El equipo del abogado especial John Durham afirmó el sábado que se pagó a un ejecutivo de tecnología alineado con los demócratas para espiar las residencias del expresidente Donald Trump y la Casa Blanca mientras era presidente.
Los abogados de la campaña de Clinton presuntamente le pagaron al ejecutivo de tecnología para infiltrarse en los servidores que pertenecían a la Torre Trump y la Casa Blanca, dijo Durham en documentos judiciales (pdf), con el fin de establecer una «inferencia» y una «narrativa» para vincular a Trump con la gobierno ruso. La oficina de Durham hizo la declaración en su investigación que presentó cargos contra Michael Sussman, un abogado que había trabajado en nombre del Comité Nacional Demócrata y la campaña de 2016 de Hillary Clinton, y que actualmente está acusado de hacer una declaración falsa al FBI.
Durham alegó que Sussman “había reunido y transmitido las acusaciones al FBI en nombre de al menos dos clientes específicos, incluido un ejecutivo de tecnología (Tech Executive 1) en una empresa de Internet con sede en EE. UU. (Internet Company 1) y la campaña de Clinton”, según una sección en la presentación judicial, titulada «Antecedentes Fácticos».
Los registros de facturación que obtuvo sugieren que Sussman «facturó repetidamente a la campaña de Clinton por su trabajo en las acusaciones del Banco Ruso-1» y que el ejecutivo de tecnología anónimo se reunió y se comunicó con Mark Elias, un abogado y agente de izquierda que ha presentado numerosas demandas relacionadas con las elecciones en nombre de los demócratas. Sussman previamente se declaró inocente y acusó a Durham de actuar con motivaciones políticas.
“Tech Executive-1 también solicitó la ayuda de investigadores de una universidad con sede en EE. UU. que estaban recibiendo y analizando grandes cantidades de datos de Internet en relación con un contrato pendiente de investigación de ciberseguridad del gobierno federal”, continuó la presentación de Durham.
El ejecutivo también «encargó a estos investigadores que extrajeran datos de Internet para establecer ‘una inferencia’ y una ‘narrativa’ que vinculara al entonces candidato Trump con Rusia», indicó el documento, antes de agregar que la empresa de tecnología para la que trabajaba el ejecutivo «había venido a acceder y mantener servidores dedicados” para la oficina ejecutiva de Trump.
“Tech Executive-1 y sus asociados explotaron este acuerdo extrayendo el tráfico de DNS de EOP y otros datos con el fin de recopilar información despectiva sobre Donald Trump”, decía la presentación de Durham. EOP se refiere a la oficina de Trump, mientras que el tráfico de DNS se refiere al tráfico que entra y sale de un servidor.
Durham escribió además que Sussmann “proporcionó un conjunto actualizado de acusaciones, incluidos los datos del Banco Ruso-1 y acusaciones adicionales relacionadas con Trump” a otra agencia federal que no es el FBI. Las afirmaciones que Sussman proporcionó en una reunión en febrero de 2017 se basaron en «el supuesto tráfico de DNS que Tech Executive-1 y otros habían reunido en relación con la Torre Trump, el edificio de apartamentos de Donald Trump en la ciudad de Nueva York, la EOP y el proveedor de atención médica antes mencionado», según a Durham.
Sussmann, agregó su presentación judicial, «proporcionó datos que, según él, reflejaban búsquedas de DNS supuestamente sospechosas por parte de estas entidades de direcciones de protocolo de Internet afiliadas a un proveedor de telefonía móvil ruso» en las reuniones de febrero de 2017. Sussman también afirmó que tales búsquedas de DNS “demostraron que Trump y/o sus asociados estaban usando teléfonos inalámbricos supuestamente raros fabricados en Rusia en las cercanías de la Casa Blanca y otros lugares”, lo que Durham describió como falso.
“La Oficina del Fiscal Especial no ha identificado ningún respaldo para estas acusaciones”, escribió Durham. «De hecho, los datos de DNS más completos que la Oficina del Asesor Especial obtuvo de una empresa que ayudó a Tech Executive-1 a armar estas acusaciones reflejan que tales búsquedas de DNS no eran raras en los Estados Unidos».
Luego de que se revelara la presentación judicial de Durham, Trump emitió el sábado un comunicado en el que afirmaba que proporcionaba «pruebas indiscutibles» de que los demócratas estaban espiando a su campaña y a su oficina en un intento por conectarlo con el gobierno ruso. El expresidente ha criticado durante mucho tiempo la narrativa de colusión entre Trump y Rusia como una cacería de brujas falsa diseñada para poner en peligro sus posibilidades políticas mientras reforzaba el rating de los grandes medios de comunicación de izquierda.
“Este es un escándalo mucho mayor en alcance y magnitud que Watergate y aquellos que estuvieron involucrados y sabían sobre esta operación de espionaje deberían estar sujetos a un proceso penal”, agregó Trump.
Y Kash Patel, un exfuncionario de inteligencia de EE. UU. y actual conductor del programa «Kash’s Corner» de EpochTV, dijo que la presentación revela una «conspiración muy compleja y coordinada» para atacar a Trump cuando era candidato y luego que asumió la presidencia.
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