaporte extranjero, una tarjeta de identificación municipal de EE.UU. con foto y un certificado de nacimiento extranjero.
Otros estados que han autorizado la ley incluyen California, Colorado, Connecticut, Delaware, Hawai, Illinois, Maryland, Nuevo México, Nevada, Utah, Vermont y Washington.
Además de proveer a los inmigrantes con licencias, muchos de estos estados también prohíben a los oficiales del Departamento de Vehículos Motorizados proveer datos a las agencias de aplicación de la ley de inmigración a menos que un juez lo ordene.
En un comunicado de prensa anunciando la nueva ley el año pasado, el presidente de la Asamblea del Estado de Nueva York, Carl Heastie, dijo que esperaba crear carreteras más seguras e impulsar la economía del estado.
Heastie también desestimó los temores planteados por los oponentes a la ley, incluyendo a los secretarios de condado, quienes sugirieron que podría crear lagunas jurídicas para que los delincuentes obtengan una licencia de conducir y la usen para cometer fraude bancario, robo de identidad, fraude con tarjetas de crédito, tráfico de personas y otras actividades delictivas.
«Mientras los opositores continúen difundiendo información errónea y avivando los temores sobre la intención y las consecuencias del proyecto de ley, la mayoría de la Asamblea continuará poniendo las necesidades de los neoyorquinos en primer lugar», dijo.
«La legislación aprobada hoy promoverá la seguridad pública, protegerá la economía de nuestro estado y asegurará que cada neoyorquino pueda integrarse en su comunidad y cuidar de su familia. Asegurarse de que cada conductor esté entrenado, probado y asegurado hará que las carreteras de Nueva York sean más seguras para todos y asegurará que nuestras industrias tengan la mano de obra que necesitan para mantener nuestra economía en movimiento».
Una encuesta del Siena College (pdf) de marzo de 2019 reveló una oposición significativa a la ley. El 61 por ciento de los neoyorquinos votaría en contra de la norma que otorga licencias de conducir a los inmigrantes ilegales.
Solo el 34 por ciento de los encuestados votaría la medida. La encuesta tiene un margen de error general de más o menos 4.2 puntos porcentuales.
AP citó datos del Fiscal Policy Institute, que proyecta que aproximadamente 265,000 inmigrantes en el estado, la mayoría en la ciudad de Nueva York, pedirán licencias bajo la nueva ley en los próximos tres años.
«La administración Trump se toma muy en serio la misión de proteger la Patria», dijo a AP la portavoz del DHS, Heather Swift, y añadió que este tipo de leyes son inseguras y «facilitan a los terroristas y criminales la obtención de documentos fraudulentos».
The Associated Press contribuyó a la elaboración de este artículo.
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