El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), anunció el 7 de enero que había llegado a un acuerdo provisional con los demócratas de la Cámara de Senadores sobre las cifras de gasto, lo que compensaría el riesgo de un cierre del gobierno en las próximas semanas.
El Sr. Johnson anunció la noticia en una carta «Estimado Colega» enviada a los legisladores.
“Después de muchas semanas de diálogo y debate, hemos conseguido concesiones muy reñidas para desbloquear las cifras principales del año fiscal 24 y permitir que el Comité de Asignaciones finalmente comience a negociar y completar los doce proyectos de ley de asignaciones anuales”, dijo Johnson.
La propuesta sugiere una cifra total de 1590 billones de dólares para el año fiscal 2024.
Esa cifra, de acuerdo con los requisitos legales de la Ley de Responsabilidad Fiscal, aprobada el año pasado, incluye 886,000 millones de dólares para defensa y 704,000 millones de dólares para gastos no relacionados con la defensa.
El Sr. Johnson celebró que el acuerdo provisional incluiría 16,000 millones de dólares adicionales en recortes de gastos con respecto al marco negociado previamente y una reducción global de 30,000 millones de dólares en comparación con el plan de gastos original del Senado.
En virtud de la Ley de Reducción de la Inflación de 740,000 millones de dólares, uno de los últimos actos legislativos del 117º Congreso, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) recibió una financiación de 60,000 millones de dólares. Deshacer esta financiación ha sido una prioridad clave para los legisladores republicanos del 118º Congreso.
El nuevo acuerdo supondría el recorte de aproximadamente un tercio de esa cantidad, 20,000 millones de dólares en total.
Johnson además celebró una reducción de 6100 millones de dólares en los “fondos para sobornos” de la era COVID, diciendo que los republicanos ganaron “a pesar de la feroz oposición de la Casa Blanca».
«El resultado son ahorros reales para los contribuyentes estadounidenses y reducciones reales en la burocracia federal», escribió el congresista.
A la vez reconoció que «estos niveles de gasto finales no satisfarán a todos y no recortan tanto el gasto como a muchos de nosotros nos gustaría».
Pero, a pesar de todo, elogió el acuerdo: «Este acuerdo nos proporciona una vía para: 1) hacer avanzar el proceso; 2) reasignar prioridades de financiación dentro de la línea de gasto hacia objetivos conservadores, en lugar del ómnibus Pelosi-Schumer del año pasado; y 3) luchar por las importantes cláusulas políticas incluidas en nuestros proyectos de ley de la Cámara para el año fiscal 24».
El acuerdo es un hito importante en las negociaciones entre la cámara alta demócrata y la cámara baja republicana.
Anteriormente, la Cámara marcó niveles de gasto por debajo de los montos incluidos en la Ley de Responsabilidad Fiscal, un acuerdo negociado por el entonces presidente de la Cámara, Kevin McCarthy (R-Calif.), que elevó el límite de la deuda y buscó proporcionar un marco para futuras negociaciones de gasto.
Mientras tanto, el Senado marcó proyectos de ley por encima de los montos incluidos en la Ley de Responsabilidad Fiscal.
El acuerdo podría disgustar a los conservadores de la bancada republicana, muchos de los cuales criticaron la Ley de Responsabilidad Fiscal por considerar que cedía demasiado a los demócratas en futuras batallas sobre el gasto y el límite de la deuda.
Reacción demócrata
Sin embargo, los demócratas se apresuraron a elogiar el acuerdo provisional.
En una declaración conjunta, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries (D-N.Y.) y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), dijeron que el acuerdo principal “despeja el camino para que el Congreso actúe durante las próximas semanas con el fin de mantener importantes prioridades de financiación para el pueblo estadounidense y evitar un cierre del gobierno”.
Afirmaron que la financiación no destinada a la defensa prevista en el acuerdo les permitiría «proteger prioridades nacionales clave como las prestaciones a veteranos, la atención médica y la asistencia nutricional de los recortes draconianos que pretenden los extremistas de derecha».
La Casa Blanca también elogió el acuerdo y dijo que “nos acerca un paso más a evitar un cierre innecesario del gobierno y proteger importantes prioridades nacionales”.
El presidente Joe Biden escribió: “Ahora, los republicanos del Congreso deben hacer su trabajo, dejar de amenazar con cerrar el gobierno y cumplir con su responsabilidad básica de financiar prioridades esenciales de seguridad interna y nacional, incluida mi solicitud complementaria. Es hora de que actúen”.
En virtud de una ley de gasto provisional aprobada por el Sr. Johnson el año pasado, EE. UU. entrará en un cierre parcial del gobierno el 19 de enero si no se llega a un acuerdo sobre los gastos.
El acuerdo principal está lejos de ser una garantía contra un cierre.
Los negociadores aún tendrán que determinar los detalles específicos de los paquetes de gasto dentro de las limitaciones acordadas.
Debido a la oposición del Partido Republicano, es casi seguro que la legislación necesitará el apoyo demócrata para ser aprobada en la Cámara —un apoyo que los demócratas advirtieron que no se produciría si los republicanos incluían alguna «píldora venenosa» en la legislación de gastos.
“Ambas partes necesitarán trabajar juntas de manera bipartidista y evitar un cierre costoso y perturbador”, dijeron Schumer y Jeffries.
La Cámara de Representantes volverá al Capitolio el 9 de enero para empezar a elaborar la ley de gasto, con solo ocho días legislativos para llegar a un acuerdo.
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