Jim Daly habla sobre la construcción y el fortalecimiento de las familias

A Jim Daly, presidente de Focus on the Family (Enfoque a la Familia) y anfitrión diario de su programa de radio, le gusta dar consejos pragmáticos de una manera directa.

El mundo de los consejos sobre relaciones y crianza tiene un millón de estrategias y mucho ruido, pero quizás, aquí, la gente encuentre algo de consistencia y claridad. Más de 6.3 millones de personas sintonizan estas emisiones semanalmente; los mensajes de los buscadores de consejos y de los oyentes agradecidos llegan por miles cada semana.

«Somos bastante directos. Creemos en el matrimonio, creemos en la crianza saludable de los hijos, y eso es lo que tratamos de hacer todos los días», dijo Daly. «La estabilidad de la familia es el núcleo de la estabilidad de la cultura».

«Quiero ser auténtico. No quiero proyectar algún tipo de perfección falsa. Creo que ha sido, ya sabes, uno de los legados perjudiciales de la generación anterior», apuntó Daly. «Y creo que todos nosotros somos personas quebrantadas. No somos padres perfectos, y no somos perfectos en nuestros matrimonios, pero nos esforzamos por hacer lo mejor que podemos».

A veces llegaba a casa y Jean, su esposa, decía: «¡Esa fue una gran transmisión! Entonces, ¿qué debemos implementar?», recordó Daly con una sonrisa.

Marzo pasado marcó el 30 aniversario de Daly con la organización, que fue iniciada en 1977 por el Dr. James Dobson.

Cada tipo de familia

Daly, casado desde hace 33 años y padre de dos hijos, ahora puede reflexionar sobre cómo su difícil infancia lo preparó para la posición en la que se encuentra hoy en día. Él sabe muy personalmente lo importante que es la familia.

Era el más chico de cinco hijos, un niño muy pequeño para jugar con sus hermanos mayores. Pasaba el tiempo solo y veía los programas de televisión de las familias ideales. Su padre biológico era un alcohólico furioso; Daly lo recuerda borracho llevando un martillo y haciendo agujeros en la pared, murmurando sobre cómo iba a matar a su esposa.

Daly a veces solo veía a su madre biológica uno o dos minutos al día, mientras él volvía a casa y ella se iba a trabajar. A pesar de las interminables horas, y que algunas semanas no había leche en el refrigerador ni pan en la mesa, Daly recuerda vívidamente los momentos que pasó con ella; recuerda que su personalidad, grande como la vida misma, le inculcó el sentido del humor y la capacidad de sacudirse el dolor, lo que sería esencial para sobrevivir los próximos años.

Su madre se volvió a casar con un exsargento instructor, un hombre duro que no quería tener hijos. A la edad de 9 años, la madre de Daly murió, y su padrastro hizo las maletas y los abandonó al día siguiente del funeral.

Daly pasó un tiempo en el sistema de hogares de crianza, con una familia cuyo padre informó de la nada a su trabajadora social que el niño de 9 años había tratado de matarlo empujándolo por un acantilado. Daly encontró seguridad en la estructura de la escuela y en los deportes, pero por todo lo vivido trató de mantener la cabeza agachada y mantenerse aislado.

«Muchos veces, esa soledad me llevó a llorar en la escuela primaria. Salía de clase y me sentaba contra una pared de ladrillos o en una montaña de arena, y simplemente lloraba porque me sentía muy solo y desesperado», describió Daly.

Más tarde, su padre biológico apareció, y Daly pasó un tiempo viviendo con él, y más tarde con uno de sus hermanos mayores después que su padre biológico fuera encontrado muerto de frío y borracho en un edificio abandonado.

Pero una pieza clave llegó a la vida de Daly a los 15 años. Jugaba fútbol y un entrenador que lo apoyaba lo patrocinó para que fuera a un campamento de la Comunidad de Atletas Cristianos.

«Un jugador de la NFL fue uno de los oradores y habló acerca de no tener un papá, y lo que había perdido por no tener uno, pero lo que Dios hace, ser nuestro Padre y ser un padre para los huérfanos», dijo Daly. Él no había crecido en un hogar religioso, aunque le dijeron que su madre se había convertido en cristiana el día antes de morir, pero él no lo entendía. Sin embargo, se conectó inmediatamente con lo que este atleta estaba diciendo.

