Una pediatra que fue despedida por dar la voz de alarma sobre las vacunas contra COVID-19 durante un acto celebrado por un senador estadounidense se enfrenta ahora a una investigación por parte de una junta médica estatal, que afirma que podría haber incurrido en conducta no profesional.
La pediatra, Dra. Renata Moon, testificó en diciembre del 2022 en Washington en un acto organizado por el senador Ron Johnson (republicano de Wisconsin). Ella dijo que vio un aumento en los casos de inflamación del corazón después que las vacunas contra COVID-19 fueron puestas en libertad, señaló que el COVID-19 plantea poco riesgo para los niños, y destacó cómo el inserto de las vacunas está en blanco.
La Universidad Estatal de Washington, uno de los empleadores de la Dra. Moon, dijo que su testimonio podría haber infringido la ley de ética y difundido información errónea. De hecho, la despidió.
La universidad también señaló el testimonio de la doctora Moon a la Comisión Médica de Washington (WMC), que otorga licencias a los médicos en el estado de Washington, según documentos revisados por The Epoch Times.
El Dr. Jeff Haney, presidente del Departamento de Educación Médica y Ciencias Clínicas de la universidad, declaró a la comisión que la Dra. Moon «participó en actividades que podrían percibirse como una posible difusión de información errónea» en el acto de Washington.
El testimonio de la Dr. Moon sobre la inflamación del corazón y los niños que tienen «esencialmente un cero por ciento de riesgo de daño» por COVID-19 fue «desinformación potencial», afirmó el Dr. Haney.
El WMC examinó las alegaciones y un grupo de comisionados autorizó una investigación porque la Dr. Moon podría haber actuado de forma poco profesional.
Adam Calica, investigador jefe del WMC, envió una lista de 22 preguntas, entre las que se incluían peticiones de pruebas que respaldaran los puntos planteados en el testimonio del doctor. Por ejemplo, pidió datos que respaldaran la afirmación de que los niños corrían poco riesgo con el COVID-19.
«Por favor, tenga en cuenta que se trata de una investigación preliminar y que no se presentaron cargos», dijo el Sr. Calica.
El Dr. Moon contrató a abogados de la Fundación Silent Majority para responder formalmente a las preguntas. Los abogados afirmaron que la investigación «es frívola y se basa en una política poco sólida», ya que se basa en una carta que no contiene alegaciones relativas a la práctica de la medicina por parte del Dr. Moon.
«Amenazar a un profesional de la medicina por manifestar desacuerdos y por reunirse con otros profesionales invitados a testificar ante un senador de los Estados Unidos es una violación de los derechos de la persona protegidos por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y la Constitución de Washington», dijeron los abogados.
Amenazaron con demandar a todos los comisarios y miembros del personal implicados en la apertura de la investigación por violación de una ley federal que permite demandar a los trabajadores de la administración estatal por actuar «bajo el color de la ley estatal» al violar los derechos civiles.
El WMC no respondió a las solicitudes de comentarios.
La doctora Moon, que decidió no renovar su licencia en el estado de Washington en 2023 por estar siendo investigada pero tiene licencias activas en otros estados, dijo que está siendo perseguida por una agencia armada.
«Las compañías farmacéuticas NO tienen responsabilidad por las vacunas que crean, y ahora se impide a los médicos hablar sobre los peligros que están viendo de primera mano», dijo la doctora Moon a The Epoch Times por correo electrónico. «¿Cómo puede cualquier profesional médico informar de un problema de seguridad o debatir abiertamente los riesgos/beneficios de un producto médico?».
Más detalles
Gran parte de la información solicitada por el WMC es de dominio público, como el escaso riesgo que COVID-19 supone para los niños.
Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. presentados en la audiencia, por ejemplo, mostraban que sólo el 0,01 por ciento de las infecciones entre niños y el 0,05 por ciento de las infecciones entre adultos de 18 a 29 años provocaban la muerte.
«Cuando la mortalidad es tan baja o inexistente en estos grupos de edad, los posibles efectos adversos graves de la vacuna superarán la mortalidad inexistente de estos grupos de edad», declaró durante la audiencia del 2022 el Dr. Harvey Risch, profesor emérito de epidemiología de la Facultad de Salud Pública de Yale.
La comisión también pidió el prospecto que mostró la Dr. Moon, a pesar de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. reconoció que los prospectos que se envían con las vacunas están en blanco.
Otras preguntas se referían a la experiencia de la Dra. Moon. El WMC pidió pruebas sobre su afirmación de que vio, o tiene conocimiento directo de, más pacientes con miocarditis después de la vacunación en comparación con antes de la pandemia.
La Dra. Moon dijo en su respuesta formal que el WMC «puede llevar a cabo su propia investigación sobre este tema y no puede hacerme responsable de su falta de información o experiencia». También citó estudios como uno que mostraba el escaso número de niños que murieron por COVID-19. Ella se negó a responder a algunas preguntas, asegurando que no tenían «nada que ver con la práctica de la medicina».
«El inicio de esta investigación parece destinado a intimidar y acosar a una médica que actúa en apoyo de su juramento hipocrático de ‘no hacer daño’ y de su obligación de hablar sobre preocupaciones válidas de seguridad», dijo la doctora Moon al WMC.
Dijo que planteó sus preocupaciones debido a los datos de seguridad preocupantes para las vacunas contra COVID-19 de ARN mensajero modificado (ARNm) de Pfizer y Moderna, en particular a la luz de cómo los niños fueron empujados a recibir las vacunas a pesar de que se enfrentan a poco riesgo de COVID-19.
«Hablé con mi gobierno en Washington, D.C. sobre mis preocupaciones legítimas con respecto a la administración de estas vacunas genéticas de ARN mensajero modificado COVID-19 a los niños de nuestra nación,» dijo la Dr. Moon. «Esta investigación del WMC sobre mi libertad de expresión es una violación directa de mis libertades civiles y derechos constitucionales».
Corrección: Una versión anterior de este artículo afirmaba erróneamente por qué el WMC está investigando a la Dr. Moon. El artículo también indicaba erróneamente el año en que expiró la licencia de la Dr. Moon. Epoch Times lamenta los errores.
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