Un juez federal de Oklahoma emitió una orden temporal el 6 de abril contra la prohibición de procedimientos de aborto durante la pandemia del virus del PCCh, dictaminando que la orden de emergencia del gobernador de suspender los abortos iba más allá de sus poderes de emergencia.
La decisión de la corte se produjo después de que los jueces federales en Ohio y Alabama también suspendieran las órdenes de emergencia que limitaban temporalmente el acceso al aborto en esos estados.
En el caso que nos ocupa, el juez de distrito de EE.UU., Charles B. Goodwin, designado por Trump, sostuvo que la prohibición de Oklahoma causaría un «daño irreparable» a las mujeres que no pudieran practicarse un aborto.
«El caso plantea una cuestión que ha sido durante mucho tiempo una causa de lucha para las cortes: el uso apropiado del poder judicial en la revisión de leyes y órdenes ejecutivas o acciones tomadas en respuesta a una emergencia de salud pública», escribió el juez en su fallo de 14 páginas, según reportó The Norman Transcript .
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El estado disfruta de amplios poderes durante esta crisis y se le permite entrometerse temporalmente en los derechos de sus residentes, pero esa autoridad tiene sus límites, escribió.
«La corte concluye que aunque la actual emergencia de salud pública permite al estado de Oklahoma imponer algunas de las medidas citadas que retrasan los procedimientos de aborto, ha actuado de manera ‘irrazonable’, ‘arbitraria’ y ‘opresiva’—e impuso una ‘carga indebida’ en el acceso al aborto— al imponer requisitos que efectivamente niegan el derecho de acceso al aborto», escribió Goodwin.
«Además, la Corte concluye que el beneficio a la salud pública de la prohibición de los abortos [inducidos] por medicamentos es menor y sopesado por la intrusión en los derechos de la Decimocuarta Enmienda causada por esa prohibición».
El aplazamiento ordenado por Oklahoma haría imposible que los residentes del estado se hicieran un aborto antes del 30 de abril, cuando la orden de emergencia prescriba, dictaminó.
El gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, un republicano, firmó una orden ejecutiva el 24 de marzo que requiere que los proveedores de salud pospongan todas las cirugías electivas hasta finales de abril para preservar los suministros médicos para los trabajadores de la salud que combaten la pandemia del virus del PCCh.
«Debemos asegurarnos de que nuestros profesionales de la salud, los paramédicos y las instalaciones médicas tengan todos los recursos que necesitan para combatir el COVID-19», dijo Stitt en ese momento a través de un comunicado. «Me comprometo a hacer lo que sea necesario para proteger a los que están en primera línea de combate de este virus».
Unos días después, su oficina aclaró que la orden cubre todos los abortos que no se consideran emergencias médicas.
El Centro de Derechos Reproductivos y Planned Parenthood presentaron una demanda contra el Estado argumentando que el gobernador conservador y provida estaba usando la crisis de salud pública como una excusa para tomar medidas enérgicas contra los abortos en general. La ley del estado prohíbe los abortos después de las 20 semanas de embarazo.
«El fallo de hoy es importante porque nuestras pacientes necesitan y merecen acceso a la atención del aborto», dijo a los periodistas Brandon Hill, presidente y director ejecutivo de Comprehensive Health of Planned Parenthood Great Plains.
«El aborto es un procedimiento médico esencial y urgente que no debería estar en el punto de mira de las agendas políticas, especialmente durante esta crisis de salud pública».
El fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter, dijo a CNN que estaba «muy decepcionado» por la orden de Goodwin y planeaba una pronta apelación al 10º Circuito de la Corte de Apelaciones.
Permitir los abortos «puede alentar una avalancha de otras excepciones judicialmente conjuradas, socavando completamente la capacidad del estado para combatir la peor crisis de salud pública en la historia de Oklahoma», dijo.
Mientras tanto, un panel de tres jueces del 5º Circuito de la Corte de Apelaciones fue en dirección opuesta a finales del 7 de abril, levantando el mandato temporal del juez de distrito, Lee Yeakel, que impedía la prohibición de Texas para la mayoría de los abortos durante la pandemia, según informa Austin American-Statesman.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, un republicano, emitió la prohibición de emergencia el 22 de marzo, prohibiendo los procedimientos médicos electivos en un esfuerzo por conservar el espacio del hospital y el equipo de protección personal. El fiscal general del estado, Ken Paxton, también republicano, dijo al día siguiente que la prohibición comprende los abortos, excepto cuando la vida o la salud de la mujer está en riesgo y dijo que los abortistas que continuarán operando se enfrentarían a cargos criminales.
La prohibición de Texas es considerada una de las más estrictas de las prohibiciones temporales de aborto a nivel estatal. Los infractores podrían ser multados con 1000 dólares o encarcelados por 180 días.
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