El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, negó este jueves que las armas que México confisca al crimen organizado sean del Ejército estadounidense, como señaló la canciller mexicana Alicia Bárcena el pasado lunes.
«No son armas del Ejército de Estados Unidos, al parecer mío, porque yo no tengo ninguna información —en los dos años y medio que yo he estado aquí— que estas sean armas que vienen del Ejército de los Estados Unidos», dijo Salazar a la prensa mexicana este jueves.
«Que tienen los calibres que se usan en el ejército, eso sí es posible», agregó. «Pero no son, a vista mía y de la información que tengo, que vienen del Ejército de los Estados Unidos».
Así fue que Salazar respondió a las declaraciones de Bárcena, quien el lunes afirmó que en la reciente reunión con los funcionarios de Washington advirtieron sobre el tráfico de armas de uso exclusivo del Ejército de EE. UU. a México.
«Hay una cosa muy importante, y es que la Secretaría de la Defensa alertó a los Estados Unidos sobre armas que están entrando a México, que son de uso exclusivo del Ejército estadounidense. Y es muy urgente que se haga una investigación al respecto», dijo la titular de Relaciones Exteriores (SRE) de México, durante la conferencia matutina del gobierno.
El diplomático estadounidense, consciente de que se trata de un tema de preocupación para el gobierno y la población mexicana, prometió que buscará saber cuál es la realidad detrás de esa preocupación.
«[Vamos a] hacer todo lo que se tenga que hacer para reducir el flujo de armas que hay aquí en México», afirmó.
México contra la proliferación de armas desde EE. UU.
El gobierno mexicano del actual sexenio ha insistido a Estados Unidos ayuda para frenar al ingreso de armas que ingresan al país, porque asegura que el crimen organizado hace uso de estas durante sus enfrentamientos, ya sea con las Fuerzas Armadas o con grupos antagónicos.
Este lunes, la Corte de Apelaciones del Primer Circuito en Estados Unidos falló a favor del gobierno mexicano y reactivó un juicio contra los fabricantes de armas de EE. UU., tras una demanda que interpuso el gobierno mexicano en agosto del 2021 por USD 10,000 millones contra los fabricantes y distribuidores de armas del país vecino.
En ella, el gobierno mexicano alega que dichas empresas permitieron “deliberadamente” el tráfico ilegal de armas de fuego en el país.
Tras conocer el fallo, la Secretaría de Relaciones Exteriores lo celebró y lo calificó como un “hecho sin precedentes”.
«La demanda de México es la primera que un Estado extranjero presenta en contra de la industria ante los tribunales de Estados Unidos. En la inédita resolución de esta tarde, la Corte de Apelaciones consideró que el juez de primera instancia desechó incorrectamente el reclamo de México. Por ello, la Corte ordenó que el asunto regrese a primera instancia para continuar su desarrollo», agregó la SRE.
Con información de EFE y de Eduardo Tzompa.
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