El presidente Joe Biden dijo el lunes que los estadounidenses no deberían temer la perspectiva de una guerra nuclear con Rusia, ya que los funcionarios de la Casa Blanca indicaron que Estados Unidos no ha cambiado el estatus de sus fuerzas nucleares.
Las declaraciones ocurren luego de que el presidente ruso, Vladimir Putin, dijera el domingo que prepararía las fuerzas de defensa estratégica de su país, que supervisan parte del arsenal nuclear ruso.
Mientras asistía a un evento el lunes, un reportero le preguntó a Biden si los estadounidenses deberían preocuparse por una guerra nuclear. Biden simplemente respondió con un «No».
Putin, un día antes, dijo que la medida para aumentar la preparación de las fuerzas nucleares se hizo luego de que Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones impusieran sanciones punitivas y otras penas contra los dirigentes de Rusia.
El lunes, el Kremlin hizo surgir el espectro de una guerra nuclear, y los funcionarios anunciaron que los misiles balísticos intercontinentales, submarinos y bombarderos de largo alcance con capacidad nuclear de Rusia habían sido puestos en alerta máxima, siguiendo las órdenes de Putin durante el fin de semana. Putin, casi al mismo tiempo, también denunció a Estados Unidos y a sus aliados como un «imperio de mentiras».
«Estamos evaluando la directiva del presidente Putin. Y en este momento, no vemos ninguna razón para cambiar nuestros propios niveles de alerta», dijo Psaki a los periodistas el lunes. «Creemos que una retórica provocativa como esta con respecto a las armas nucleares es peligrosa, aumenta el riesgo de un error de cálculo, debe evitarse y no nos permitiremos usarla», agregó.
Psaki también dijo que Estados Unidos no intentará intensificar la retórica contra Rusia a la luz del aparente recrudecimiento de amenaza nuclear.
«Es importante recordar que—incluso en el transcurso de los últimos meses y años—cuando tuvimos importantes desacuerdos con Rusia sobre varios temas, Estados Unidos y Rusia acordaron desde hace tiempo que el uso nuclear tendría consecuencias devastadoras», comentó.
Durante el pasado fin de semana, algunos miembros del Congreso pidieron que se impusiera y aplicara una zona de exclusión aérea en Ucrania, lo que significaría que las fuerzas estadounidenses y de la OTAN podrían atacar directamente a los aviones rusos.
Psaki también dijo a los periodistas que la administración Biden y la OTAN no están considerando una zona de exclusión aérea, calificándola como «definitivamente una escalada».
Los funcionarios ucranianos, incluido el presidente Volodymyr Zelensky, también pidieron a la OTAN que la aplicara porque permitiría que Ucrania «derrotara al agresor con mucha menos sangre».
Replicando una declaración hecha por Biden durante un discurso sobre las sanciones de la semana pasada, Psaki también reiteró que Estados Unidos no enviará a sus militares a Ucrania.
«No vamos a tener una guerra militar con Rusia con tropas estadounidenses, y él cree que es de vital importancia, y ante todo importante, ser directo con la gente al respecto», dijo la secretaria de prensa.
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