El juez que supervisa el llamado juicio de “pagos por silencio” del expresidente Donald Trump en Nueva York declaró el lunes que el expresidente había cometido desacato al tribunal por presuntas violaciones a la orden de silencio, y advirtió que podría encarcelarlo.
“Lo encuentro en desacato penal por décima vez”, le dijo el juez al presidente Trump, y agregó que “en el futuro, este tribunal tendrá que considerar una sanción de cárcel”.
«Señor Trump es importante que entienda que lo último que quiero hacer es meterle en la cárcel. Usted es el expresidente de Estados Unidos y posiblemente también el próximo presidente», dijo el juez, añadiendo que “el encarcelamiento es realmente el último recurso”.
El juez agregó: “no se me escapa la magnitud de esta decisión, pero al final del día tengo un trabajo que hacer, así que por mucho que no quiera imponer una sanción de cárcel… quiero que usted entienda que lo haré si es necesario y apropiado”.
“Sus continuas violaciones deliberadas a la orden legal de este tribunal” son un “ataque directo al estado de derecho”, afirmó el juez Merchan.
La semana pasada, los fiscales dijeron que los comentarios del expresidente a los periodistas fuera del tribunal de Manhattan eran violaciones a la orden de silencio del juez que le prohíbe hablar sobre ciertas personas relacionadas con el caso. El expresidente está acusado de falsificar registros comerciales para encubrir pagos realizados durante las elecciones de 2016, que él niega que fueran ilegales.
El lunes, el juez determinó que el presidente Trump había violado la orden de silencio por los comentarios que hizo a Just the News el 22 de abril sobre el proceso de selección del jurado. Afirmó que el jurado fue “elegido muy rápido” y sugirió que el “95 por ciento” de ellos son demócratas. “El área es mayormente toda demócrata”, dijo, refiriéndose a Manhattan.
La orden de silencio del juez le prohíbe al presidente Trump comentar públicamente sobre testigos, miembros del jurado y algunas otras personas relacionadas con el asunto. El juez de Nueva York ya determinó que el expresidente, el presunto candidato republicano a la presidencia, violó repetidamente la orden, le impuso una multa de 9000 dólares y previamente advirtió que podría ir a la cárcel si no cumple con la orden.
Pero la orden no impide que el presidente Trump hable sobre las acusaciones en su contra o haga comentarios sobre el juez o el fiscal superior electo. El juez ha dicho que eso no le impide testificar ante el tribunal si así lo desea.
La semana pasada, el presidente Trump utilizó la orden anterior del juez Merchan, que lo multó con USD 9000, enviando un correo electrónico en el que decía que él y los demócratas están tratando de silenciarlo mientras está en campaña.
El juicio entra el lunes en su tercera semana de testimonios y los fiscales avanzan hacia su testigo estrella, Michael Cohen, exabogado del presidente Trump que se declaró culpable de cargos federales relacionados con los pagos por silencio. Se espera que Cohen enfrente un interrogatorio contundente por parte de los abogados defensores que buscan socavar su credibilidad ante los jurados.
Hope Hicks, exfuncionaria de la Casa Blanca y durante años una importante colaboradora, fue la funcionaria más cercana del presidente Trump en subir al estrado como testigo en el juicio de Manhattan la semana pasada.
En un momento dado, el testimonio de la Sra. Hicks pareció respaldar el argumento de la defensa de que el expresidente estaba tratando de proteger su reputación y su familia (no su campaña) protegiéndolos de acusaciones vergonzosas hechas sobre su vida personal. El presidente Trump ha negado cualquier irregularidad en el caso, que ha catalogado como un intento de descarrilar su campaña para recuperar la Casa Blanca en noviembre.
Anteriormente, los miembros del jurado escucharon testigos, incluido un editor de una revista sensacionalista que compró los derechos de varios rumores sobre el presidente Trump para evitar que salieran a la luz, así como a un abogado de Los Ángeles que negoció algunos de esos acuerdos. Ese abogado, Keith Davidson, rechazó la semana pasada las afirmaciones de los fiscales de que los acuerdos implicaban “pagos por silencio» para la exmodelo Karen McDougal y la actriz porno Stormy Daniels.
El expresidente ha negado durante mucho tiempo haber tenido relaciones con la Sra. Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, o la Sra. McDougal.
Los abogados del presidente Trump han tratado de socavar la teoría del caso de la fiscalía y la credibilidad de algunos testigos. Durante los interrogatorios, han planteado preguntas sobre si el presidente Trump posiblemente fue objeto de extorsión, obligado a organizar pagos para suprimir historias dañinas y evitarle a su familia la vergüenza y el dolor. Los fiscales sostienen que los pagos tenían como objetivo preservar su viabilidad política mientras buscaba la presidencia.
El caso es uno de los cuatro procesamientos contra el presidente Trump, y posiblemente sea el único que llegue a juicio antes de las elecciones de noviembre. Otras acusaciones de delitos graves lo acusan de conspirar para subvertir las elecciones presidenciales de 2020 y de poseer documentos clasificados después de que dejó la Casa Blanca.
Con información de Associated Press
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