El Consejo de Salud del Estado de Washington ha decidido no incluir la vacuna contra el COVID-19 entre las vacunas obligatorias del estado para el ingreso en la guardería y en la escuela.
La decisión, tomada en la reunión pública virtual de la junta del 13 de abril, se ajusta a la recomendación del Grupo Asesor Técnico (TAG, por sus siglas en inglés). La junta había creado el TAG el pasado otoño, encargándole que investigara si las vacunas contra el COVID-19 cumplían los criterios científicos necesarios para añadirlas a la lista de vacunas obligatorias para los alumnos de K-12.
El 24 de febrero, los miembros del TAG votaron a favor de no recomendar la vacunación contra el COVID-19, alegando la falta de datos sobre la vacuna en los niños y el posible impacto negativo derivado de la obligatoriedad de las vacunas. Seis miembros apoyaron el mandato de vacunación, siete miembros votaron en contra y cuatro no estaban seguros. En la votación del 13 de abril, el Consejo de Salud tomó la decisión unánime de adoptar la recomendación del TAG.
«El Departamento de Salud apoya en gran medida la seguridad y la eficacia de las vacunas COVID-19», dijo antes de la votación del miércoles el Dr. Umair A. Shah, miembro de la junta, según AP.
«También quiero afirmar la recomendación general del (grupo asesor), pero eso no impide que nuestro departamento siga comprometido con su labor de animar al público a vacunarse contra el COVID-19».
Tanto la junta como los miembros del grupo consultivo coincidieron en que necesitan más datos sobre los efectos de las vacunas en niños de entre cinco y once años.
En la actualidad, la vacuna de Pfizer solo tiene autorización de uso de emergencia para este grupo de edad y no está totalmente aprobada. Solo Luisiana y California han añadido las vacunas contra el COVID-19 a su lista de vacunas obligatorias para los niños.
Sin embargo, los mandatos solo se aplicarán después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) conceda la aprobación completa de la vacuna de Pfizer.
Si hay nuevos datos sobre cómo afectan las vacunas a los niños o una nueva variante del virus que suponga una mayor amenaza de enfermedad grave para los niños, la junta puede volver a examinar la cuestión, señaló el Dr. Tao Kwan-Gett, responsable científico del Estado y copresidente del grupo consultivo.
En la reunión del 13 de abril, la junta recibió miles de comentarios públicos que se oponían a la imposición de mandatos de vacunación en las escuelas.
El presidente de la junta, Keith Grellner, admitió no haber visto nunca una reacción pública tan intensa a las posibles acciones de la junta durante sus 11 años en ella, según The Spokesman-Review.
«Tenemos que reconstruir esa confianza y ser capaces de mostrar a los residentes que no tenemos suficiente información, pero estamos dispuestos a poner esto en pausa hasta que tengamos más información para tomar una decisión más basada en datos», dijo Elisabeth Crawford, que representa a las ciudades de Washington en la Junta de Salud.
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