La jueza que supervisa el caso de interferencia electoral contra el expresidente Donald Trump dijo el 10 de abril que describir a los acusados detenidos por cargos relacionados con la irrupción del Capitolio de Estados Unidos, como rehenes, es erróneo.
La jueza de distrito Tanya Chutkan, designada por el expresidente Barack Obama, dijo que las personas involucradas en la irrupción del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos, que permanecen encarceladas en Washington, no merecen ser llamadas rehenes o héroes.
«A ellos se les mantiene allí porque son personas peligrosas», dijo la jueza Chutkan durante una audiencia de la sentencia contra Antony Vo, un hombre de Indiana condenado por entrar en el Capitolio con su madre.
El expresidente Trump ha mostrado cada vez más su apoyo a los acusados del 6 de enero, incluyendo la reproducción de grabaciones de acusados en la cárcel cantando el himno nacional. En 2023, habló durante una recaudación de fondos a beneficio de los acusados del 6 de enero y dijo que contribuiría. «Ha habido pocas personas que hayan sido tratadas en la historia de nuestro país como las personas a las que ustedes aman, como las personas que han pasado por tanto», dijo entonces.
Ese mismo año, describió a los acusados encarcelados como «rehenes, no prisioneros». En marzo, indicó que uno de sus primeros actos en el cargo, si ganaba las elecciones de 2024, sería «¡liberar a los rehenes del 6 de enero que están encarcelados injustamente!». Más recientemente, dijo que una abuela de 71 años condenada a prisión se había convertido en «uno de los rehenes del 6 de enero de Joe Biden».
Algunas personas criticaron la caracterización, incluidos los funcionarios de la Casa Blanca. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, calificó la descripción de «grotesca y ofensiva» para las personas retenidas como rehenes. Otros, sin embargo, dijeron que comparten la opinión del presidente Trump sobre el trato a los acusados, algunos de los cuales llevan años retenidos a la espera de juicio.
«A mí me preocupa el trato dado a los rehenes del 6 de enero», declaró la congresista republicana Elise Stefanik a principios de año en la NBC. «En el Congreso tenemos la función de supervisar el trato que damos a los prisioneros. Yo creo que estamos viendo la utilización del gobierno federal como un arma no solo contra el presidente Trump, sino que lo estamos viendo contra los conservadores».
Cuando se le preguntó qué diría a los críticos que dicen que los acusados del 6 de enero no deberían ser defendidos, el expresidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, dijo en un foro esta semana que la gente estaba «defendiendo el debido proceso».
«¿Por qué están sentados en la cárcel y no tienen la posibilidad de acudir a las cortes?», añadió después.
Varias docenas de personas están detenidas en una cárcel de Washington mientras esperan juicio o sentencia, incluidos algunos acusados por agredir a agentes de la ley. Muchos han expresado su apoyo al presidente Trump.
El Sr. Vo, de 31 años, no fue detenido después de haber sido condenado en septiembre de 2023 por cuatro delitos menores, incluyendo conducta desordenada en un edificio del Capitolio y desfilar, manifestarse o hacer piquetes en un edificio del Capitolio, a pesar de que la jueza Chutkan encontró que no cumplió con las condiciones de liberación antes del juicio.
Ella dijo que el Sr. Vo visitó el llamado Rincón de la Libertad fuera de la cárcel de Washington, donde la gente se reúne todas las noches para una vigilia por los detenidos, a pesar de que se le ordenó no estar en Washington fuera de los asuntos judiciales.
La jueza Chutkan indicó a Vo que era afortunado por no haber ordenado su encarcelamiento tras ser declarado culpable. Ella dijo que él se había negado sistemáticamente a expresar remordimientos o a aceptar responsabilidades por su conducta del 6 de enero.
La juez entonces condenó a Vo a nueve meses de prisión, seguidos de un año de libertad vigilada, así como a una multa de 1000 dólares.
Los abogados de la defensa solicitaron que no se le imponga ninguna pena de prisión, señalando que el Sr. Vo no estaba acusado de cometer actos violentos y que abandonó el Capitolio a los 30 minutos de entrar. Los fiscales solicitaron 11 meses de prisión, señalando declaraciones que indican una falta de remordimiento, incluida su autodescripción en las redes sociales de ser un «condenado del 6 de enero injustamente» y un posteo después del juicio que decía: «hubo cero jurado de pares y 100% una corte canguro».
El Sr. Vo declaró el miércoles que estaba «arrepentido de todo» y que no debería haber entrado en el Capitolio el 6 de enero.
La jueza Chutkan no mencionó el nombre del presidente Trump durante la audiencia de sentencia.
El juicio contra el expresidente en Washington, por el caso de interferencia electoral, estaba programado para comenzar el 4 de marzo, pero la jueza Chutkan acordó dejar el caso en suspenso mientras los tribunales consideran su argumento de que es inmune a la acusación. Está previsto que la Corte Suprema de Estados Unidos vea el caso este mes.
Con información de The Associated Press.
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