Los recientes comentarios del presidente Joe Biden describiendo el genocidio uigur en China como una cuestión de diferente norma cultural están permitiendo que se mantenga una «conducta escandalosa» y suponen «una grave amenaza para el mundo», dijo el exjefe de Estado Mayor del Departamento de Defensa, Kash Patel, en una entrevista el 21 de febrero.
«En China están cometiendo un genocidio contra los uigures. Eso no se discute, pero que el líder del mundo libre diga que el genocidio es una norma cultural es indignante», dijo Patel a Maria Bartiromo de Fox News.
«¿Se imaginan si el presidente Trump hubiera dicho públicamente que el genocidio uigur en China, que todo el mundo reconoce, es una norma cultural? Habría sido una calamidad mundial», dijo Patel. «Pero como los medios de comunicación de izquierda permiten que la politización de nuestra seguridad nacional continúe, solo porque Joe Biden lo dijo, esto permite esta conducta escandalosa».
Durante una reunión con CNN el 16 de febrero, Biden contó sobre su llamada telefónica de dos horas con el líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Xi Jinping. Biden pareció racionalizar las acciones de Xi sugiriendo que China fue históricamente «víctima» de fuerzas externas cuando no estaba «unificada» desde el interior.
«Si se sabe algo de la historia de China, esto es lo que siempre ha sido —cuando China ha sido víctima del mundo exterior es cuando no ha estado unificada en casa», dijo Biden. «El principio central de Xi Jinping es que debe haber una China unida y fuertemente controlada y en base a eso justifica las cosas que hace».
Biden indicó que le dejó en claro a Xi que debía tratar sobre los derechos humanos, y que Xi dijo que «lo entiende». Biden a continuación dijo que «culturalmente hay diferentes normas para cada país y ellos —sus líderes— se espera que la sigan».
Aunque no está claro si Biden se refería a sí mismo o a Xi cuando hablaba de las «diferentes normas», la declaración suscitó críticas porque Biden parecía no discrepar de que el genocidio fuera una norma para China. Es posible que Biden se refiriera al hecho de que él, como presidente de Estados Unidos, debe hablar de los derechos humanos, mientras que Xi reconoce aquello como una norma cultural.
La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una petición de The Epoch Times para que comentara y aclarara sus palabras.
«Ningún presidente estadounidense puede ser sostenido como tal si no refleja los valores de Estados Unidos», dijo Biden. «Entonces la idea es que yo no voy a hablar en contra de lo que él está haciendo en Hong Kong, de lo que está haciendo con los uigures en las montañas occidentales de China, y de Taiwán, tratando de concretar la política de Una China por la fuerza. Yo he dicho —y por lo mismo—él dijo que— él entiende eso. Culturalmente, hay diferentes normas que cada país y ellos —sus líderes— se espera que la sigan».
Patel dijo que las declaraciones de Biden no causaron un escándalo solo por la ayuda de los medios de comunicación de izquierda, que permiten que continúe esta «conducta escandalosa» del PCCh.
«Como los medios de comunicación de izquierda permiten que continúe la politización de nuestra seguridad nacional solo porque Joe Biden lo dijo, se permite esta conducta escandalosa y, lo que es más importante, la muerte y el exterminio de una población minoritaria en China que está encerrada en recintos vallados y no puede salir y está sometida a una terapia de reeducación. Esto es una grave amenaza para el mundo», dijo Patel.
En el último día completo del gobierno de Donald Trump, Estados Unidos emitió una determinación en la que declara que, en su trato a los uigures, el PCCh incurrió en genocidio y crímenes contra la humanidad desde al menos 2017. Los crímenes incluyen «el encarcelamiento arbitrario u otra privación grave de la libertad física de más de un millón de civiles, la esterilización forzada, la tortura de un gran número de los detenidos arbitrariamente, los trabajos forzados y la imposición de restricciones extremas a la libertad de religión o de creencias, la libertad de expresión y la libertad de movimiento», dijo entonces el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una declaración.
Los comentarios dados por Biden siguen a los de varios de sus designados, que durante las audiencias de confirmación mostraron una postura más relajada respecto a China que la del gobierno de Trump.
Patel señaló que los comentarios de Biden en el foro de CNN fueron una extensión de la visión de China que el presidente reveló al responder a una pregunta sobre castigar a China por no ser veraz sobre el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus. El 10 de febrero Biden dijo que está «interesado en conocer todos los hechos» cuando le preguntaron sobre castigar a China por el encubrimiento.
«Sabemos de dónde vino el virus», dijo Patel.
«Sabemos de dónde procede el virus», dijo Patel. «O bien no está siendo informado y la gente no se lo está diciendo, o bien está siendo informado y no lo recuerda. Pero es un hecho contundente que el virus vino de Wuhan y este es el tipo de politización tanto de la comunidad de inteligencia como del aparato de defensa, algo que el pueblo estadounidense simplemente se merece que sea mejor, y los medios de comunicación están dejando que se salgan con la suya”.
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