La alcaldesa demócrata de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, dijo que no está de acuerdo con la decisión del gobernador Brian Kemp de declarar el estado de emergencia y activar la Guardia Nacional.
«La ironía de eso es que le pedí al gobernador Kemp que nos permita obligar [el uso de] máscaras en Atlanta … pero él llamó a la Guardia Nacional sin preguntar si necesitábamos la Guardia Nacional», dijo Bottoms en una entrevista el martes a la mañana.
Kemp, un republicano, hizo la declaración de emergencia el lunes a la noche luego de un fin de semana especialmente violento en toda Atlanta que provocó la muerte a una joven niña y de otros.
El gobernador argumentó que era necesario poner en el lugar hasta 1000 tropas de la Guardia Nacional para asegurar ciertos edificios, incluyendo la mansión del gobernador, el capitolio del estado, las oficinas del Departamento de Seguridad Pública, y el Centro Congreso Mundial de Georgia. Agregó que las tropas liberará a la policía estatal de esos lugares para que patrullen las calles de Atlanta.
«Las protestas pacíficas fueron infiltradas por criminales con planes peligrosos, destructivos. Ahora los georgianos inocentes están siendo blanco, les disparan, y se los deja morir», dijo Kemp en una declaración el lunes. «La falta de ley debe ser detenida y el orden restaurado en la ciudad capital».
Pero Bottoms insistió en la entrevista con «Good Morning America» de ABC, que su oficina ha «estado coordinando con la Patrulla Estatal de Georgia (…) y les hemos dado asistencia, y ellos nos han provisto asistencia».
«En ningún momento se mencionó que alguien sintiera que había necesidad de que la Guardia Nacional viniera aquí», dijo.
Kemp dijo que él tuvo que declarar una emergencia «porque la seguridad de nuestros ciudadanos es lo primero», mientras que luego agregó que permitirá «a las tropas proteger la propiedad del estado y enviar a oficiales agentes de la ley a patrullar nuestras calles».
«Ya se ha hablado duro lo suficiente», concluyó el gobernador republicano. «Debemos proteger las vidas y el sustento de todos los georgianos».
Por toda Atlanta el fin de semana del 4 de julio, unas 31 personas recibieron disparos y cinco personas murieron, incluyendo una niña de 8 años. Las oficinas de la Patrulla Estatal de Georgia fueron también vandalizadas por manifestantes durante ese mismo tiempo, dijeron los oficiales.
«Ellos se armaron con ladrillos, ladrillos de jardinería, cócteles molotov, pirotecnia. Su única misión era destruir la propiedad y eso es exactamente lo que hicieron», dijo a WSB-TV, la Lt. Stephanie L. Stallings, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Georgia.
Ella dice que entre 60 y 100 vándalos vestido de ropa negra llegaron a las oficinas temprano en las horas de la mañana, para causar destrozos.
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