El asesor económico de la Casa Blanca, Jared Bernstein, ha admitido que la inflación en Estados Unidos es «inaceptablemente alta», pero ha dicho que no ve al país dirigiéndose hacia una recesión.
Bernstein dijo en «Fox News Sunday» el 17 de julio que factores como la invasión rusa de Ucrania y la actual crisis energética están detrás del aumento de los precios, pero señaló que los precios de la gasolina, aunque siguen siendo demasiado altos, se están «moviendo en la dirección correcta», lo que, según él, está «dando a los estadounidenses un respiro muy necesario».
«Así, por ejemplo, la inflación, que es inaceptablemente alta —dejémoslo claro— subió un 1.3% en junio. De nuevo, un aumento inaceptablemente alto. La mitad de ese aumento corresponde solo a los precios de la energía».
«Desde entonces, el precio de la gasolina ha bajado 50 céntimos por galón. Ahora hay 20,000 gasolineras en todo el país donde la gasolina está por debajo de 4 dólares el galón».
El promedio nacional de un galón de gasolina normal era de 4.521 dólares el 16 de julio, según la AAA, por debajo de los 4.989 dólares de hace un mes, pero todavía por encima de los 3.168 dólares de hace un año por estas fechas.
Bernstein añadió que el gobierno de Biden está trabajando para reducir aún más los precios, al mismo tiempo que subestima el riesgo de una recesión económica.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) a 12 meses alcanzó el 9.1% en junio, marcando su nivel más alto desde noviembre de 1981, impulsado por el aumento del coste del alquiler, los alimentos, la energía y la atención médica.
«El gasto del consumidor es muy fuerte»
Sin embargo, Bernstein señaló la fortaleza del gasto de los consumidores y el aumento del empleo, a pesar de la inflación, y señaló que «las nóminas y el gasto de los consumidores son realmente muy fuertes por el lado de las nóminas y fuertes también por el lado del gasto».
También señaló un aumento de la demanda de viajes al levantarse las restricciones de viaje impuestas durante la pandemia de COVID-19, lo que, según dijo, también está «contribuyendo al fuerte gasto de los consumidores, a las fuertes ventas de los comercios, al crecimiento del empleo y a una tasa de desempleo del 3.6% en los últimos cuatro meses».
La economía estadounidense añadió 372,000 puestos de trabajo en junio y la tasa de desempleo se situó en el 3.6 por ciento, aunque la inflación sigue aumentando y los temores de recesión siguen pesando.
«Quiero ser claro: hay mucha gente que está luchando con este alto nivel de inflación, pero como macroeconomista, cuando se mira el stock de ahorros en la economía, es de billones», dijo. «La gente está recurriendo a esos ahorros para seguir manteniendo el gasto de los consumidores».
Bernstein añadió que es «muy difícil llegar a la conclusión de que estamos en una recesión cuando se observan las nóminas y los aumentos de empleo que hemos visto».
Una encuesta de Bloomberg entre economistas publicada el lunes reveló que las probabilidades de que la economía estadounidense caiga en una recesión en los próximos 12 meses han aumentado al 47.5% desde junio, frente al 30% del mes pasado.
Mientras tanto, una encuesta reciente realizada por MagnifyMoney sobre una muestra de 2082 encuestados, mostró que el 70 por ciento de los estadounidenses cree que se avecina una recesión y el 68 por ciento dice no sentirse preparado financieramente para ella.
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