El caso penal del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) contra la empresa china Huawei Technologies ha sido programado para enero de 2026 después de que las negociaciones sobre el acuerdo terminaran en «un estancamiento», según los informes.
El fiscal federal adjunto Alexander Solomon dijo el jueves en una conferencia de estado en Brooklyn, Nueva York, que «sería prudente programar una fecha de juicio», dado que las discusiones sobre el acuerdo resultaron en un estancamiento.
La jueza de distrito Ann Donnelly, que preside el caso, fijó enero de 2026 como «un marcador de posición» para el juicio. Los fiscales dijeron que el juicio podría durar entre cuatro y seis meses, informó Reuters.
El abogado de Huawei dijo que la empresa tiene pendiente una moción para dividir el caso, tratando de separar los cargos de fraude bancario, de las acusaciones de robo de secretos comerciales. Sin embargo, las autoridades estadounidenses sugirieron que los cargos estaban relacionados.
El gigante chino de las telecomunicaciones fue acusado en 2018 de cargos de fraude bancario por engañar a HSBC y otros bancos sobre sus negocios en Irán, que está sujeto a sanciones estadounidenses.
En 2019, el DOJ develó dos acusaciones contra Huawei, su directora financiera, Meng Wanzhou, y varias de las filiales de la compañía.
En una acusación de 13 cargos, el Departamento de Justicia afirmó que Huawei engañó a un banco internacional y a las autoridades estadounidenses sobre su relación con una empresa de Hong Kong llamada Skycom Tech, —una filial no oficial de Huawei que realizaba negocios en Irán.
En otra acusación de 10 cargos, los fiscales acusaron a Huawei de robo de secretos comerciales, fraude electrónico y obstrucción a la justicia por el supuesto robo de tecnología robótica a T-Mobile para probar la durabilidad de los teléfonos inteligentes.
En 2020, el DOJ añadió más cargos al caso, entre ellos que Huawei supuestamente conspiró para robar secretos comerciales de seis empresas tecnológicas estadounidenses y ayudó a Irán a rastrear a manifestantes durante las protestas antigubernamentales de 2009.
La Sra. Meng, hija del fundador y CEO de Huawei, Ren Zhengfei, fue detenida en el Aeropuerto Internacional de Vancouver en diciembre de 2018 a petición de Estados Unidos. Los fiscales estadounidenses la acusaron de participar en un plan para utilizar el sistema bancario mundial con el fin de evadir las sanciones estadounidenses contra Irán.
Tras su arresto, las autoridades chinas detuvieron a dos canadienses —Michael Kovrig y Michael Spavor— y los acusaron de espionaje. La medida se consideró una táctica utilizada a menudo por Beijing conocida como «diplomacia de rehenes».
Fueron liberados después de que la Sra. Meng llegara a un acuerdo de enjuiciamiento diferido con los fiscales estadounidenses en 2021, en el que admitió haber engañado a instituciones mundiales sobre el negocio de Huawei en Irán.
Se declaró inocente de los cargos relacionados con fraude bancario y electrónico. En 2022, un juez federal de Nueva York desestimó los cargos de fraude financiero contra Meng.
Tras el caso, Huawei fue incluida en una lista negra comercial de Estados Unidos en 2019 por motivos de seguridad nacional y violaciones de los derechos humanos. Las sanciones han restringido su acceso a tecnologías críticas de Estados Unidos y han paralizado el negocio de teléfonos inteligentes de la firma.
Con información de Cathy He, Eva Fu y Reuters.
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