Dos F-15 estadounidenses llevaron a cabo un ataque contra una instalación de armas utilizada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) y grupos afiliados en el este de Siria, dijo el miércoles el Pentágono.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, calificó la operación militar del 8 de noviembre como «un ataque de autodefensa» bajo la dirección del presidente Joe Biden.
Austin dijo que la última acción militar fue en respuesta a una «serie de ataques» contra personal estadounidense en Irak y Siria por parte de afiliados de la Fuerza Quds del IRGC.
Desde el 17 de octubre, el personal estadounidense en Irak y Siria ha sido víctima de ataques continuos y en su mayoría infructuosos por parte de grupos de milicias respaldados por la república islámica de Irán basados en el Islam chiíta Ja’fari. Austin ha dicho anteriormente que la mayoría del personal herido en los ataques ha regresado a sus funciones desde entonces.
«El presidente no tiene mayor prioridad que la seguridad del personal estadounidense, y dirigió la acción de hoy para dejar en claro que Estados Unidos no tolerará tales ataques y se defenderá a sí mismo, a su personal y a sus intereses», dijo Austin.
«Estados Unidos está totalmente preparado para tomar medidas adicionales para proteger a nuestro pueblo y nuestras instalaciones; instamos a evitar cualquier escalada», añadió.
Austin también reveló que Estados Unidos continuará realizando misiones contra ISIS.
En respuesta a los ataques, las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos comenzaron ejercicios con fuego real en bases en Irak y Siria el mes pasado. También comenzaron a llevar a cabo ataques aéreos contra lugares en el este de Siria vinculados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI).
Los últimos ataques se producen en medio de crecientes tensiones en el Medio Oriente tras la masacre del 7 de octubre por parte del grupo terrorista Hamás contra civiles de Israel.
El ejército estadounidense llevó a cabo previamente múltiples ataques aéreos en Siria el 23 de marzo contra grupos alineados con Irán a los que se culpa de un ataque con aviones no tripulados.
Derribo de un avión no tripulado Reaper cerca de Yemen
Un dron estadounidense MQ-9 Reaper también fue derribado en el espacio aéreo internacional cerca de Yemen el 8 de noviembre, según un funcionario del Departamento de Defensa (DOD).
De acuerdo con la Fuerza Aérea de EE.UU., los drones Reaper se utilizan principalmente para recopilar inteligencia, pero también son capaces de realizar ataques militares contra objetivos.
En una declaración a The Epoch Times, el funcionario del Departamento de Defensa confirmó que las fuerzas hutíes de Yemen, respaldadas por Irán, habían derribado un dron Reaper.
Los hutíes son un movimiento chií zaidí que ha estado luchando contra el gobierno internacionalmente reconocido de Yemen desde 2004. Los hutíes tomaron la capital yemení, Saná, en septiembre de 2014, lo que desató una brutal guerra civil y una crisis humanitaria en el país.
Un portavoz de los hutíes en Yemen afirmó, en una publicación del 8 de noviembre en X, que sus defensas aéreas habían derribado el dron.
Según el portavoz hutí, el dron, que según Estados Unidos se encontraba en el espacio aéreo internacional, estaba llevando a cabo «operaciones hostiles, de vigilancia y de espionaje» y fue derribado con un «arma apropiada».
«Los actos hostiles no disuadirán a las fuerzas armadas yemeníes de continuar llevando a cabo operaciones militares contra la entidad israelí en solidaridad contra la opresión a la nación palestina», afirmó el portavoz.
Esta no es la primera vez que los hutíes derriban a un Reaper. En 2019, otro dron corrió una suerte similar tras ser alcanzado por un misil tierra-aire. En ese momento, el Comando Central de Estados Unidos dijo que creía que la acción de los hutíes contra los intentos de vigilancia de Estados Unidos luego de un presunto ataque del IRGC al barco M/T Kokuka Courageous fue «posibilitada por la asistencia iraní».
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