Fe

Daly, que probablemente escuchó todas las preguntas que existen sobre relaciones, dice que construir una familia no es como construir una casa; no hay ningún plano o plantilla, aunque muchas personas desearían que lo hubiera. Y tal vez este miedo al fracaso está impidiendo que muchas personas formen familias, o incluso que se comprometan con las que ya tienen. Habla de la cultura y de los padres que se alejan de la paternidad, a veces incluso retirándose al garaje porque no creen que puedan hacerlo bien.

«Creo que cuando nació mi primer hijo, quiero decir, me quedé toda la noche despierto con él la primera noche [sic] y solo lo abracé porque sentí la enormidad, la gran responsabilidad» de su llegada, dijo Daly. «Realmente no tenía un padre en mi vida, así que pensé que no estaba preparado para hacerlo. Pero la realidad es que nadie es un padre perfecto; no viene con un manual».

«Para mí, fue aprender a amar bien a mis hijos, y aprender a amar a mi esposa», enfatizó Daly. «Eso, para mí, es el desafío principal y el deseo principal de cada día».

Su programa se centra principalmente en el matrimonio y la crianza de los hijos, con entrevistas sobre la cultura y la fe en general.

«Las familias estables producen una cultura estable» aseguró Daly. «Por ejemplo, los niños se desempeñan mejor en un hogar con una madre y un padre. Y eso es cierto, y no ha cambiado».

Hay beneficios claros a nivel de salud pública, a nivel económico y en casi todas las áreas de la vida pública. Si la familia se ha politizado, es un fenómeno reciente y desafortunado.

Una de las cosas que atrajo a Daly a la organización fue la sincronización de la ciencia social y la fe. Los datos muestran consistentemente que los niños se desempeñan mejor con ambos padres en un hogar saludable y que la sociedad se desarrolla también mejor cuando los niños se desenvuelven bien, y esto está completamente en línea con las creencias cristianas. Como resultado, los entrevistados, autores y expertos, y las personas que han vivido circunstancias extraordinarias, pueden hablar desde su corazón y ser comprendidos en muchos niveles.

Enfoque a la Familia es una organización cristiana, y los entrevistados son cristianos llamados a crear familias amorosas.

«La fe es el fundamento de todo lo que hacemos», dijo Daly. «Ciertamente podemos dar a una familia un buen consejo sobre cómo fortalecer su matrimonio o ayudarlos con una crisis de crianza. Pero en el centro de todo esto está nuestra fe en Cristo y lo que creemos que es la institución de la familia creada por Dios con el propósito de nutrir y desarrollar a los niños».

Esto no ha impedido que su trabajo beneficie a personas de todos los ámbitos de la vida.

«Leí la semana pasada de un ateo que escucha el programa y lo aprecia», dijo Daly. «Dijo algunas cosas muy bonitas sobre la autenticidad del programa, el hecho de que no es cristiano, pero aprecia la aportación y el consejo que proporcionamos, parece ser, como dijo, práctico y razonable».

Una vez Daly una reunión con el jefe de una organización nacional que le dijo que miraba el sitio web de Enfoque a la Familia todos los días, porque lo consideraba su adversario número uno. Para su sorpresa, tuvieron una conversación abierta y llegaron a un entendimiento. Y para Daly, trabajar con personas que no están de acuerdo con él no le impide tener convicción en sus propias creencias, las cuales incluyen llegar a otros con amor.

Enfoque a la Familia ha trabajado tanto con iglesias como con gobiernos para ayudar a que se sigan adoptando niños de crianza en Colorado, con el programa Wait No More (No esperes más), el cual redujo el número de niños que necesitan hogares permanentes en dos tercios, alrededor de 600, en aproximadamente dos años. También han trabajado junto con la Fundación Gill para aprobar un proyecto de ley no partidista para fortalecer las leyes sobre el tráfico sexual.

«Como cristiano, creo que la relación es parte de cómo nos formamos y por qué nos formamos. Así que creo que el primer trabajo es tener una relación con la gente que no está de acuerdo contigo», dijo Daly. «Espero con ansias [las discusiones] y me propongo tenerlas porque realmente las disfruto».

Y como jefe anterior de la división internacional, Daly pasó 12 años viajando por 70 países.

«Creo que el mayor aporte de esa experiencia fue el lenguaje universal de la familia. Podía ir a cualquiera de estos países, y los gobiernos, los líderes empresariales y los líderes de la iglesia, todos estaban de acuerdo en que el fortalecimiento de la familia era una de las tareas principales de la cultura», concluyó Daly.

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