El FBI no entrevistó a las personas relacionadas con la información que utilizó para abrir una investigación completa de la campaña de Trump durante los momentos álgidos de las elecciones de 2016, según el informe del abogado especial John Durham.
El FBI se apresuró a abrir la investigación inicial basándose en información de inteligencia no contrastada procedente de Australia, según Durham, que ha pasado casi tres años investigando los orígenes de la investigación del FBI sobre la campaña de Trump.
La prisa del FBI por abrir la investigación y las pruebas de mala calidad utilizadas como premisa para la investigación fueron una desviación de cómo el departamento trató otras investigaciones políticamente sensibles en 2016, afirma el informe. Eso incluye la investigación sobre la Fundación Clinton, que estuvo prácticamente congelada en el período previo a la jornada electoral de 2016.
El esperado informe (pdf), del que The Epoch Times obtuvo una copia antes de su publicación, también profundiza en otros aspectos controvertidos del Crossfire Hurricane, el nombre en clave del FBI para la investigación de la campaña de Trump.
«[L]os hechos objetivos muestran que el manejo por parte del FBI de aspectos importantes del asunto Crossfire Hurricane fue gravemente deficiente», afirma el informe.
El abogado especial impugnó además las solicitudes plagadas de errores de la oficina para vigilar al asociado de la campaña de Trump Carter Page. Los agentes del FBI solicitaron renovar las órdenes judiciales secretas sobre Page a pesar de admitir, tanto en ese momento como posteriormente, que no tenían causa probable para hacerlo.
Durham concluye que el FBI no cumplió con su «importante misión de estricta fidelidad a la ley».
El abogado especial «no recomienda ningún cambio al por mayor en las directrices y políticas que el Departamento y el FBI tienen ahora en vigor».
«La respuesta no es la creación de nuevas normas, sino una renovada fidelidad a las antiguas», dice el informe.
«La promulgación de normas y reglamentos adicionales que deben aprenderse en más sesiones de formación resultaría probablemente un ejercicio infructuoso si los principios rectores del FBI de ‘Fidelidad, Valentía e Integridad’ no están arraigados en los corazones y las mentes de aquellos que han jurado cumplir la misión del FBI de ‘Proteger al Pueblo Americano y Defender la Constitución de los Estados Unidos'».
Apertura de «Crossfire Hurricane»
El FBI no habló con las personas que proporcionaron la información utilizada para abrir la investigación, según Durham.
El FBI tampoco examinó sus propias bases de datos, ni consultó a otras agencias de inteligencia, ni entrevistó a testigos esenciales, y no utilizó «ninguna de las herramientas analíticas estándar empleadas habitualmente por el FBI en la evaluación de inteligencia bruta», señala el informe.
Aunque Durham no atribuye un motivo al trabajo mal hecho, apunta a «pronunciados sentimientos hostiles hacia Trump» por parte de Peter Strzok, el responsable de la investigación.
Si el FBI hubiera seguido sus propias reglas, sus agentes habrían descubierto que ni el buró, ni la CIA, ni el FBI tenían pruebas que demostraran que Donald Trump o alguien de su campaña hubiera estado en contacto con funcionarios de inteligencia rusos en algún momento de la campaña, señala el informe.
Durham subraya que el manejo de la investigación sobre Trump se apartó del enfoque cauteloso que el buró adoptó en el manejo de asuntos relacionados con la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, oponente de Trump en las elecciones. En un ejemplo, el FBI y el Departamento de Justicia restringieron una investigación sobre la Fundación Clinton para que apenas hubiera actividad investigadora en los meses previos a las elecciones.
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