La antifragilidad nos ayuda a mejorar cuando entrenamos

Mientras me sumergía en mi programa Fearless Mastery, con algunas de las personas más increíbles, he presentado algunas ideas clave para entrenarnos.

Estas son las ideas que he estado desarrollando en mis programas Sea Change y Fearless Training, (Cambio radical y Entrenamiento sin miedo), ya que he entrenado a miles de personas para cambiar sus hábitos, así como los patrones que se interponen en el camino de nuestros significativos trabajos.

Este es el problema cuando tratamos de entrenarnos para el cambio:

1. Nos proponemos hacer algo con regularidad: ejercitarnos, meditar, escribir, crear algo, etc.
2. Fracasamos en ello.
3. Luego nos desmoronamos. Podemos golpearnos, desanimarnos y rendirnos.

Este es un punto frágil y no resistente. Tal vez lo intentamos media docena de veces, y finalmente, pensamos que algo anda mal con nosotros.

No hay nada malo en nosotros. El problema está en el frágil enfoque de desmoronarse cuando fallamos.

En su lugar, he estado entrenando a la gente con la idea de la antifragilidad incorporada en nuestro sistema de entrenamiento.

Antifragilidad

La idea de la antifragilidad viene del libro de Nassim Nicholas Taleb «El Cisne Negro«: La idea básica es que muchos sistemas hechos por el hombre son frágiles. Algo viene a tensionar el sistema, y se desmorona. Algunos sistemas son sólidos o resistentes, lo que es mucho mejor que frágiles.

Pero aún mejor es la idea de ser antifrágil: el estrés hace que el sistema sea más fuerte.

Los sistemas humanos son antifrágiles: cuando hacemos ejercicio, estamos estresando el sistema, y después de que nos recuperamos, somos más fuertes y más capaces de manejar ese estrés. Los huesos se vuelven más densos con el impacto. Muchos sistemas naturales tienen mecanismos antifragilidad incorporados.

Podemos hacer que los sistemas hechos por el hombre sean más antifrágiles diseñando formas en las que el estrés hará que el sistema sea mejor para manejar el estrés. El fracaso ayuda al sistema a hacerse más fuerte.

Veamos cómo aplicar esta idea en nuestro entrenamiento, cualquier tipo de aprendizaje, formación de hábitos, entrenamiento físico o mental, cualquier cosa en la que intentemos mejorar.

Ideas clave para la antifragilidad

Antes de entrar en los detalles de los sistemas de entrenamiento, veamos algunas ideas clave que he encontrado útiles:

1. Esperar al estrés, los fracasos y las caídas.
2. Diseñar el sistema de entrenamiento no solo para ser resistente sino para fortalecernos con el estrés y los fracasos.
3. Eliminar la fragilidad del sistema. Ejemplos: fumar, deudas, tener demasiadas posesiones, o estar súper herido o enojado cuando se encuentra con críticas o fracasos.
4. Tomar pequeños riesgos a menudo; pequeños experimentos diseñados para ayudarnos a aprender del fracaso. Ejemplo: Cada día, trato de mejorar en el duro trabajo, siendo cada día un miniexperimento. Fracaso a menudo, lo que significa que aprendo a menudo.
5. Acepte la incertidumbre, el riesgo, el fracaso, la incomodidad. Estas se convierten en cosas que lo ayudaran a crecer, en lugar de cosas que hay que evitar, de las que quejarse o que se derrumban. Acepte la variabilidad, el ruido, la tensión.
6. La actitud es siempre aprender y mejorar del fracaso. No se lamente, abrácelo y aprenda, mejore y fortalézcase. Ame el error. Cuando su sistema se estrese, ¿cómo responderá para fortalecerse?
7. Inyecte intencionalmente el estrés en su vida: corra, levante pesas, acelere, tome duchas frías, acepte desafíos, experimentos y aventuras.

Ahora apliquemos esto a nuestros sistemas de entrenamiento.

Sistema de entrenamiento antifragilidad

Algunas ideas para usar en el entrenamiento:

Realice pequeños experimentos diseñados para ayudarse a aprender del fracaso

Lo pequeño es bueno. Lo grande y voluminoso lleva al fracaso cuando los grandes factores de estrés ocurren. En cambio, pequeño significa que usted es liviano, fácilmente adaptable y puede cambiar fácilmente. Para el entrenamiento, esto se aplicará principalmente a la forma en que practicamos: podemos hacer intencionalmente pequeños experimentos, pequeñas sesiones de entrenamiento, en lugar de proyectos masivos o sesiones muy largas. Experimentar con pequeñas sesiones de ejercicio, cambios limitados en la dieta, o ráfagas cortas de actividad en un proyecto que ha estado postergando.

Adopte la actitud de aceptar la incertidumbre, el riesgo, el fracaso y la incomodidad.

