Los funcionarios de la Casa Blanca durante el fin de semana expresaron su confianza en que la orden de la vacunación contra COVID-19 por parte de la administración para empresas privadas se mantendrá luego de que una corte de apelaciones la bloqueara temporalmente el sábado.
“Estoy seguro de que cuando esto se resuelva por completo, y no sea sólo una orden temporal, se mantendrá la validez de este requisito. Es de sentido común, Chuck, si OSHA puede decirle a la gente que use un casco en el trabajo, que tenga cuidado con los productos químicos, puede implementar estas simples medidas para mantener a nuestros trabajadores seguros», dijo a «Meet the Press» el jefe de personal de la Casa Blanca, Ron Klain, alto confidente del presidente Joe Biden, refiriéndose a la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Aproximadamente dos docenas de estados, numerosas entidades privadas y particulares, e incluso un medio de comunicación, presentaron demandas contra las ordenes de vacunación de la administración Biden. La norma de OSHA estipula que los empleados en todas las empresas con 100 o más trabajadores se vacunen o se sometan a pruebas semanales y usen mascarillas faciales en el lugar de trabajo.
Los estados, la mayoría de los cuales están dirigidos por republicanos, han argumentado que la orden de OSHA contraviene la Constitución y que el gobierno federal no tiene la autoridad.
En una declaración a The Epoch Times durante el fin de semana, la procuradora del trabajo, Seema Nanda, dijo que la agencia «confía en su autoridad legal» y afirmó que la orden está destinada a hacer frente a «un grave peligro» planteado por el COVID-19. Las cifras publicadas por la Universidad Johns Hopkins dicen que la tasa de letalidad de COVID-19 en Estados Unidos es de aproximadamente el 1.6 %, mientras que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dicen que de los 46 millones contabilizados oficialmente como un caso de COVID-19, 751,000 han muerto.
«Estamos completamente preparados para defender este estándar en las cortes», dijo Nanda en un correo electrónico.
Sin embargo, la coalición de estados liderada por los republicanos que interpusieron demandas argumenta que la norma de OSHA representa una amenaza existencial para la libertad individual en Estados Unidos.
«Como hemos visto en todo el país, es (…) un desastre de política pública que desplaza a los trabajadores vulnerables y agrava la escasez de trabajadores de primera línea en todo el país, con graves consecuencias para todos los estadounidenses», dijo el fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, en un comunicado de prensa la semana pasada.
Algunos grupos comerciales también han expresado su alarma sobre la orden en cartas dirigidas a la Casa Blanca en las últimas semanas. Entre ellos, American Trucking Associations advirtió que estima que el 13 % de los camioneros dejaría la industria por completo, mientras que el 37 % de los conductores probablemente dejarían su trabajo en las principales empresas de transporte y buscar empleo en otros lugares.
Como una victoria para un grupo de estados, la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de EE. UU. bloqueó temporalmente la orden de OSHA el sábado, incluyendo a Texas, Louisiana, Mississippi, Utah y Carolina del Sur. La norma, junto con las ordenes de vacunación para la mayoría de los trabajadores de la salud y contratistas federales, entrará en vigor el 4 de enero.
Algunos estados presentaron demandas contra la parte de la norma de Biden que afecta a los contratistas federales, que emplean alrededor de una quinta parte de los trabajadores estadounidenses. Y, a diferencia del requerimiento de OSHA para empresas privadas, la norma para contratistas federales y trabajadores de la salud que trabajan en instalaciones financiadas por Medicare o Medicaid no tiene la opción de mostrar pruebas semanales.
Con información de Zachary Stieber.
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