Un juez federal ha desestimado los cargos contra un médico de Michigan que había sido acusado de practicar la mutilación genital femenina (MGF) a niñas, y ha acusado a los fiscales de perseguir de forma vengativa nuevos cargos después de que previamente anulara como inconstitucional una versión anterior de la ley federal contra la MGF.
La MGF es «un procedimiento que se realiza a una mujer o a una niña con el objeto de alterar o lesionar sus órganos genitales sin que existan razones médicas que lo justifiquen» y «casi siempre implica la extirpación parcial o total de los genitales externos», según UNICEF.
En algunos países en los que persiste la práctica, «se considera un rito de transición a la madurez, en otros casos se concibe como una forma de controlar la sexualidad de la mujer». La práctica, ampliamente condenada en el mundo occidental, se asocia con el islam aunque se dice que ese sistema de creencias no la exige y se lleva a cabo en algunos países no musulmanes.
Algunas comunidades de Oriente Medio, África y Asia practican la MGF alegando que garantizará la posibilidad de que la niña se case o de que se mantenga el honor de la familia.
Cuando este caso llegó a sus manos en noviembre de 2018, el juez de distrito de EE. UU. Bernard Friedman anuló la antigua ley federal de 1996 que prohibía la MGF, al considerar que los estados, y no el Congreso, tenían la facultad de regular esta práctica, que no entra en la cláusula de comercio de la Constitución porque no es una actividad comercial.
El Congreso respondió aprobando una nueva ley, la Ley para Acabar con la MGF de 2020, que el entonces presidente Donald Trump sancionó el 5 de enero. El estatuto describe la MGF como «una forma de abuso infantil, discriminación de género y violencia contra las mujeres y las niñas», y un «problema global cuya erradicación requiere la cooperación internacional y la aplicación de la ley a nivel nacional».
La nueva ley otorga a las fuerzas de seguridad federales la autoridad para perseguir a los autores de la MGF, duplica el castigo a 10 años de prisión y exige a los organismos gubernamentales que hagan un seguimiento de la práctica e informen de lo que hacen para reducirla.
En el caso que nos ocupa, los fiscales presentaron una serie de acusaciones sustitutivas, la más reciente en febrero de este año, pero los cargos no se presentaron bajo el amparo de la nueva ley contra la MGF.
En un principio, los fiscales afirmaron que madres de Michigan, Minesota e Illinois llevaron a sus niñas de 7 años a la Dra. Jumana Nagarwala para que las operara. Nagarwala y los demás acusados negaron haber cometido ningún delito. Nagarwala sostuvo que estaba llevando a cabo una inocente costumbre religiosa con las niñas de su culto musulmán con sede en la India.
En la cuarta acusación sustitutiva presentada por el gobierno en febrero, Nagarwala, otro médico y su esposa, y una madre de una de las presuntas víctimas fueron acusados de diferentes delitos. Los cargos federales incluían «conspiración para hacer declaraciones falsas», «declaraciones falsas», «conspiración para manipular a un testigo» y «manipulación de un testigo», según los documentos judiciales.
Los abogados de los acusados argumentaron en mayo que el gobierno «manipuló los cargos» en un intento de «ganar este caso a toda costa».
«El gobierno no solo volvió a por un segundo bocado de la manzana, sino que se está abriendo camino por todo el huerto», dijeron entonces.
Pero el 28 de septiembre, Friedman, nominado por Reagan, desestimó los cargos pendientes en la acusación de 4 años de la fiscalía contra Nagarwala y los otros tres.
«El gobierno obtuvo la cuarta acusación sustitutiva, que afirma cargos nuevos y adicionales, en represalia por el éxito de los acusados en el pasado al lograr que se desestimaran otros cargos», escribió Friedman en su orden, una copia de la cual fue obtenida por The Epoch Times.
«Tal procesamiento vengativo o de represalia es una violación de las garantías procesales del tipo más básico».
La fiscal en funciones de EE. UU. para el Distrito Este de Michigan, Saima Mohsin, se mostró descontenta con el fallo.
«Estamos muy decepcionados por la decisión del tribunal de hoy de desestimar la acusación», dijo en una declaración el 28 de septiembre.
«Nos tomamos muy en serio nuestro deber de proteger a los niños. El Congreso trató de proteger a las niñas de la crueldad de la práctica de la mutilación genital femenina cuando promulgó el artículo 116 del Código de EE. UU. en 1996. El Congreso reafirmó la importancia de esta ley cuando volvió a promulgar el estatuto en 2020 después de que el tribunal desestimara la acusación en este caso por considerarla inconstitucional».
«Las víctimas infantiles son vulnerables y merecen que hagamos todo lo posible por responsabilizar a quienes les hacen daño».
La Fundación Ayaan Hirsi Ali respondió con «conmoción, consternación y angustia por las niñas que quizá nunca vean justicia».
Es necesario que haya «ira, motivación y un impulso renovado para abolir la MGF en Estados Unidos. Hemos perdido la batalla pero estamos luchando para ganar la guerra», tuiteó la fundación, fundada por una exmusulmana a la que se le practicó la MGF en su Somalia natal.
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