El juego no es sólo cosas de niños

Sólo una pequeña parte de nuestras vidas transcurre en el alegre abandono del juego —con un poco de práctica, podemos recuperarlo

Por Mike Donghia
18 de junio de 2024 1:49 PM Actualizado: 18 de junio de 2024 1:49 PM

Como padre de cuatro niños pequeños, tengo el placer único de estar rodeado de personas que pasan la gran mayoría del día jugando.

Mi simple observación es que jugar parece muy divertido y que sería una pena si lo comprimiéramos todo en los primeros 10 años de nuestras vidas.

Los adultos también deberían jugar.

Un estudio de 2019 en el Journal of Social and Personal Relationships demostró que jugar no solo es divertido —sino que también es bueno para usted. El juego diario mejora el estado de ánimo y nos ayuda a afrontar los factores estresantes habituales de la vida, especialmente cuando se hace con un amigo.

Si eres el tipo de persona que se toma la vida en serio o termina el día con tensión en los músculos, agregar juego a su vida podría ser un cambio real y positivo.

No tiene por qué ser complicado.

Ser demasiado intencional con el juego podría quitarle la diversión y dejarlo con un elemento más en su lista de tareas pendientes. No me malinterprete, cualquier hábito nuevo requiere un poco de esfuerzo, pero una de las claves para jugar es liberar sus inhibiciones y aprovechar su lado impulsivo e improvisador.

Seis formas de agregar juego a su vida

La lista que estoy a punto de compartir es una combinación de las formas más simples de agregar diversión a su vida —y hacer que las cosas que normalmente hace, sean más divertidas. Es bastante personal para mí, pero espero que le inspire a pensar en nuevas ideas.

Fácilmente podría hacer una lista que solo consista en pasatiempos divertidos y decir: «Voy a hacer más de estas cosas», pero en la vida adulta hay innumerables cosas que hacer —asi que aprender a realizar estas actividades con un espíritu lúdico es una gran habilidad que hay que desarrollar.

1. Adoptar una actitud de exploración y experimentación

Más que nada, el juego es una forma de pensar. Es uno impulsado por la curiosidad y el interés —que supera el deseo de ser productivo o desarrollarse. Un buen primer paso es aprender a reconocer cuándo algo atrae su interés y hacer espacio para seguir ese impulso hasta donde llegue. Anímese cuando escuche a alguien hablar sobre algo interesante y busque más información al respecto.

2. Dele sabor a su día con ejercicio espontáneo

¿Quién dice que la única forma de estar saludable es programar un entrenamiento y esforzarse? Mi rutina habitual de ejercicios consiste en una larga caminata diaria, que me encanta, y series de flexiones a lo largo del día —donde sea que me sienta inspirado. A veces, incluso termino mi caminata con unos minutos de carrera sin otro objetivo que el de disfrutar y de moverme más rápido.

3. Desafíe la eficiencia de sus tareas

La gamificación es el acto de agregar reglas y estructura a las actividades normales para que se sientan más como si estuvieran jugando un juego. A veces, configuro un cronómetro e intento responder a todos los correos electrónicos en mi bandeja de entrada durante ese tiempo. O pongo un cronómetro y veo si puedo limpiar toda la cocina antes de que suene. Agregar un pequeño elemento de desafío a una actividad evita que sea rutinaria.

4. Espérelo

A los niños les encanta hacer tareas «similares al trabajo» cuando es su idea. Lo veo todo el tiempo con mis hijos —se les ocurre la idea de limpiar una habitación, organizar un armario o sorprendernos haciendo una tarea. Pero pídales a estos niños que hagan esas tareas y es como sacarles los dientes para que las lleven a cabo.

Es posible aprovechar este efecto de actuar según las ideas como adulto si no estructura demasiado su día. De repente, hacer una lista larga puede parecer demasiado trabajo. En su lugar, espere a que llegue la inspiración, luego salte y avance en lo que parezca interesante en ese momento.

5. Organice una cena

No siempre es necesario salir de casa para pasar una gran velada con su cónyuge o amigos. En su lugar, elija un país y luego prepare una comida y elija una película que se origine en ese lugar o se conecte con él. Es una forma divertida de aprender sobre las culturas del mundo y al mismo tiempo agregar un toque de novedad a su vida.

6. Tenga una noche de investigación

A mi esposa y a mí nos encanta buscar cosas divertidas y únicas qué hacer durante nuestras horas nocturnas como alternativa a sentarnos frente al televisor. Uno de los favoritos es hacer «noches de investigación» juntos. Esto implica elegir un tema o pregunta, investigarlo durante un período determinado y luego compartir lo que hemos aprendido. Es un poco nerd pero a menudo conduce a una conversación divertida.


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