El 13 de diciembre, el presidente Joe Biden invitó a la Casa Blanca a los familiares de los estadounidenses retenidos como rehenes por Hamás, por primera vez desde los atentados del 7 de octubre en Israel.
Las familias mantuvieron una reunión privada con el presidente y el Secretario de Estado Antony Blinken.
«Fue una reunión y una conversación estupendas», dijo a la prensa Jonathan Dekel-Chen, padre de Sagui Dekel-Chen, rehén de 35 años.
Dijo que las familias de los ocho rehenes estadounidenses se marcharon con la impresión de que «no podríamos tener mejor amigo en Washington o en la Casa Blanca que el propio Presidente Biden y su administración».
Casi 240 personas habían sido tomadas como rehenes por el grupo terrorista Hamás durante su mortífero ataque transfronterizo contra Israel el 7 de octubre.
Hasta ahora, más de 100 rehenes, entre ellos cuatro ciudadanos estadounidenses, han sido liberados durante una tregua de una semana en noviembre. Abigail Edan, de cuatro años, cuyos padres fueron asesinados por Hamás, fue una de las rehenes estadounidenses liberadas el 26 de noviembre.
Los familiares dijeron que la reunión con el presidente fue privada, y se negaron a comentar si habían oído algo nuevo sobre las condiciones de sus seres queridos o si serían liberados pronto.
Dekel-Chen dijo que pocos días después del ataque de Hamás, funcionarios del gobierno estadounidense y el propio Blinken empezaron a ponerse en contacto con las familias. Desde entonces, las familias han mantenido una comunicación «frecuente y muy transparente» con funcionarios de la administración.
Liz Naftali, tía abuela de Abigail Edan, que asistió a la reunión en la Casa Blanca, dijo que las familias están agradecidas al presidente y a su equipo, ya que están trabajando 24 horas al día y seguirán trabajando durante las vacaciones para garantizar que todos sus familiares regresen a casa.
Dijo que esperaba que los rehenes restantes fueran liberados pronto, al igual que su sobrina Abigail.
«Lo que puedo decirles es que Abigail es un milagro. Es una luz en estos tiempos tan oscuros», afirmó.
La administración ha sido criticada por los progresistas, que han pedido un alto el fuego total. La administración ha rechazado estas peticiones, pero ha impulsado con éxito una tregua temporal que permitió a Hamás liberar a mujeres y niños rehenes a cambio de que Israel entregara a los prisioneros palestinos en noviembre.
«Como ha dicho el propio Presidente, no nos detendremos hasta que traigamos a casa a todos los estadounidenses retenidos como rehenes», declaró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una rueda de prensa celebrada el 13 de diciembre.
Un alto el fuego con una organización terrorista como Hamás no es concebible, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
«Como ha dicho el Presidente, Hamás podría liberar a los rehenes hoy mismo. Podrían entregar a todos los responsables de los atentados del 7 de octubre y deponer las armas. La guerra se detendría inmediatamente», dijo durante la rueda de prensa en la Casa Blanca el 13 de diciembre.
Israel ha afirmado desde el comienzo de la guerra que Hamás debe liberar a todos los rehenes para lograr un alto el fuego.
El 10 de diciembre, Hamás amenazó con matar a todos los rehenes restantes si no se satisfacían sus demandas de más ayuda para Gaza y de intercambio de prisioneros, después de que fracasaran las negociaciones para hacer una pausa temporal en los combates a principios de diciembre.
Según Israel, 20 de los 137 rehenes que aún permanecen en manos de Hamás han muerto en cautiverio.
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