La asamblea legislativa de Kansas anuló el 29 de abril los vetos de la gobernadora Laura Kelly, permitiendo que dos proyectos de ley relacionados con el aborto se conviertan pronto en ley.
El Senado de Kansas votó 28-10, y la Cámara de Representantes de Kansas votó 85-40, para anular el veto de la Sra. Kelly de un proyecto de ley que tipifica como delito coaccionar a una mujer embarazada para que aborte.
La Sra. Kelly dijo en su mensaje de veto que le preocupaba el «lenguaje vago» del proyecto de ley y el «potencial de la propuesta para entrometerse en conversaciones privadas, a menudo difíciles, entre una persona y su familia, amigos y proveedores de atención médica».
El proyecto de ley, conocido formalmente como el proyecto de ley sustitutivo del proyecto de ley 2436 de la Cámara de Representantes, declara ilegal que una persona coaccione a una mujer embarazada para que aborte cuando la mujer haya expresado su deseo de no abortar.
La coacción se define como amenazar con dañar, destruir o confiscar documentos de inmigración, o «abusar o amenazar con abusar del sistema legal».
Los infractores se enfrentan a un delito grave y una pena de prisión de hasta un año y una multa de hasta USD 5000, a menos que el infractor sea el padre del bebé por nacer y la mujer embarazada sea menor de edad, en cuyo caso se puede imponer una multa de hasta USD 10,000.
En una declaración conjunta, los líderes republicanos de la Cámara de Representantes de Kansas dijeron que la gobernadora se equivocaba al equiparar las conversaciones con los «estrictos requisitos de lo que define la coacción en el proyecto de ley»
Añadieron que «coaccionar a una mujer para que aborte cuando no es su elección siempre está mal».
La Sra. Kelly es demócrata, mientras que el Partido Republicano controla las dos cámaras legislativas del estado.
El testimonio ofrecido a principios de este año a favor del proyecto de ley señaló que, según las encuestas, algunas mujeres que recibieron abortos se sintieron coaccionadas para hacérselos.
«La presión alcanza a menudo el nivel de coacción, ya que la vivienda, las oportunidades profesionales y educativas y otras ayudas económicas se utilizan como palanca para obligar a las mujeres a abortar. Las tácticas de coacción para abortar pueden incluso llegar al acoso y las amenazas de daños físicos. El tráfico de seres humanos y el abuso sexual infantil también son situaciones que pueden conducir a abortos coaccionados», dijo a los legisladores Jeanne Gawden, directora de relaciones gubernamentales de Kansans for LifeDijo que apoyaba el proyecto de ley porque «daría a las mujeres que se enfrentan a la coacción para abortar el respaldo legal que necesitan y es una herramienta adicional para que los fiscales busquen justicia para estas mujeres».
La Kansas Birth Justice Society fue uno de los grupos que manifestaron su oposición al proyecto de ley.
Su estrecho enfoque en la coacción relacionada con el aborto «pasa por alto otros comportamientos igualmente perjudiciales que atentan contra la autonomía reproductiva de las personas», dijo a los legisladores Sapphire Garcia-Lies, directora ejecutiva de la sociedad.
Los legisladores también anularon varios otros vetos, incluido el de un proyecto de ley que introduce el requisito de que los proveedores médicos pregunten a las mujeres que se someten a abortos la razón o razones para abortar.
Las razones que una mujer puede elegir incluyen que tener un bebé interferiría con la educación, el empleo o la carrera profesional de la mujer y que la mujer ya tiene «suficientes o demasiados hijos».
Las mujeres pueden negarse a indicar un motivo.
Los funcionarios tendrán la obligación de comunicar el número de respuestas a cada opción dos veces al año.
Según el Instituto Guttmacher, que aboga por el aborto, otros 16 estados ya obligan a los proveedores de atención sanitaria a dar información sobre la razón por la que las mujeres solicitan abortos.
La Sra. Kelly dijo en su mensaje de veto que no había razones válidas «para obligar a una mujer a revelar a la legislatura si han sido víctimas de abuso, violación o incesto antes de obtener un aborto o “para obligar a una mujer a revelar a la legislatura por qué está buscando un aborto”.
La representante estatal Brenda Landwehr, republicana que ayudó a anular el veto, se mostró en desacuerdo.
«Es importante que los responsables de las políticas públicas que toman decisiones sanitarias cada día lo hagan con conocimiento de causa», declaró al Kansas City Star. «En ningún caso la información de este proyecto de ley restringe, previenee o impide abortar a ninguna mujer».
El senador estatal Pat Pettey, entre los opositores al proyecto de ley, dijo que iba en contra de la idea de no dificultar las cosas a las mujeres que planteaban abortar.
Brittany Jones, directora de política y compromiso de Kansas Family Voice, estuvo entre los que hablaron a favor del proyecto de ley en una audiencia del comité del Senado, diciendo que añadir preguntas para plantear a las mujeres embarazadas que van a abortar «puede ayudar a este organismo y a otros a saber cómo conocer a las mujeres donde se encuentran en la vida».
La Dra. Selina Sandoval, entre los oponentes, dijo que el proyecto de ley añadiría razones «arbitrarias» para abortos «médicamente innecesarios» y «expone intencionadamente la vida personal de las pacientes a la voluntad de políticos que nunca las han conocido».
«Este proyecto de ley», añadió, «está motivado por el estigma antiaborto y el deseo de acosar, intimidar y avergonzar a los proveedores de atención médica y a los pacientes de Kansas».
Actualmente, en Kansas, las mujeres pueden abortar hasta 22 semanas después de la última menstruación. Las mujeres también pueden abortar en etapas posteriores del embarazo con algunas excepciones, como cuando el aborto se considera necesario para salvar la vida de la mujer. Los abortos en Kansas han aumentado en los últimos años.
Los votantes de Kansas rechazaron en 2022 una propuesta que habría modificado la constitución del estado para permitir la prohibición del aborto.
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