El fabricante estadounidense de chips, Microchip Technology, dijo que fue blanco de un incidente de ciberseguridad que comprometió «ciertos servidores y algunas operaciones comerciales», de acuerdo a su presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos.
Microchip Technology suministra microchips a las industrias de defensa estadounidenses, incluidos los sistemas de defensa antimisiles y de ataque de precisión, según su sitio web. También suministra chips utilizados en el procesamiento de imágenes, centros de control, sistemas de radar y otros sistemas.
El 17 de agosto, una «parte no autorizada» «interrumpió el uso de ciertos servidores y algunas operaciones comerciales de la empresa», tras lo cual, añadió, había tomado «medidas adicionales para solucionar el incidente».
La empresa no reveló la identidad de la parte que supuestamente accedió a sus sistemas.
La empresa mencionó «aislar los sistemas afectados, apagar algunos sistemas e iniciar una investigación con la ayuda de asesores externos en ciberseguridad», entre las medidas que están tomando.
El incidente de ciberseguridad afectó a sus instalaciones de fabricación, que ahora «funcionan a niveles inferiores a los normales», y está afectando a su capacidad para cumplir con los pedidos, dijo la firma.
«La empresa está trabajando con diligencia para volver a poner en línea las partes afectadas de sus sistemas informáticos, restablecer la normalidad de las operaciones comerciales y mitigar el impacto del incidente».
No está clara la naturaleza del incidente. Ninguna operación de ransomware ni grupo de hackers informáticos reivindicó la autoría del ataque.
Tampoco está claro si algún dato sensible se vio comprometido en el ataque. La empresa declaró que aún se desconoce el alcance, la naturaleza y las consecuencias del incidente y que no ha determinado si es probable que la perturbación afecte materialmente a su situación financiera.
Con sede en Chandler (Arizona), Microchip Technology, afirma que cuenta con 123,000 clientes en múltiples sectores, incluidos los de automoción, consumo, aeroespacial, defensa, comunicaciones y mercados industriales.
Las acciones de la empresa, que bajaron un 2% en las últimas operaciones, han estado luchando contra la ralentización de los pedidos de chips a medida que los clientes se deshacen del exceso de inventario acumulado durante la pandemia del virus COVID-19.
En enero, la administración Biden concedió a la empresa 162 millones de dólares para impulsar las industrias de defensa, aeroespacial y automovilística de Estados Unidos, lo que pone de manifiesto la importancia de la empresa para la industria militar.
El gigante de los microchips, Advanced Micro Devices, más conocido como AMD, también declaró a principios de este año que estaba investigando las denuncias de que sus datos habían sido robados en un hackeo.
Hace unos dos meses, el fabricante de piezas de chips, GlobalWafers Co., con sede en Taiwán, comunicó a los medios locales que había sufrido un ciberataque que también había afectado a algunas de sus operaciones. En 2022, la sucursal japonesa de la empresa fue blanco del grupo de ransomware Pandora.
El año pasado también se produjeron ataques contra los fabricantes de chips TSMC y Nexperia, y, en particular, se produjo un ciberataque contra una empresa de software malicioso.
El incidente de Microchip Technology surge en medio de tensiones en los mercados chino y estadounidense de microchips.
Desde 2022, Estados Unidos ha prohibido la exportación de chips avanzados y equipos de fabricación a China, mientras que el régimen chino ha dicho que está eliminando gradualmente los chips fabricados por AMD e Intel en sus sistemas gubernamentales.
Con información de Reuters
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