Se dice que cada marca de la balanza tradicional china de 16 liang representa una constelación. Las marcas representan el arado o La Osa Mayor (Big Dipper), La Osa Mayor del Sur (Southern Dipper) y las deidades de la fortuna, la prosperidad y la longevidad.
El color de las marcas debe ser blanco o amarillo. No se debe usar el negro, ya que un empresario debe ser puro y amable.
Si engaña a sus clientes sobre el peso, con un liang (una unidad de peso tradicional china) más corto, esto se llama fortuna reducida». Con dos liang más cortos, esto se llama «prosperidad eliminada», y con tres liang más cortos se llama «vida acortada».
Las siguientes son dos historias sobre balanzas chinas antiguas.
Hijo expía los pecados de su padre tras haber engañado a los demás
Hubo un tendero en Yangzhou durante la dinastía Ming que tuvo un hijo y dos nietos. La familia era bastante acomodada. Cuando el tendero estaba en su lecho de muerte, le mostró una balanza a su hijo y dijo: «Este es el secreto de mi éxito. Insertaron mercurio en el brazo medidor de la balanza y engañé a todos mis clientes sobre el peso. Así es como he acumulado tanta riqueza. Debes sacar el mejor provecho de la balanza».
El hijo quedó estupefacto con la noticia. Nunca habría imaginado que su padre comprometería su integridad. Él quemó la balanza después de la muerte de su padre.
Para expiar los pecados de su padre, hizo todo lo posible para ayudar a los pobres y hacer obras de caridad. En menos de tres años, más de la mitad de la fortuna de su familia se había ido, pero él nunca se quejó.
Sin embargo, sus dos hijos murieron uno tras otro a una tierna edad. Estaba devastado. Incapaz de descubrir la razón de su desgracia, culpó a la Providencia y sintió que lo que había pasado era que él había logrado solo hacer una pequeña compensación, ya que su amabilidad no fue recompensada.
Un día, soñó que el juez en el inframundo le explicaba la situación. El juez dijo: «El éxito de su padre con respecto a la adquisición de riqueza, fue el resultado del trabajo de caridad que hizo en su vida anterior. La cantidad de dinero que tiene una persona está predestinada. El brazo con mercurio no ayudó a convertirlo en un hombre rico. De hecho, el haber engañado a sus clientes para obtener su dinero por medios deshonestos, fue un pecado. Él está sufriendo en el inframundo ahora.
«Sus pecados también te afectan. El cielo envió a tus dos hijos para que te desangraran. Ganarás pocas sumas y tu vida también se acortará».
«Tu padre pensó que podía asegurar una buena vida para sus hijos y nietos dejándoles todo su dinero. Pero poco sabía él de que su hijo viviría poco y que sus nietos desperdiciarían la fortuna familiar».
«Pero tienes un corazón de oro y has estado haciendo buenas obras para expiar los pecados de tu padre. Estoy aquí por orden del Dios del Cielo para recuperar a tus dos hijos indignos. Pronto tendrás un hijo obediente para honrar a tu familia. Tu vida también se ha prolongado. Continúa haciendo el bien y no culpes al Cielo o a La Providencia por ser injustos contigo».
La balanza fue inventada con grandes pensamientos en mente. Es más que un simple dispositivo de pesaje. También sirve como un recordatorio para que los hombres de negocios no engañen a sus clientes con el peso, o de hecho se harán daño a sí mismos. Es capaz de distinguir a una persona íntegra de los demás.
«Cuando eres honesto, no sufres ninguna pérdida»
«Historias para despertar al mundo», un libro escrito por Feng Menglong y publicado en 1627, dice: «Cuando eres malo, no ganas dinero. Cuando eres honesto, no sufres ninguna pérdida».
En los primeros años de la República de China, había dos tiendas de arroz, Yong Chang y Feng Yu. El jefe de Feng Yu decidió hacer uso de la situación caótica para ganar dinero. Invitó a un fabricante de balanzas a su lugar y le habló en privado. «Por favor, hazme una balanza que sea 15.5 liang en lugar de los 16 liang normales. Te pagaré una cadena adicional de dinero».
Su nuera recién casada lo escuchó. Ella pensó por un momento. Después de que su suegro se fue, ella le dijo al fabricante de la balanza: «Mi suegro se está volviendo senil. Él cometió un error. Haga una balanza que sea 16.5 liang en lugar de los 16 liang habituales. Te pagaré dos cadenas adicionales de dinero. Pero debes ocultárselo a mi suegro».
La balanza de 16.5 liang se realizó en muy poco tiempo. El fabricante de la báscula cumplió su promesa con la nuera y no le dijo al jefe el verdadero peso de la báscula. El jefe confió en las habilidades del fabricante de la báscula y comenzó a usar la báscula ese mismo día.
Después de un tiempo, el negocio de Feng Yu comenzó a prosperar. Incluso los clientes de Yong Chang comenzaron a comprarle a Feng Yu. Pasó el tiempo, e incluso las personas que vivían lejos vendrían hasta Feng Yu para comprar arroz. Feng Yu estaba ganando mucho dinero para fin de año. Finalmente, Yong Chang vendió su negocio a Feng Yu.
El último día del año lunar, era hora de la cena en la reunión familiar. El jefe estaba realmente satisfecho y lanzó una pregunta a todos. «¿Cuál crees que es el secreto de nuestro éxito?». Lo que provocó una discusión.
El jefe se rio entre dientes. «La respuesta está en la balanza. En realidad es una balanza de 15.5 liang. Por cada catty de arroz vendido, ahorré medio liang. Así es como nos hicimos ricos». Le dijo a su familia cómo había sobornado al fabricante de la báscula.
Su nuera recién casada se levantó lentamente de su asiento. Ella le dijo al jefe: «Hay algo que debo decirte, suegro. Pero, por favor, prométeme que me perdonarás». El jefe estuvo de acuerdo y la nuera continuó diciéndole cómo la balanza se había convertido en 16.5 liang.
Ella dijo: «Tenías razón, suegro. De hecho, la causa de la nueva fortuna es en efecto debido a la balanza. Pero en nuestra balanza, un catty no es 16, sino siempre 16.5 liang. Puede parecer que estamos ganando menos por cada catty vendido, pero mayores ventas significan mayores ganancias. Fue nuestra honestidad e integridad lo que nos trajo riqueza».
El jefe no le creyó, pero al pesar la balanza se demostró que en realidad era 16.5 liang por catty. El jefe estaba estupefacto. Entró en su habitación sin decir una palabra.
El día siguiente fue el primer día del Año Nuevo Lunar. El jefe reunió a todos y dijo: «Me estoy haciendo viejo. Después de contemplarlo, decidí entregar el negocio a mi nueva nuera. Ella está a cargo a partir de ahora».
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