Cuatro jugadoras cristianas de fútbol ganaron el primer litigio en su demanda contra la Universidad de Western Michigan (WMU) por haber violado presuntamente sus derechos constitucionales al obligarlas a vacunarse.
La política de la universidad exigía que todas sus atletas se vacunaran contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) antes del martes o se les prohibiría practicar deportes intercolegiales.
La universidad no tiene ningún requisito de vacunación para el alumnado en general.
El martes, el juez del Tribunal de Distrito de EE.UU. Paul L. Maloney concedió a las mujeres una orden de restricción temporal, que les permitiría permanecer en el equipo mientras se litiga su caso.
La demanda de derechos civiles presentada por las mujeres contra la WMU, que consta de cinco partes, incluía una solicitud para que se acelerara el examen de su petición de una orden de restricción temporal que impidiera a la escuela expulsarlas del equipo de fútbol el martes.
El abogado de las jugadoras, Dave Kallman, del Centro de Justicia de los Grandes Lagos, escribió en su moción para una orden de restricción temporal y medidas cautelares que la acción de la universidad causaría a sus clientes «un daño inmediato e irreparable».
En su orden de concesión de la orden de restricción temporal contra la WMU, Maloney escribió: «En el expediente que tiene ante sí este Tribunal, y entendiendo que a la WMU no se le ha dado la oportunidad de responder, el requisito de vacunación de la WMU para los estudiantes atletas no está justificado por un interés apremiante y no está estrechamente adaptado».
La razón que la universidad proporcionó a las mujeres para el mandato de vacunación y la anulación de su solicitud de exención religiosa estaba contenida en una carta.
«La universidad tiene un interés apremiante en tomar medidas para evitar el riesgo significativo que supone para los programas deportivos intercolegiales un brote de COVID-19 debido a los participantes no vacunados, y la prohibición de que los miembros no vacunados de los equipos participen en las prácticas y la competición es la única manera eficaz de lograr este interés apremiante», decía la carta.
La WMU no respondió a una solicitud de The Epoch Times para hacer comentarios.
En su orden, Maloney abordó la explicación de la escuela, escribiendo: «WMU ha afirmado que tiene una razón de peso, aunque de manera superficial. La WMU parece concluir que los jugadores no vacunados suponen un riesgo para la salud de los jugadores vacunados».
Pero la orden de Maloney señalaba que la reclamación de las mujeres tenía mérito.
«Las demandantes han establecido una probabilidad de éxito en su reclamación de que la negación de la WMU de una exención religiosa del requisito de la vacuna para sus estudiantes atletas viola el derecho de las demandantes al libre ejercicio de la religión», escribió Maloney.
«Se prohíbe a los demandados aplicar el requisito de la vacuna COVID-19 contra los demandantes. Los demandados no pueden impedir que los demandantes participen en las actividades del equipo debido a que los demandantes no han recibido la vacuna COVID-19».
Kallman dijo que sus clientes han acogido con satisfacción la orden del juez.
«Nuestras clientes están agradecidas de que el Tribunal haya reconocido que tienen un caso sólido para una exención religiosa de este requisito de la vacuna», dijo Kallman en un comunicado.
«Nuestras clientas están encantadas de poder seguir formando parte de su equipo de fútbol, estar con sus compañeras y competir por la WMU al más alto nivel de forma segura».
Se ha fijado una audiencia sobre el caso para el 9 de septiembre en el edificio federal de Kalamazoo.
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