La jueza de la Corte Suprema Ketanji Brown Jackson dijo el 1 de septiembre que está abierta a que se imponga un código de conducta a los jueces.
Jackson, que sustituyó al juez Stephen Breyer en junio de 2022, hizo el comentario en “CBS News Sunday Morning” durante una entrevista centrada en su próximo libro de memorias, “Lovely One” (Encantador), que será publicado por Penguin Random House el 3 de septiembre.
“Un código ético vinculante es bastante habitual para los jueces”, dijo. “Y supongo que la pregunta es si la Corte Suprema es diferente. Y supongo que no he visto una razón persuasiva de por qué la corte sea diferente a los demás tribunales”.
Jackson dijo que, en principio, apoya la existencia de un código aplicable, pero que no respaldaba ningún plan específico.
Los jueces aprobaron un código de conducta que regula su comportamiento en noviembre de 2023, pero los críticos dicen que el código es ineficaz porque se basa en el cumplimiento voluntario.
Los legisladores demócratas en el Congreso han dicho que el código voluntario no es suficiente, y muchos están a favor de la legislación conocida como la propuesta de Ley de Ética, Recusación y Transparencia de la Corte Suprema, que obligaría a su cumplimiento.
El proyecto de ley, presentado por el senador Sheldon Whitehouse (D-R.I.), crearía un sistema que permitiría a los miembros del público presentar quejas contra los jueces por violar un código de conducta o por participar “en conductas que socavan la integridad” de la corte. El proyecto de ley también permitiría a los jueces de tribunales inferiores juzgar a los jueces de la Corte Suprema en disputas éticas.
La medida fue aprobada por el Comité Judicial del Senado, pero ahora está estancada en el Senado.
El senador Lindsey Graham (R-S.C.) dijo en junio que el proyecto de ley “no busca mejorar la corte, sino socavarla”.
Calificó el proyecto de ley como una “extralimitación inconstitucional” de los demócratas destinada a socavar “una corte que no les gusta”.
Los demócratas llevan aumentando la presión sobre la Corte Suprema desde 2022, cuando ésta anuló el caso Roe vs Wade y devolvió la regulación del aborto a los estados. También expresaron su preocupación por el hecho de que los jueces conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito aceptaran regalos de donantes republicanos y no los revelaran inicialmente.
Los republicanos han dicho que no hay pruebas de que Thomas o Alito hayan mostrado su favor en las corte a ninguno de esos donantes republicanos.
La mayoría de los estadounidenses desaprueba actualmente la forma en que la Corte Suprema está llevando a cabo sus asuntos, según informó una encuesta de Gallup en julio.
Los estadounidenses siguen divididos en líneas partidistas sobre la actuación de la corte, con los republicanos tendiendo a favorecer las actividades del tribunal y los demócratas oponiéndose abrumadoramente a ellas.
La encuesta se realizó poco después de que el presidente Joe Biden anunciara propuestas para reformar el máximo tribunal, incluida una enmienda constitucional que impondría límites de 18 años a los mandatos de los jueces, que actualmente son vitalicios, junto con normas éticas que exigen la divulgación de regalos y la prohibición de la actividad política.
La vicepresidenta Kamala Harris, candidata a la presidencia por el Partido Demócrata, respaldó el plan.
El expresidente Donald Trump, candidato del Partido Republicano a la presidencia, criticó el impulso de los demócratas para regular la Corte Suprema.
“Los Demócratas están intentando interferir en las Elecciones Presidenciales, y destruir nuestro Sistema de Justicia, atacando a su Oponente Político, YO, y a nuestra Honorable Corte Suprema”, escribió en un post del 16 de julio en Truth Social. “Tenemos que luchar por nuestras Cortes Justas e Independientes, y proteger a nuestro País”.
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