Esta semana, una jueza federal acordó solicitar expurgaciones en el caso de Ghislaine Maxwell, exnovia del delincuente sexual fallecido y acusado de traficante sexual, Jeffrey Epstein.
Tanto los fiscales del gobierno como los abogados de Maxwell pidieron expurgaciones dada la preocupación de que cierta información fuera demasiado «sensible o confidencial», escribió la jueza de distrito de EE. UU., Alison Nathan, nominada por Obama, en una orden judicial el 18 de marzo.
Nathan accedió a las expurgaciones solicitadas por ambas partes, al considerar que las propuestas satisfacían principalmente una prueba de tres partes articulada por otra corte en 2006.
“Bajo esta prueba, la Corte debe: (i) determinar si los documentos en cuestión son ‘documentos judiciales’; (ii) evaluar el peso del derecho consuetudinario de la presunción de acceso a los materiales; y (iii) equilibrar las consideraciones contrapuestas con la presunción de acceso. Dichos factores compensatorios incluyen, entre otros, ‘el peligro de afectar la ejecución de la ley o la eficiencia judicial’ y ‘los intereses de privacidad de quienes se resisten a la desclasificación’”, escribió.
El documento que las partes intentaron expurgar es un escrito del gobierno en oposición a las mociones previas al juicio de Maxell. Este es un documento judicial, dijo la jueza, que se refiere a si las solicitudes fueron «ajustadas estrictamente para servir intereses sustanciales» para solucionar la presunción de acceso.
Los fiscales argumentaron que las expurgaciones que querían eran necesarias para proteger la integridad de una investigación criminal en curso, así como los intereses de privacidad personal de terceros. Esos argumentos son legítimos, según Nathan. Por ejemplo, una de las expurgaciones solicitadas es el nombre de un tercero.
Partes del escrito que los representantes de Maxwell querían proteger de la vista pública «se refieren a intereses de privacidad y su desclasificación serviría simplemente para satisfacer un ‘anhelo de lo que es sensacional e impuro'», escribió la jueza, agregando: «La Corte concluye así que tales expurgaciones son justificadas».
Al mismo tiempo, Nathan se puso del lado de las objeciones de la acusada a algunas de las expurgaciones propuestas por el gobierno, dictaminando que los fiscales no presentaron una base concluyente acerca de por qué su investigación se vería amenazada por la desclasificación. Y rechazó también la solicitud del gobierno de poner toda una prueba bajo precinto, dado que partes de ella son de dominio público.
Se ordenó al gobierno que proporcionara el informe con las expurgaciones descritas antes del 22 de marzo o que presentara una carta ante la corte en un intento de justificar más expurgaciones. Las partes deben también reunirse antes de esa fecha y discutir las expurgaciones propuestas.
Maxwell, de 59 años, fue acusada en julio de 2020 de delitos sexuales, que incluyen incitar a un menor a viajar para participar en actividades sexuales criminales y transportar a un menor con la misma intención. Ella se encuentra detenida en la cárcel de la ciudad de Nueva York.
Epstein, de 66 años, se encontraba en espera de juicio por cargos de tráfico sexual cuando se suicidó en una prisión federal en 2019.
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