El representante Kevin McCarthy (R-Calif.) finalmente obtuvo suficientes votos para ser elegido el 55º Presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, en una muy reñida elección que se prolongó en la sala del Capitolio hasta pasada la medianoche. Se necesitaron 15 votaciones desde que comenzaron el 3 de enero.
Con 216 votos a favor, McCarthy superó al representante demócrata Hakeem Jeffries, de Nueva York, quien recibió los 212 votos de su bancada en todas menos una de las 15 rondas que comenzaron después del mediodía del 3 de enero, cuando el 118º Congreso se reunió por primera vez. Jeffries recibió 211 preferencias cuando el representante David Trone (D-Md.) faltó en una de las votaciones por una intervención quirúrgica.
La victoria de McCarthy fue posible cuando los seis disidentes conservadores populistas restantes que se habían opuesto a él desde la primera votación votaron todos presentes. Eso redujo el número de miembros votantes a 428, y redujo el número que McCarthy debía alcanzar de 218 a 216 votos.
Cuando quedó claro que McCarthy se había asegurado finalmente la presidencia de la Cámara, la parte republicana de la Cámara lo celebró, y muchos abrazaron a su nuevo líder, se dieron la mano, rieron y se dieron palmadas en la espalda. McCarthy dio un abrazo especialmente animado a su líder de la mayoría en la Cámara, el representante republicano Steve Scalise. McCarthy también posó para hacerse selfies con varios de sus compañeros republicanos, incluida la representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.).
Durante una decimocuarta votación una hora y media antes, cuando todos en la cámara se dieron cuenta al final de la votación nominal de que solo se necesitaba un voto más para poner a McCarthy en el asiento del presidente de la Cámara, se produjeron conversaciones muy animadas mientras los miembros trataban de persuadir al representante Matt Gaetz (R-Fla.) o a la representante Lauren Boebert (R-Colo.) para que cambiaran su voto.
Fue entonces que Gaetz cambió de opinión y aceptó votar a favor de McCarthy, por lo que se rechazó una moción para aplazar la votación y se procedió a la 15ª votación. Gaetz terminó votando presente durante la 15ª ronda de votaciones.
En los últimos años, las elecciones a la presidencia de la Cámara se han celebrado en su mayor parte con una sola papeleta de votos, por lo que la incapacidad de McCarthy para cerrar el acuerdo supuso un cambio histórico. La Cámara no había necesitado más de 13 rondas de votaciones para elegir a un nuevo presidente desde antes de la Guerra Civil.
La última vez que se necesitaron más de 13 votaciones para elegir un presidente fue en el 36º Congreso, que demoró entre el 5 de diciembre de 1859 y el 1 de febrero de 1860 para decidir por William Pennington, un republicano de Nueva Jersey.
Durante una rápida conferencia de prensa con los periodistas fuera de la Cámara, poco después de la 13ª votación, McCarthy expresó su confianza en el resultado para cuando la Cámara volviera a reunirse más tarde por la noche. «Esta es la gran parte, porque ha llevado tanto tiempo, ahora hemos aprendido a gobernar. Así que ahora seremos capaces de hacer el trabajo», dijo el líder republicano.
McCarthy había logrado cambiar la decisión de 13 de los 20 disidentes a primera hora del día, cuando se contaron los votos por duodécima vez. Los miembros se reunieron a mediodía para el cuarto día de intervenciones, debates, negociaciones y votaciones en el histórico esfuerzo por nombrar a un sucesor de la ahora expresidenta de la Cámara Nancy Pelosi (D-Calif.).
Cuando se contaron las papeletas de la doceava votación, McCarthy tenía 213 votos, superando por primera vez al representante Hakeem Jeffries (D-N.Y.), que había recibido los 212 votos demócratas en cada votación. El representante Jim Jordan (R-Ohio), que votó a favor de McCarthy, recibió cuatro, mientras que el representante Kevin Hern (R-Okla.), que también votó a favor de McCarthy, obtuvo tres votos.
