La alcaldesa de Chicago dijo el 4 de septiembre que se sentía frustrada porque Texas está enviando inmigrantes ilegales en autobús a su ciudad.
Cincuenta inmigrantes llegaron en autobús a Chicago el domingo desde Texas. Dos autobuses llegaron días antes a Chicago, dejando a más de 95 inmigrantes.
Las autoridades de Texas comenzaron a transportar a Washington a los extranjeros ilegales que aceptaron la oferta en abril, y desde entonces han ampliado la operación a la ciudad de Nueva York y Chicago.
La alcaldesa de Chicago, la demócrata Lori Lightfoot, dijo que las autoridades están trabajando con organizaciones sin fines de lucro para «dar una verdadera bienvenida» a los inmigrantes, pero se siente frustrada por lo que describió como una falta de coordinación.
«Mi frustración proviene de las acciones del gobernador de Texas. Podría haber un nivel de coordinación y cooperación, pero él elige no hacer nada de eso, y en su lugar intenta enviar seres humanos —no carga, no flete— sino seres humanos a través del país hacia un destino incierto», dijo Lightfoot en una sesión informativa. «Todavía no hemos escuchado a nadie en una posición oficial de Texas, eso es inaceptable».
Afirmó que el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, está «fabricando una crisis humana».
Abbott ordenó el plan de transporte. Ha dicho que la operación tiene como objetivo aplicar presión sobre el gobierno federal, que ha aflojado o revertido completamente las políticas clave de inmigración de la era Trump.
«Continuaremos transportando migrantes en autobús a ciudades santuario como NYC, DC y ahora Chicago hasta que el gobierno federal haga su trabajo y asegure la frontera», dijo Abbott en un comunicado en las redes sociales cuando los primeros autobuses llegaron a Chicago.
Políticas santuario
Chicago, Nueva York y Washington tienen las llamadas políticas santuario, o políticas que prohíben o limitan la cooperación con las autoridades de inmigración de EE. UU. en relación con los inmigrantes ilegales.
La Ordenanza de Ciudades Acogedoras de Chicago (pdf) dice que ninguna agencia o funcionario puede arrestar, detener o seguir deteniendo a una persona únicamente por la creencia de que está en Estados Unidos de forma ilegal, y restringe la cooperación con el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos.
«He sido muy tajante en mi tiempo como alcaldesa en asegurarme de que estamos haciendo todo lo que podemos para proporcionar un espacio seguro y acogedor aquí en Chicago», dijo Lightfoot. «Es el momento de vivir nuestros valores. Y eso es precisamente lo que estamos haciendo».
Más de 9500 inmigrantes han sido trasladados en autobús a las ciudades desde abril, según la oficina de Abbott, que no ha querido dar muchos detalles sobre la operación, como cuánto ha costado hasta la fecha. Los inmigrantes son liberados por las autoridades federales tras ser procesados. Al menos algunos han solicitado asilo. Los inmigrantes han desbordado Washington y Nueva York, lo que ha llevado a las autoridades a pedir ayuda federal y a poner en marcha procedimientos de emergencia.
Chicago también está pidiendo ayuda a la administración del presidente Joe Biden, dijo Lightfoot.
«Estamos pidiendo cualquier ayuda que podamos obtener del gobierno federal», dijo. «El estado ha intervenido; el condado ha sido un socio increíble. Así que estamos pidiendo a todas las personas de buena voluntad que den un paso adelante y nos ayuden».
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