El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, expresó el jueves su voluntad de restablecer las comunicaciones inactivas con Corea del Sur, después de una solicitud de Seúl.
Tan solo días antes de sus declaraciones, Corea del Norte disparó un misil hipersónico de nuevo desarrollo hacia el Mar de Japón, frente a su costa oriental. El misil supuso una tercera prueba de armamento en poco más de dos semanas.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este jueves a puerta cerrada para analizar la última prueba de armamento de Corea del Norte tras las peticiones de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, según los diplomáticos.
Restablecimiento de las líneas directas
El portavoz del estado norcoreano, KCNA, informó el jueves que Kim declaró estar dispuesto a reanudar las líneas directas transfronterizas que han estado interrumpidas durante más de un año. El líder hizo estas declaraciones en el segundo día de debates del parlamento de Corea del Norte.
Corea del Norte cortó las líneas directas a principios de agosto, apenas unas semanas después de que las dos Coreas las restablecieran el 27 de julio. El gesto de Corea del Norte fue una aparente represalia por los ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos, que habían comenzado el 10 de agosto.
El ministerio de Unificación de Corea del Sur, responsable de los asuntos intercoreanos, instó el 26 de septiembre a Corea del Norte a restablecer los canales de comunicación inactivos como punto de partida para reanudar las conversaciones sobre el fin de la Guerra de Corea de 1950-53, que se detuvo en un alto el fuego en lugar de un tratado de paz.
El jueves, el ministerio surcoreano acogió con satisfacción las observaciones de Kim sobre las comunicaciones transfronterizas y dijo que se preparará para el restablecimiento de las líneas directas, que, según dijo, son necesarias para discutir muchos asuntos pendientes. También añadió que esperaba un «funcionamiento estable» de los canales.
Corea del Norte también cortó las comunicaciones en junio de 2020 tras una fallida cumbre de paz, después de lo cual hizo explotar un edificio de la oficina de enlace intercoreana justo dentro de su frontera, que se había construído para mejorar las comunicaciones.
Acusaciones de Pyongyang
El ministerio sudcoreano no comentó las otras declaraciones de Kim dadas el jueves, en las que criticó a Corea del Sur por sus vínculos con Estados Unidos. Kim también acusó a Seúl de estar «empeñado en mendigar apoyo y cooperación externa clamando por la cooperación internacional al servicio de Estados Unidos», según una traducción a través de The Associated Press.
Kim también acusó a Estados Unidos de no cambiar su «política hostil» hacia Corea del Norte y de continuar con sus propias actividades militares mientras busca conversaciones para desmantelar los programas nucleares y de misiles de Pyongyang a cambio de un alivio de las sanciones estadounidenses.
«Estados Unidos pregona el ‘compromiso diplomático’ y el ‘diálogo sin condiciones previas’, pero no es más que un truco mezquino para engañar a la comunidad internacional y ocultar sus actos hostiles», dijo Kim, acusando al gobierno de Joe Biden de «emplear formas y métodos de lo más astutos», según una traducción de Reuters.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jalina Porter, dijo el 28 de septiembre que Estados Unidos «sigue comprometido con un enfoque diplomático hacia la [República Popular Democrática de Corea], y también pedimos a la RPDC que participe en el diálogo».
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU el 21 de septiembre, pidió el fin formal de la Guerra de Corea y propuso que las dos Coreas hicieran una declaración de paz simbólica. Pero el viceministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Ri Thae Song, dijo que el llamado era prematuro porque no hay garantías de que Estados Unidos vaya a retirar su «política hostil».
Corea del Norte realizó otras dos pruebas de armamento antes del 28 de septiembre, fecha del último lanzamiento, un misil hipersónico. El 11 y el 12 de septiembre, probó un nuevo misil de crucero de largo alcance capaz de alcanzar objetivos a unos 1500 kilómetros de distancia, lo que pone a todo Japón y a las instalaciones militares estadounidenses en ese país al alcance de un ataque. Pocos días después, Pyongyang lanzó dos misiles balísticos desde un tren, alcanzando un objetivo a 497 millas (800 kilómetros) de distancia.
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