INDIANAPOLIS— Un hombre acusado del asesinar a dos adolescentes en Indiana durante una caminata de invierno en 2017 irá a juicio en un caso que atormenta desde hace mucho tiempo a su ciudad natal, Delphi, y sigue provocando un sinfín de especulaciones en línea.
Richard Allen, de 52 años, está acusado de dos cargos de asesinato y dos cargos de asesinato mientras cometía o intentaba cometer el secuestro de Abigail Williams, de 13 años, y Liberty German, de 14 años. De ser declarado culpable, podría enfrentarse a una pena de hasta 130 años de prisión. La fiscalía no solicita la pena de muerte.
La selección del jurado comienza el lunes en Fort Wayne, Indiana. Una vez seleccionados los 12 miembros y los cuatro suplentes, serán trasladados a Delphi, una localidad de unos 3000 habitantes situada a unos 100 km al noroeste de Indianápolis, donde permanecerán aislados durante todo el juicio, vigilados por agentes judiciales y tendrán prohibido utilizar teléfonos móviles o ver programas de noticias.
Si la selección del jurado concluye el miércoles, las instrucciones al jurado y lo más probable es que las declaraciones iniciales tengan lugar el viernes por la mañana. Se espera que el juicio dure un mes.
Allen, un técnico farmacéutico que tenía su domicilio y trabajo en Delphi, fue arrestado en octubre de 2022, casi seis años después que las niñas conocidas como Abby y Libby fueran asesinadas.
Un pariente dejó a las alumnas de octavo grado en una ruta de senderismo a las afueras de Delphi el 13 de febrero de 2017, pero no se presentaron en el lugar de recogida acordado más tarde ese mismo día. Se denunció su desaparición esa noche y sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente en una zona boscosa escarpada cerca del sendero.
A los pocos días, la policía hizo públicos los archivos encontrados en el teléfono móvil de Libby —dos fotos granuladas y el audio de un hombre diciendo «colina abajo»— que creían, representaban al asesino.
Pero no se produjo ninguna detención.
En julio de 2017, los investigadores publicaron un boceto del sospechoso, y otro en abril de 2019. También publicaron un breve video que muestra al sospechoso caminando sobre un puente ferroviario abandonado llamado Monon High Bridge.
Después de años sin encontrar a un sospechoso, los investigadores decidieron volver atrás para revisar «pistas anteriores».
Allen fue interrogado en 2017. Le dijo al oficial que estuvo caminando por ese sendero el día que las niñas desaparecieron y que vio a tres «mujeres» en el otro puente —el Puente de la Libertad— pero no habló con ellas. Dijo que no notó a nadie más porque estaba distraído mirando movimientos de la bolsa de valores en un teletipo de su teléfono, según una declaración bajo juramento.
La policía volvió a entrevistar a Allen el 13 de octubre de 2022, cuando de nuevo afirmó que vio a tres «chicas menores de edad» durante su paseo en 2017. Posteriormente, los investigadores registraron el domicilio de Allen y se incautó una pistola calibre 40. Las pruebas determinaron que una bala sin usar encontrada entre los cuerpos de las adolescentes «había pasado por» la pistola de Allen.
Según la declaración jurada, Allen dijo que nunca estuvo en el lugar donde se encontró la bala, que no conocía al dueño de la propiedad y que «no tenía ninguna explicación de por qué una bala que pasó a través de su arma de fuego estaba en ese lugar».
El caso sufrió repetidas demoras luego que se filtraran pruebas, los abogados de oficio de Allen se retiraron y más tarde fueron reincorporados por la Corte Suprema de Indiana. Los asesinatos de Delphi siguen siendo objeto de especulaciones y teorías desenfrenadas por parte de los entusiastas de los crímenes reales.
El juez de la Corte Suprema del condado de Allen, Fran Gull, que supervisa el caso, emitió una orden de silencio a petición de los fiscales en diciembre de 2022, dos meses después de la detención de Allen, prohibiendo a los abogados, agentes de la ley, personal judicial, el forense y los familiares de las niñas hacer comentarios sobre el caso, incluso en las redes sociales.
Gull prohibió la presencia de cámaras en la sala durante el juicio de Allen, y los periodistas no tienen permitido llevar dispositivos electrónicos al interior de la Corte.
En agosto de este año, la Corte dictaminó que los fiscales pueden presentar pruebas de docenas de declaraciones incriminatorias que afirman hizo Allen durante conversaciones con funcionarios de prisiones, reclusos, agentes de la ley y familiares. Esas pruebas incluyen la grabación de una llamada telefónica entre Allen y su esposa en la que, según los fiscales, él confiesa los asesinatos.
La decisión del juez fue «un verdadero golpe para la defensa», dijo Hal Johnston, profesor adjunto de derecho penal en la Universidad de Indiana que no está involucrado en el caso.
«Las declaraciones incriminatorias van a ser extremadamente persuasivas porque eso es lo que el jurado quiere oír», dijo Johnston. «Junto a las pruebas físicas, quieren oír que el tipo dijo que lo hizo».
Los abogados de Allen esperaban presentar pruebas de que las chicas fueron asesinadas en un sacrificio ritual por miembros de una religión nórdica pagana y un grupo nacionalista blanco conocido como los Odinistas, pero Gull falló en contra, diciendo que la defensa «no presentó pruebas admisibles» que se conecten con los hechos.
Así mismo impidió que los abogados de Allen argumentaran que los asesinatos pudieron ser cometidos por otras personas, incluido el difunto propietario de la finca donde se encontraron los cadáveres de los adolescentes.
Los fiscales no revelan aún cómo fueron asesinadas Abby y Libby. Pero una presentación judicial de los abogados de Allen en apoyo de su teoría del Odinismo afirma que los cuellos de las adolescentes fueron cortados.
Por Rick Callahan.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.