Un juez federal rechazó la solicitud de un acusado del 6 de enero para viajar a Washington y asistir a la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, un desplazamiento que requiere la aprobación del tribunal según sus condiciones de libertad condicional.
Russell Taylor, quien se declaró culpable de conspiración por su participación en los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021, había solicitado permiso para viajar con su esposa e hijos para presenciar la ceremonia, programada para el 20 de enero, cuando Trump prestará juramento para un segundo mandato.
El abogado de Taylor, Dyke Huish, señaló en un documento judicial que su cliente había mostrado arrepentimiento por sus actos, completado exitosamente su arresto domiciliario, cumplía los términos de su libertad condicional de tres años y había recibido una invitación del exrepresentante Chris Stewart (R-Utah) para asistir a la toma de posesión como su invitado.
Sin embargo, el juez de distrito Royce C. Lamberth denegó la solicitud mediante una orden emitida el 3 de enero.
Al citar la «particular naturaleza y gravedad» de las acciones de Taylor durante el incidente del Capitolio, el juez destacó la confesión del propio Taylor sobre su intención al viajar a Washington el 6 de enero de 2021: «intimidar» a los miembros del Congreso e «influir» en ellos para que rechacen la certificación de la victoria del entonces presidente electo Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020. Taylor planeó ingresar al Capitolio por la fuerza, portaba armas y chalecos antibalas, instó a otros a armarse, derribó las barricadas policiales y amenazó a los agentes durante los enfrentamientos violentos, señaló Lamberth.
«Este resumen describe la conducta excepcionalmente grave del Sr. Taylor», escribió el juez. «Aunque no agredió personalmente a los agentes del orden, sí los amenazó y alentó a otros alborotadores que los atacaban activamente».
Lamberth reconoció que Taylor había asumido «de manera encomiable» la responsabilidad de sus actos y cooperado con los investigadores, lo que le valió una condena de libertad condicional «considerablemente» más indulgente que la de sus coacusados. Sin embargo, el juez determinó que la cooperación y buena conducta de Taylor no le otorgan derecho a viajar a Washington para la inauguración.
«No sería apropiado que el Tribunal concediera permiso para asistir a un acontecimiento tan sagrado a alguien que portó armas y amenazó a agentes de policía en un intento de frustrar la última toma de posesión, y que glorificó abiertamente la ‘insurrección’ contra Estados Unidos», escribió Lamberth.
El juez consideró la carta de invitación de Stewart, que respaldaba el carácter de Taylor, pero la calificó como de importancia «marginal» para su solicitud de permiso de viaje.
En su carta al juez, el ex congresista por Utah describió a Taylor como un hombre de «integridad y fe», y un padre afectuoso que «venera a su familia, su fe y su amor por nuestro país como su máxima prioridad en la vida». Stewart añadió que otros tres miembros actuales de la delegación del Congreso de Utah se habían unido a él para invitar a Taylor a la toma de posesión como su invitado.
El abogado de Taylor, Dyke Huish, declaró a varios medios de comunicación que su cliente estaba «decepcionado» con la decisión, pero que tiene el «máximo respeto» por el juez y su orden.
Varios otros acusados del 6 de enero —entre ellos Cindy Young y Christopher Belliveau— solicitaron permiso para asistir a la toma de posesión.
El Departamento de Justicia generalmente se opuso a estas solicitudes. En el caso de Young, quien fue condenada por cuatro delitos menores, los abogados del gobierno argumentan que representa un «peligro para la comunidad de D.C.» y para las fuerzas de seguridad. Los fiscales citan la misma razón en una moción que se opone a la solicitud de Belliveau.
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