La asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway dijo que el presidente Donald Trump está de acuerdo con que los americanos se manifiesten contra las órdenes de confinamiento, pero les animó a seguir las directrices federales de distanciamiento social para evitar la propagación de COVID-19.
«Necesitamos un distanciamiento físico de seis pies, usar esa cubierta para la cara, esa mascarilla», dijo Conway a Fox News el lunes.
Un experto de Fox News señaló a Conway que muchos de los manifestantes no cumplían con las directrices de distanciamiento social, incluyendo el estar más cerca de seis pies el uno del otro y no usar protección facial.
Conway estuvo de acuerdo en que algunos manifestantes no han seguido las pautas pero estipuló que «algunos de estos gobernantes se han distanciado físicamente del sentido común».
«En Michigan básicamente se puede fumar la hierba pero no cortarla», dijo Conway, refiriéndose al consumo de marihuana y a las restricciones de Michigan sobre la venta de productos de césped y de jardín, respectivamente. «Esto no tiene sentido para muchas personas y, por lo tanto, para ellos, esto no se trata de ninguna rebelión local».
Sus comentarios vinieron después de que Trump escribiera en Twitter llamadas a «LIBERAR» Michigan, Minnesota y Virginia, que recientemente aprobaron una serie de proyectos de ley que muchos en los estados dicen que son inconstitucionales.
En Michigan, Kentucky, Ohio, Carolina del Norte y en otros lugares, un número de manifestantes se reunieron para protestar por las medidas de confinamiento. Dichas restricciones provocaron una avalancha de pérdidas de puestos de trabajo en las últimas semanas, siendo más de 20 millones las personas que reclamaron el seguro de desempleo.
«Económicamente, dicen: ‘Mire, estoy en una zona de baja infección, soy asintomático, no estoy expuesto, quiero volver al trabajo'», dijo Conway.
«Seamos justos, hoy es 20 de abril, tenemos millones —decenas de millones— de americanos mirando las facturas de mayo. ¿Cómo van a cumplir con estas facturas en mayo? Su alquiler, su hipoteca, la comida para sus hijos, las necesidades básicas de su hogar, y están diciendo: ‘Quiero volver al trabajo'», añadió.
Conway señaló que aunque los gobernadores tienen la última palabra sobre la reapertura de sus estados, existe la preocupación entre algunos en la Casa Blanca de que se están dedicando a «controlar la población» en lugar de «protegerla».
Tras las protestas en el edificio del capitolio en Lansing, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, dijo que se está avanzando en la reducción de la propagación del virus del PCCh.
«Saben que mi orden de confinamiento es una de las más conservadoras de la nación, pero el hecho es que está funcionando. Estamos viendo que la curva comienza a aplanarse. Y eso significa que estamos salvando vidas», dijo a la CNN el 19 de abril.
La orden de Whitmer ha sido descrita como draconiana por sus críticos, que han dicho que es una violación de sus derechos constitucionales. La orden es una de las más restrictivas de los Estados Unidos y prohíbe la venta de muchos artículos considerados no esenciales en las grandes tiendas, así como algunas disposiciones inusuales como la prohibición de la venta de semillas. También prohíbe a la gente visitar a amigos, parientes, segundas residencias y alquileres de vacaciones en el estado en la mayoría de las circunstancias.
«Michigan tiene ahora mismo el tercer recuento de muertes más alto del país; somos el décimo estado más grande. Como se puede deducir, esto significa que tenemos un asunto excepcionalmente difícil aquí», dijo Whitmer en la entrevista. «Está afectando desproporcionadamente a nuestro estado, y por eso necesitamos tomar una acción agresiva para proteger a la gente».
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