Jim Jordan (R-Ohio ), presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se está basando en su reputación de legislador tenaz que persigue agresivamente la información y hace que los funcionarios del gobierno rindan cuentas.
Encabezado por Jordan, el comité está investigando las acciones del FBI que los republicanos sostienen que son fechorías y conductas impropias destinadas a descarrilar la campaña presidencial de Donald Trump.
Con este fin, el comité está investigando la redada del FBI el pasado verano en la finca del expresidente, Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, en la que los federales incautaron material sensible que Trump había almacenado allí de su tiempo en la Casa Blanca.
Jordan envió su carta cuando el abogado especial del Departamento de Justicia, Jack Smith, está a punto de completar sus investigaciones sobre los documentos de Mar-a-Lago, y sobre Trump y su implicación en las manifestaciones e irrupciones en el Capitolio el 6 de enero de 2021.
Los abogados de Trump se reunieron con funcionarios del Departamento de Justicia el 5 de junio.
El expresidente tiene clara su postura sobre lo que cree que impulsa las investigaciones.
«Todo se trata de INTERFERENCIA ELECTORAL. Ellos no quieren una carrera presidencial conmigo», publicó Trump en Truth Social el 6 de junio. «Me presenté dos veces, me fue mucho mejor la segunda vez, obteniendo millones y millones de votos más que la primera vez, un récord para un presidente en ejercicio, y estoy liderando a Biden en las encuestas, por mucho».
«¡Ellos son el Partido de la Desinformación! Ellos están usando al Departamento de Justicia y al FBI contra mí para manipular las elecciones de 2024. Ellos golpearán a Hunter con algo pequeño para que su golpe contra mí parezca ‘justo’. Nada de estos fascistas es justo u honesto. ¡LUCHEN!
Piden explicaciones a Garland
El 6 de junio, Jordan envió una carta al fiscal general Merrick Garland pidiéndole un desglose y una explicación de los parámetros de la investigación de Smith sobre Mar-a-Lago y lo que el FBI encontró.
Jordan también solicitó en la carta que Garland proporcione una descripción de la «autoridad y jurisdicción» de Smith dentro de su papel en la investigación.
Jordan quiere más aclaraciones sobre las funciones de Smith, que Garland describió en una rueda de prensa celebrada el 18 de noviembre de 2022, cuando anunció a Smith como asesor especial.
Garland indicó ese día que Smith fue nombrado para trabajar en «dos investigaciones criminales en curso que han recibido una atención pública significativa».
Una investigación, dijo, implicaba «si cualquier persona o entidad interfirió ilegalmente con la transferencia de poder después de la elección presidencial de 2020 o la certificación de la votación del Colegio Electoral celebrada el 6 de enero de 2021 o alrededor de esa fecha».
La otra investigación se centró en documentos clasificados y otros registros presidenciales, así como en la posible obstrucción de esa investigación.
La carta de Jordan sigue a la correspondencia que envió a Garland el 1 de junio en la que pidió al fiscal general información relativa a cómo se está utilizando al FBI en la investigación de Smith.
En la carta, antes de hacer la solicitud de información, Jordan citó las irregularidades del FBI que el abogado especial John Durham documentó en su investigación sobre cómo el FBI investigó los informes, más tarde desmentidos, de que Rusia conspiró con la campaña de Trump en 2016 para poner a Trump en la Casa Blanca.
«El 12 de mayo, el abogado especial John Durham publicó un informe detallando las fallas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en la apertura y el cierre de una investigación —denominada ‘Crossfire Hurricane’— sobre las acusaciones desacreditadas de colusión entre la campaña presidencial de Donald Trump y el gobierno ruso», escribió Jordan en la carta del 1 de junio.
«El alcance de la parcialidad del FBI y el desprecio imprudente por la verdad, que el Asesor Especial Durham expuso con minucioso detalle, es nada menos que escandaloso …».
«El informe del abogado especial detalla cómo el FBI abusó de sus autoridades policiales para lograr un fin político, es decir, obstaculizar la campaña y la presidencia de Donald Trump».
Tras la redada en Mar-a-Lago
Aproximadamente 30 agentes federales allanaron Mar-a-Lago en la mañana del 8 de agosto de 2022.
El 11 de abril, Garland hizo una declaración pública ante las cámaras sobre la operación del FBI.
«La ley federal, las normas de larga data del departamento y nuestras obligaciones éticas me impiden proporcionar más detalles sobre la base del allanamiento en este momento», dijo Garland.
«Hay, sin embargo, ciertos puntos que quiero que sepan», indicó el fiscal general.
«En primer lugar, yo personalmente aprobé la decisión de solicitar una orden de allanamiento en este asunto. En segundo lugar, el departamento no toma tal decisión a la ligera. En la medida de lo posible, es práctica habitual buscar medios menos intrusivos como alternativa a un allanamiento, y limitar el alcance de cualquier allanamiento que se emprenda».
Garland abordó entonces la condena generalizada de los republicanos que dijeron que la redada era una venganza política.
«En tercer lugar, permítanme referirme a los recientes ataques infundados contra la profesionalidad de los agentes y fiscales del FBI y del Departamento de Justicia. No me quedaré callado cuando se ataque injustamente su integridad».
Una orden del FBI que autorizaba la redada, hecha pública a finales de ese mes, afirmaba que el «gobierno está llevando a cabo una investigación criminal relativa a la sustracción y almacenamiento indebidos de información clasificada en espacios no autorizados, así como a la ocultación o sustracción ilícitas de archivos gubernamentales».
El FBI retiró 27 cajas de material y otros objetos. Los documentos que el FBI se llevó incluían marcas como «confidenciales», «secretos» y «alto secreto».
Como era de esperar, los demócratas y los progresistas aplaudieron la acción del gobierno, mientras que los republicanos y los conservadores denunciaron y señalaron la redada como una extralimitación más del FBI y una intrusión indebida, y una connivencia profunda e injustificada entre la oficina y la administración Biden para perseguir a Trump y debilitar sus posibilidades de volver a residir en la Casa Blanca.
El mismo día que Garland emitió una declaración pública sobre la operación del FBI en Mar-a-Lago, Trump emitió un mensaje en Truth Social.
«Mis abogados y representantes estaban cooperando plenamente y se habían establecido muy buenas relaciones», posteó Trump. «El Gobierno podría haber tenido lo que hubiera querido, si lo hubiéramos sabido».
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