McCarthy había ganado por 200 a 203 votos en todas las votaciones anteriores. Al convertir 13 de los 20 a su lado, se acercó tentadoramente para convertirse en presidente de la Cámara.
Todas las conversiones de los representantes fueron significativas. Las del 6 de enero fueron especialmente entre el presidente del Freedom Caucus (HFC), el representante Scott Perry (R-Pa.); el representante Byron Donalds (R-Fa.) y el representante Chip Roy (R-Texas), los tres principales líderes del grupo disidente.
Entre los disidentes que se acercaron a McCarthy en la duodécima votación estaban los representantes Dan Bishop ( R-N.C.), Josh Brecheen (R-Okla.), Michael Cloud (R-Texas), Andrew Clyde (R-Ga.), Paul Gosar (R-Ariz), Anna Paulina Luna (R-Fla.), Mary Miller (R-Illinois), Ralph Norman (R-S.C.). ), Andy Ogles (R-Tenn.), Mary Miller (R-Ill.), Ralph Norman (R-S.C.), y Keith Self (R-Texas).
La representante Victoria Spartz (R-Ind.) votó a favor de McCarthy tras haber votado «presente» en seis votaciones anteriores.
El gran obstáculo para resolver la contienda fueron las exigencias de los 20 disidentes de múltiples reformas en los procedimientos de la Cámara para empoderar a los miembros de base y disminuir el poder del presidente.
Poco después de la duodécima votación, Perry, cuyo caucus HFC ha sido el corazón del movimiento disidente desde el verano pasado, dijo a los periodistas fuera de la Cámara que estaba entusiasmado con las concesiones de McCarthy y los cambios resultantes que seguirán en la forma en que la Cámara lleva a cabo sus asuntos.
«Yo confío en el marco del acuerdo que hemos alcanzado. Sinceramente, la mayor victoria es el marco general, no hay una cosa en particular. La persona más poderosa del edificio tiene que rendir cuentas. Tenemos cambios en la forma en que vamos a gastar y asignar el dinero aquí que estos van a ser históricos, vamos a ser capaces finalmente de evitar que el Senado nos haga rodar», dijo Perry.
«Vamos a ver una representación más conservadora en los comités importantes (…) vamos a tratar las asignaciones de forma diferente. Todas esas cosas sobre la moción del puesto vacante, la moción de dejar el puesto vacante (del presidente de la Cámara) es responsabilidad. Una persona debería poder presentar la moción, pero todo el cuerpo tiene que votar sobre ella», continuó Perry.
«Pero tiene que ser lo que Thomas Jefferson previó que fuera, porque la persona más poderosa debe rendir cuentas, no solo ante el pueblo estadounidense, sino ante el monedero, los miembros de este órgano», dijo.
Perry también insistió en que los disidentes no buscaban concesiones para beneficiarse personalmente, sino para cambiar el funcionamiento de la Cámara.
«Estamos pidiendo cosas para cambiar el funcionamiento de esta institución porque no funciona para el pueblo estadounidense. Nosotros nos mantuvimos firmes, lo exigimos. Ahora seguro que es difícil. Porque este lugar funciona con el statu quo, el statu quo sirve a este pueblo, nosotros ya estamos hartos de eso», explicó.
Antes del viernes, los disidentes habían votado por una serie de candidatos, entre ellos Donalds, el representante Andy Biggs (R-Ariz.), el representante Ken Hern ( R-Okla.), y Jordan.
Mientras los miembros votaban, McCarthy y su equipo, incluidos el nuevo líder republicano de la Cámara, Tom Emmer (R-Minn.) y el representante Guy Reschenthaler (R-Pa.), entablaban intensas negociaciones con Roy, Perry, Biggs y Donalds, entre el grupo disidente.
El líder republicano hizo múltiples concesiones a los disidentes y a última hora del 5 de enero se distribuyó un borrador del acuerdo por escrito. McCarthy expresó su confianza antes de que se convocara la sesión del 6 de enero en que se estaban haciendo «buenos progresos» en las negociaciones. Su confianza se confirmó en la 13ª votación.
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