Una jueza negó el miércoles un intento de última hora del mayor sindicato policial de Nueva York para detener la orden de vacunación contra COVID-19 emitida por el gobierno de la ciudad, la que entraría en vigor a partir de la próxima semana. La decisión podría enviar a casa con licencia sin sueldo una cuarta parte de sus miembros.
La jueza del Tribunal Supremo del condado de Richmond, Lizette Colon, cuyo tribunal se encuentra en Staten Island, denegó al sindicato de la Asociación Benéfica de la Policía (PBA) una solicitud de orden de restricción temporal contra la amplia orden de vacunación de la ciudad para los empleados municipales, la que incluye a todos los empleados de la policía de Nueva York. La PBA representa a unos 23,000 agentes activos y jubilados del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
La decisión de Colon se produjo pocas horas después de escuchar los argumentos de los abogados de la Asociación Benéfica de la Policía (PBA) y de la ciudad. Aunque la solicitud de una orden de restricción temporal fue denegada, la demanda de la PBA, que fue presentada el lunes, seguirá adelante. La acción judicial pretende que se declare ilegal la orden de vacunación y se impida su entrada en vigor. Colon ordenó a los funcionarios de la ciudad que comparezcan ante el tribunal el 12 de noviembre para defender su ordenanza.
Los agentes de policía de Nueva York y otros trabajadores municipales que no reciban su primera dosis de la vacuna COVID-19 antes de las 5 de la tarde del 29 de octubre se les dará de baja con una licencia sin sueldo a partir del 1 de noviembre. La nueva orden de vacunación sustituyó a lo que originalmente era un requisito de vacunarse o hacerse las pruebas semanales de detección del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad de COVID-19.
Después de la audiencia del miércoles, los abogados de la Asociación Benéfica de la Policía dijeron en los documentos del tribunal que la orden de vacunación obliga a los oficiales a elegir entre sus carreras y sus creencias personales, infringiendo el «derecho a la integridad corporal» de los oficiales.
Patrick J. Lynch, presidente de la Asociación Benéfica de la Policía dijo en una declaración el miércoles que el fallo «pone a la ciudad en una verdadera crisis».
«El desordenado despliegue de esta orden ha creado el caos en la policía de Nueva York. El Ayuntamiento no ha dado ninguna razón para que una orden de vacunación con una opción de prueba de detección semanal ya no sea suficiente para proteger a los agentes de policía y al público, especialmente mientras el número de casos de COVID-19 sigue disminuyendo», dijo Lynch.
«En lugar de ello, se pide a los oficiales de policía que tomen una decisión que posiblemente cambie su vida en cuestión de días para cumplir un plazo completamente arbitrario, mientras la dirección del Departamento de Policía de Nueva York da vueltas y no ofrece ninguna orientación», añadió. «Esto no solo viola los derechos de los oficiales de policía, que inevitablemente resultará en menos policías disponibles para proteger nuestra ciudad».
Hasta el martes, cerca del 73 por ciento de la policía de Nueva York había recibido al menos una dosis de la vacuna, lo que incluye a casi 35,000 agentes uniformados y casi 18,000 empleados civiles, informó el New York Post.
El comisionado de la Policía, Dermot Shea, instó el martes a todos los oficiales a recibir la vacuna contra COVID-19 y dijo que si los policías no vacunados están programados para trabajar durante el fin de semana, deben presentarse igualmente a sus turnos, informó el medio.
Las cifras deberían aumentar antes de la fecha límite, dijo Shea, según New York Daily News. El comisionado sugirió que los policías de Nueva York no deberían esperar a ver si la demanda de la Asociación Benéfica de la Policía contra la ciudad tiene éxito.
«Cualquiera en este momento, a menos que algo cambie, será puesto en un estado de licencia sin paga», señaló a continuación. «Lo que yo pediría es que la gente no espere hasta el último momento para ver qué pasa con la demanda o cualquier otra cosa. Que se vacunen».
Lynch indicó que la Asociación Benéfica de la Policía apelará inmediatamente el fallo del juez del Tribunal Supremo estatal y prometió «continuar la lucha».
«Los neoyorquinos deben saber a quién culpar por cualquier déficit en los servicios de la ciudad: el alcalde Bill de Blasio, el comisionado de policía Shea y los demás burócratas que están anteponiendo la política a la salud y la seguridad pública», dijo.
El Departamento de Policía de Nueva York no proporcionó respuestas específicas cuando se le preguntó cómo gestionará los niveles de personal y la seguridad pública si una cuarta parte de su equipo laboral —incluyendo miles de agentes— es dada de baja con licencia no remunerada por incumplimiento. «Estaremos preparados para cualquier cambio de personal debido a la orden», dijo el portavoz del NYPD, Al Baker, en una declaración escrita.
El gobierno de la ciudad de Nueva York no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
Miles de empleados de la ciudad de Nueva York, incluidos bomberos y policías, protestaron el lunes en contra de la inminente aplicación de la orden de vacunación a unas 160,500 personas.
Paul, un agente de policía de 24 años que lleva tres años en la policía, dijo a The Epoch Times que se unió a la marcha porque se le niega la libertad de elección.
«Debería ser nuestra elección», dijo Paul. «Personalmente no quiero [la vacuna] y si es tan efectiva para todos los demás, entonces no debería importarles que nosotros nos vacunemos».
Con información de Enrico Trigoso y The Associated Press.
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