En lugar de tener miedo de estos y evitarlos, empuje hacia ellos y mejore cada vez más al tratar con ellos. De esta manera, cada fracaso, cada momento de incertidumbre o incomodidad se convierte en una maravillosa oportunidad para practicar y mejorar. Esto convierte estos momentos difíciles en algo para celebrar.

Realice revisiones semanales, úselas para aprender, ajustar y mejorar continuamente

Cada experimento diario debe ser registrado: ¿cómo lo hizo ese día?, ¿qué salió bien?, ¿qué se interpuso en el camino, y qué puede aprender y ajustar de cara al futuro? Luego tome un poco de tiempo para repasar cada semana, y use los datos para aprender y ajustar. Este es el tipo de estructura que necesitamos para usar el estrés en nuestras vidas para crecer.

Utilice la responsabilidad y el apoyo

Reporte cada día o cada semana a las personas que pueda para que lo ayuden, mantener los pies sobre la tierra, y ayudarlo a ver los patrones que se están interponiendo en el camino. Informar a otras personas nos ayuda a aprender de nuestros errores y fracasos. Tener un grupo de apoyo también le dará una red sobre la que puede caer cuando se derrumbe, para que no tenga que colapsar completamente.

Incorpore la redundancia

Si tiene un solo punto de falla, es fácil colapsar cuando las cosas van mal. Para el entrenamiento, recomiendo tener múltiples formas de rendir responsabilidades, múltiples recordatorios y revisiones. Esto puede parecer un poco tedioso hasta que nos damos cuenta de que nos hace más propensos a seguir con nuestro entrenamiento.

Reduzca las cosas que lo hagan más frágil

Fumar lo hace más frágil, al igual que comer de forma poco saludable. ¿Qué hace que nuestro entrenamiento sea más frágil? Las quejas, el resentimiento y otros hábitos de pensamiento negativo similares. Aunque no podamos evitarlos completamente, vamos a intentar reducirlos para mejorar nuestra resistencia y antifragilidad en general.

Inyecte intencionalmente el estrés en su vida

No queremos buscar constantemente la comodidad porque nos entrena para ser frágiles. Pero demasiado estrés y dolor pueden destruirnos con el cansancio y la depresión. Así que queremos solo el suficiente estrés que podamos manejar y nos ayude a crecer a partir de él. Regularmente. Así que entrenarnos para aceptar la incertidumbre y la incomodidad regularmente, cuando tenemos la capacidad de manejarlo, puede ayudarnos a crecer. Estrés, recuperación y crecimiento.

Sea amable consigo mismo, pero supere sus tendencias

Castigarse no ayuda. Solo lo hace más frágil. Es tremendamente útil aprender a ser compasivo con uno mismo. Dicho esto, es fácil dejarse llevar. Por lo tanto es útil comprometerse, cuando está en su mejor estado de ánimo, en un contrato de compromiso. Dígale a la gente: «Si no medito todos los días de esta semana, te debo 100 dólares». O algo así; no tiene que ser dinero. No se permita facilitar el entrenamiento o el desafío para nada en la próxima semana, solo puede cambiar su entrenamiento para los días que están más allá de una semana.

Vea las oportunidades en todo

Es una idea antifragil para aprovechar las oportunidades. Cuando surjan buenas oportunidades, ser capaz de aprovecharlas. Para el entrenamiento, es bueno aprender a ver oportunidades para practicar en todo, y luego aprovechar esas oportunidades de práctica tanto como podamos.

Preguntas que debemos hacernos

Con esas cosas incorporadas en el sistema, es bueno hacerse preguntas como:

1. ¿Cuáles son las cosas que me hacen (a mi o a mi negocio) frágil? Algunos ejemplos podrían ser el tabaco, los alimentos no saludables, el pensamiento negativo, la incapacidad de recibir críticas, demasiadas deudas, demasiadas posesiones, etc.
2. ¿Qué es lo más importante de la misión que me haría fracasar? ¿Cómo puedo crear redundancia allí? ¿Tengo dos de un elemento o salvaguarda esencial? ¿Puedo crear un Plan A, B y C?
3. ¿Qué tipo de red de apoyo puedo crear (o tengo) que pueda ayudarme a recuperarme rápidamente cuando ocurra un evento o fallo estresante?
4. ¿Cómo puedo optimizar en el peor de los casos en vez de para el mejor? ¿Cómo puedo apoyar mi esfuerzo por resistirme en vez de buscar consuelo todo el tiempo?
5. ¿Cómo puedo ver una oportunidad en cada dificultad?

Te animo a que incorpores estas ideas en cualquier esfuerzo de entrenamiento y mejora personal que estés realizando.

Lo animo encarecidamente a que compruebes mis programas: Cambio radical y Entrenamiento sin miedo, y por supuesto: Fearless Mastery (Sin miedo)  cuando se abra de nuevo.

Leo Babauta es el autor de seis libros, el escritor de «Hábitos Zen», un blog con más de 2 millones de suscriptores, y el creador de varios programas en línea para ayudarle a dominar sus hábitos. Visita ZenHabits.net

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