La orden de siete páginas que autorizó al FBI a registrar la propiedad del expresidente Donald Trump fue desclasificada el viernes. Dicha orden muestra que Trump está bajo investigación federal por obstrucción a la justicia y por otras supuestas violaciones.
Trump está bajo investigación por presuntas violaciones al 18 USC 2071 -ocultamiento, eliminación o mutilación-; al 18 USC 793 de la Ley de Espionaje -recopilación, transmisión o pérdida de información de defensa- y al 18 USC 1519 -destrucción, alteración o falsificación de registros en investigaciones federales-, según la orden, que fue desvelada por el juez Bruce Reinhart el viernes por la tarde. Una condena en virtud de estos estatutos puede conllevar penas de prisión o multas.
La orden de registro e incautación muestra que los agentes del FBI tenían como objetivo «la ‘Oficina 45’, todas las salas de almacenamiento y todas las demás salas o áreas dentro de las instalaciones utilizadas o disponibles para ser utilizadas por FPOTUS (expresidente de Estados Unidos) y su personal y en las que las cajas o los documentos podrían ser almacenados, incluyendo todas las estructuras o edificios en la propiedad».
A los agentes se les otorgó autoridad para incautar “todos los documentos físicos y registros que constituyan evidencia, contrabando, frutos del crimen u otros artículos poseídos ilegalmente”, según la orden judicial. Eso incluye documentos con marcas de clasificación y registros presidenciales que se redactaron entre el 20 de enero de 2017 y el 20 de enero de 2021, cuando Trump estaba en el cargo.
El FBI no intentó obtener acceso para registrar habitaciones privadas, incluidas las de los miembros de Mar-a-Lago, según la orden. A principios de esta semana, el juez le ordenó al Departamento de Justicia que presentara una respuesta después de que varios grupos solicitaran que se desclasificara la orden.
Los agentes federales también se llevaron un conjunto de documentos supuestamente «ultrasecretos/SCI», cuatro conjuntos de documentos «ultrasecretos», tres conjuntos de documentos «secretos» y tres conjuntos de documentos «confidenciales», según un recibo de propiedad desvelado junto a la orden el viernes.
Más detalles
Los abogados de Trump han argumentado que el expresidente usó su autoridad como presidente para desclasificar el material antes de dejar el cargo a principios de 2021.
«El gobierno de Biden está en un obvio control de daños después de su redada chapucera en la que se incautaron de los libros de fotos del presidente, una ‘nota manuscrita’ y documentos desclasificados», dijo el portavoz de Trump, Taylor Budowich, a Fox News cuando se desveló la orden el viernes. «Esta redada en la casa del presidente Trump no solo no tiene precedentes, sino que fue innecesaria, y están filtrando mentiras e insinuaciones para tratar de explicar la beligerancia del gobierno contra su mayor oponente político. Esto es indignante».
El Departamento de Justicia presentó el jueves una moción para desclasificar la orden judicial a menos que Trump se oponga a la medida. La presentación se produjo casi al mismo tiempo que el fiscal general, Merrick Garland, anunció que él personalmente aprobó la búsqueda del FBI en Florida.
“No solo no me opondré a la publicación de los documentos”, escribió Trump el jueves, refiriéndose a la orden del FBI. “Voy un paso más allá al alentar la publicación inmediata de esos documentos”, dijo.
El viernes, Trump dijo que los documentos que el FBI supuestamente incautó estaban “todos desclasificados” y que los agentes “podrían haberlos tenido en cualquier momento que quisieran sin jugar a la política y sin entrar a Mar-a-Lago”. Agregó: “Estaba en un almacenamiento seguro, con un candado adicional puesto según su solicitud”.
El Washington Post, citando fuentes no identificadas, informó el jueves que algunos documentos relacionados con las armas nucleares se encontraban entre los elementos buscados por el FBI. Pero Trump dijo el viernes por la mañana que el informe es un engaño y una continuación de la narrativa de colusión entre Trump y Rusia que fue impulsada por los medios de comunicación hegemónicos, los cuales a menudo publicaban afirmaciones falsas y desacreditadas.
Los republicanos han dicho que la redada sin precedentes del FBI es un intento politizado de atacar al expresidente, el cual actualmente está considerando una candidatura para 2024.
El senador Lindsey Graham (R-S.C.) escribió en Twitter: “El fiscal general Garland debe dar a conocer la información de por qué fue necesaria una orden judicial, no lo que se tomó… pueden tachar los nombres y otra información sensible, pero el DOJ debe poner sus cartas sobre la mesa”.
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