La campaña de Trump retiró el jueves una demanda en Michigan después de obtener un «alivio» en el Condado de Wayne, dijo el exalcalde de la ciudad de Nueva York Rudy Giuliani.
«Esta mañana retiramos nuestra demanda en Michigan como resultado directo de lograr el alivio que buscábamos: evitar que las elecciones en el Condado de Wayne sean certificadas prematuramente antes de que los residentes puedan estar seguros de que cada voto legal ha sido contado y de que cada voto ilegal no ha sido contado», dijo el abogado y portavoz de la campaña Giuliani en unas declaraciones.
Las declaraciones se produjeron después de que dos escrutadores del Condado de Wayne firmaran declaraciones juradas diciendo que querían rescindir sus votos, y alegaron que fueron amenazados el martes para certificar las elecciones del 3 de noviembre en el condado, que incluye el bastión demócrata de Detroit.
No está claro si Giuliani se refería a los acontecimientos en el Condado de Wayne.
«Rescindo mi voto anterior que certificaba las elecciones del Condado de Wayne», dijo la escrutadora Monica Palmer en una declaración jurada firmada el miércoles por la noche. «Creo plenamente que los votos del Condado de Wayne no deben ser certificados». El otro escrutador, William Hartmann, también firmó una declaración jurada, haciéndose eco de la queja de Palmer.
Ambos argumentaron que «la intensa intimidación y coacción» les obligó a votar para certificar los resultados. También dijeron que los funcionarios prometieron que se llevaría a cabo una auditoría completa de las elecciones para abordar sus preocupaciones, pero la pareja se enteró más tarde de que no se llevaría a cabo ninguna auditoría.
«El vicepresidente Jonathan Kinloch me aseguró que la votación para la certificación de las elecciones de noviembre resultaría en una auditoría completa e independiente de los distritos electorales descompensados de Detroit», escribió Palmer, según una declaración jurada. «Confié en esa garantía y voté para certificar las elecciones en base a esa garantía».
«Horas más tarde, me enviaron unas declaraciones que la secretaria Jocelyn Benson hizo, diciendo que no consideraba que la resolución de nuestra auditoría fuera vinculante», continuó Palmer. «Como resultado de estos hechos, rescindo mi voto anterior que certificaba las elecciones del Condado de Wayne.»
Tanto Hartmann como Palmer dijeron que fueron acusados de ser racistas, y que fueron acosados después de votar en contra de la certificación de los resultados, y Palmer añadió que algunos «me amenazaron a mí y a miembros de mi familia».
«Luego les amenazaron, les gritaron y les acosaron salvajemente, y fueron FORZADOS a cambiar su voto, pero luego SE NEGARON, como patriotas estadounidenses, a firmar los documentos. El 71% es un DESASTRE. ¡No acosen!», escribió el presidente Donald Trump el miércoles, tomando nota de sus quejas.
No está claro si sus declaraciones juradas tendrán un efecto legal. Tal y como ha señalado el Detroit News, la Junta de Escrutadores del Estado ahora estudiará los resultados de las elecciones del Condado de Wayne.
Tracy Wimmer, portavoz de la Oficina de Benson, dijo al periódico que «no hay ningún mecanismo legal para que ellos rescindan su voto. Su trabajo está hecho, y el siguiente paso en el proceso es que la Junta de Escrutadores del Estado se reúna y certifique [los resultados]». El vicepresidente de la Junta, Jonathan Kinloch, un demócrata, dijo que pedirá a Benson una auditoría, pero no se dieron garantías.
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