Opinión
La situación en Hong Kong se deterioró drásticamente después que el régimen chino decidió implantar la ley de seguridad nacional allí. Con arrestos masivos de activistas prodemocracia y el frecuente despliegue de sus funcionarios de confianza en Hong Kong, el líder chino Xi Jinping ha mostrado su determinación por transformar a Hong Kong en un lugar similar a la China comunista.
Recientemente, los cierres repentinos no anunciados y las pruebas obligatorias masivas para COVID-19 han ocurrido con igual frecuencia en Hong Kong y en China continental. El gobierno de Hong Kong también anunció que exigiría a los ciudadanos que registren las tarjetas SIM de sus teléfonos con sus nombres reales. La empresa que aprueba los nombres de dominio de Internet dijo recientemente que ahora rechazaría cualquier sitio que «incite a actos ilegales».
Xi también ha colocado subalternos leales en puestos clave dentro de los departamentos del Partido a cargo de los asuntos de Hong Kong.
La bandera de los «patriotas que gobiernan Hong Kong» es en realidad parte del «sueño rojo» de Xi para Hong Kong. Y es el primer paso de Xi para atacar el mundo libre.
Bloqueos por el virus y restricción a las libertades
El 1 de febrero, en un esfuerzo por frenar la propagación del COVID-19, el gobierno de Hong Kong designó cuatro «áreas restringidas» para el cierre y para realizar pruebas obligatorias: los vecindarios de Yuen Long, Tsim Sha Tsui, Yau Ma Tei y Hung Hom.
Antes de eso, el gobierno impuso cierres repentinos de vecindarios en tres ocasiones durante una semana.
El 23 de enero, el gobierno cerró el área del barrio Jordania durante 44 horas, envió a 3000 empleados para examinar a 7000 personas y encontró 13 casos confirmados de COVID-19.
Del 28 al 29 de enero, en North Point, se hicieron pruebas a 475 residentes y no hubo ningún caso positivo. Aproximadamente 15 personas no se hicieron la prueba y tuvieron que asumir una multa de 5000 dólares de Hong Kong (alrededor de USD 645) que les impuso el gobierno de la ciudad.
Estas medidas han sacudido a la sociedad hongkonesa. Muchos las criticaron por considerarlas ineficaces y un despilfarro del dinero de los contribuyentes. Como modelo de la «gran lucha contra la epidemia» de Xi, estas duras medidas pueden ser aún más intensas en Hong Kong.
El gobierno anunció el 1 de febrero que las áreas se cerrarán con mayor frecuencia en los próximos 10 días, hasta la víspera del Año Nuevo Chino. Al mismo tiempo, se anunció que mientras haya un caso confirmado de origen desconocido dentro de un edificio residencial, o si las aguas residuales del edificio dan positivo, las pruebas para todo el edificio serán obligatorias.
La líder de Hong Kong, Carrie Lam, dijo que para evitar que los residentes escapen de las pruebas obligatorias, se harán «al estilo de una emboscada». Dados estos movimientos, puede deducir el alcance de la desconfianza entre la gente hacía el gobierno.
Desde enero de este año, la libertad de información de Hong Kong también se ha visto cada vez más restringida. El sitio web Hong Kong Chronicles, dedicado a brindar información sobre protestas a favor de la democracia, fue bloqueado. La Red de Banda Ancha de Hong Kong dijo que lo hizo en conformidad con la ley de seguridad nacional.
El 29 de enero, el gobierno anunció su plan de registros obligatorios para tarjetas SIM de teléfonos móviles. Los registros deben tener el nombre completo e identificación y/o información de la empresa donde labora el dueño de la línea. El período de consulta pública del gobierno para la propuesta es de un mes, mucho menos que el período convencional para este tipo de procedimiento, que es de tres meses.
A principios de 2021, Beijing empezó a apretar rápidamente el cerco contra Hong Kong.
Cambios de personal
El Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) cree que el control del Partido en Hong Kong nunca es suficiente. El PCCh cambió recientemente el personal de la Oficina de Enlace, la oficina de representación de Beijing en Hong Kong.
El 26 de enero, Shi Kehui, un exsubordinado de Xi mientras trabajaba en la provincia de Zhejiang, fue designado para dirigir la unidad de vigilancia anticorrupción dentro de la oficina principal de Beijing a cargo de los asuntos de Hong Kong, conocida como la Comisión Central de Inspección Disciplinaria en la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao (HKMAO). Anteriormente, Shi fue director del organismo de vigilancia anticorrupción de la provincia de Guangdong, la cual comparte frontera con Hong Kong.
Shi trabajó de cerca con Xi; fue subsecretario del Partido de Zhejiang, mientras que Xi fue secretario del Partido. La unidad anticorrupción dentro de la HKMAO, como es el caso de otras agencias del Partido, se ha convertido en la herramienta que usa Xi para supervisar a los funcionarios e implementar políticas económicas y de prevención de pandemias.
Luego, en algún momento a fines de enero, Chen Feng, director de la oficina de policía en la ciudad de Putian, provincia de Fujian, asumió el liderazgo del departamento de enlace policial dentro de la Oficina de Enlace de Hong Kong. Chen era un antiguo subordinado de Wang Xiaohong, miembro del Comité Central del PCCh y viceministro ejecutivo del Ministerio de Seguridad Pública. Wang era muy cercano a Xi. Cuando Xi era secretario del Partido en la ciudad de Fuzhou, Wang era director de la oficina de policía (seguridad pública) y jefe de seguridad de Xi.
El South China Morning Post informó el 29 de enero, citando fuentes internas, que la Oficina de Enlace llevará a cabo importantes reemplazos de personal. Beijing habría dispuesto que 200 funcionarios se unieran a la Oficina de Enlace, 100 de los cuales eran nuevas incorporaciones. Las fuentes le dijeron al periódico que muchos de ellos estaban familiarizados con las redes sociales y que la Oficina de Enlace tendría más responsabilidades, incluida la de asegurarse de que la ciudad esté «gobernada por patriotas».
Implantando el comunismo en Hong Kong
El 27 de enero, la líder de Hong Kong, Carrie Lam, informó sobre su trabajo a Xi a través de una videoconferencia, según el medio estatal chino, Xinhua. Xi enfatizó que «los patriotas deben gobernar Hong Kong». El llamado patriota es para alguien que cree en el gobierno del PCCh. Bajo el régimen chino, el país es el Partido y el Partido es el país.
«Xi dijo que Hong Kong solo puede mantener su estabilidad y seguridad a largo plazo si se asegura de que ‘los patriotas gobiernen Hong Kong'», informó Xinhua.
En resumen, Xi cree que, para resolver el problema de Hong Kong, la ciudad debe estar gobernada por patriotas, es decir, personas en las que el Partido confíe para gobernar Hong Kong. Esta es la razón por la que Hong Kong ha experimentado cambios de personal frecuentes recientemente.
Xi tiene un sueño para Hong Kong, que es hacer que Hong Kong sea más «rojo» y cada vez más parecido al continente. Xi también ha dicho que espera construir una “comunidad global con un futuro compartido para la humanidad”, trayendo la influencia comunista al mundo. Gobernar Hong Kong bajo el modelo del PCCh es el primer paso de Xi para infiltrarse en el mundo libre.
Pero este sueño es un arma de doble filo. Hong Kong fue una vez parte de una sociedad libre y fue conocida como la Perla de Oriente. Cuanto más controle Xi a Hong Kong como lo hace con China, más fácil será para la gente darse cuenta de la verdadera amenaza del PCCh.
El Dr. Tang Qing, radicado en Estados Unidos, es un periodista senior.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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