La administración de Trump está proveyendo de USD 354 millones a una compañía que encabezará el esfuerzo de fabricar fármacos clave y drogas e ingredientes para el uso contra el COVID-19.
La Corporación Phlow de Virginia está encabezando un equipo que proveerá la fabricación de ingredientes activos farmacológicos y los compuestos químicos para esos ingredientes, como también drogas genéricas de las que hay escasez debido al surgimiento de pacientes hospitalizados debido a la pandemia del COVID-19.
Los ingredientes y fármacos serán fabricados en Estados Unidos, incluyendo un nuevo edificio que será construido en Virginia. No se han dado nombres de los fármacos específicos, pero los médicos han advertido sobre la falta de hidroxicloroquina debido a su extendido uso contra el COVID-19. La hidroxicloroquina es usualmente usada contra la malaria, lupus y la artritis reumatoide.
Los faltantes de la cloroquina, el antibiótico azitrocimina y el sedante fentanyl, también se han producido por el aumento de su uso durante la pandemia, según Premier Inc.
El gobierno federal está aprobando USD 354 millones a Phlow en un contrato que incluye un adicional de USD 458 millones como opciones potenciales. Phlow es una empresa fundada este año «para ayudar a nuestra nación asegurar su propia reserva estratégica de fármacos».
El CEO de Phlow, el Dr. Eric Edwards, dijo que Estados Unidos necesita durante la pandemia una fuente confiable de fármacos y drogas ingredientes clave fabricados en el país.
«Esta capacidad avanzada de fabricación fortificará significativamente la cadena de suministro farmacológica de nuestra nación para medicinas críticas, incluyendo muchas otras requeridas para tratar pacientes hospitalizados con COVID-19», agregó en una declaración, refiriéndose a la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), un nuevo coronavirus de China.
Rosemary Gibson, un miembro de la junta directiva de Phlow, le dijo a The Epoch Times el mes pasado que muchos países, entre ellos Estados Unidos, dependen de China para miles de medicinas.
«Si Chna cierra la puerta a las exportaciones de químicos clave, y otros ingredientes para hacerlos, veremos, los países esperando en fila para conseguir medicinas vitales para tratar a su población. Ya estamos comenzando a ver la rivalidad de precios para ciertas drogas que se están ahora volviendo más escasas porque la demanda global ha aumentado con el coronarias. Es una situación muy seria a la que nos estamos acercando», dijo.
El nuevo proyecto que Phlow que está encabezando, será visto en el futuro como «un momento definitorio y un punto de inflexión para proteger a las familias estadounidenses —y a nuestro país— de las amenazas a la salud pública actuales y futuras», dijo Peter Navarro, director de la Oficina de Políticas de Comercio y Fabricación de la Casa Blanca, en una declaración el martes.
Las décadas anteriores han visto una disminución en la fabricación de medicinas genéricas y drogas ingredientes en Estados Unidos. Más del 80 por ciento de los fármacos activos ingredientes y químicos ingredientes usados en Estados Unidos para fabricar genéricos y drogas de venta al público se producen en el exterior. La mayoría viene de China e India.
Phlow se está asociando con Civica Rx, una compañía farmacéutica sin fines de lucro que tiene como objetivo bajar el costo de las medicinas; el Instituto Medicinas para Todos de la Universidad Commonwealth de Virginia; y AMPAC Fine Chemicals, una empresa manufacturera de Las Vegas que produce ingredientes farmacológicos activos. El grupo ya ha comenzado a fabricar químicos ingredientes, ingredientes activos y formas finales de más de una docena de medicamentos para tratar pacientes hospitalizados con COVID-19.
El equipo usa una técnica llamada química «flujo» (flow), o la mezcla de reacciones químicas en un tubo o caño, el cual permite reacciones más rápidas y otros beneficios.
«Esta tecnología no ha sido extensamente adoptada en la industria de fármacos genéricos pero cuando se usa, puede aumentar la calidad, seguridad y volumen de medicamentos, produciendo costos menores para los estadounidenses», dijo el equipo en una conferencia de prensa.
Los fondos del gobierno vienen de la Autoridad en Investigación y Desarrollo Avanzado Biomédico, que es parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
«Estados Unidos tiene la capacidad, recursos y experiencia para asegurar nuestra cadenas de suministro médicos; ahora que la administración de Trump está proveyendo el liderazgo para que eso suceda», dijo en una declaración el secretario de salud Alex Azar.
«Al trabajar con el sector privado, HHS está tomando un paso significativo para reconstruir nuestra capacidad nacional de protegernos de las amenazas a la salud utilizando ingredientes hechos en Estados Unidos y creando nuevos empleos estadounidense en el proceso».
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