El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Jeff Zients, dijo que la administración Biden no negociará con los representantes del Partido Republicano (GOP) de la Cámara sobre su propuesta de recorte de gastos en relación al techo de la deuda.
La administración Biden insistió en que las conversaciones sobre el aumento del límite de la deuda de Estados Unidos se mantengan separadas de las conversaciones sobre el gasto federal.
El presidente Joe Biden se negará a negociar recortes de gastos con los republicanos de la Cámara de Representantes a cambio de elevar el techo de la deuda, declaró Zients a Asma Khalid, corresponsal de NPR en la Casa Blanca, en una entrevista realizada el 20 de abrill.
Zients dijo que los republicanos son irresponsables por «atar dos cosas que nunca deberían estar atadas», refiriéndose al límite de la deuda y a los debates sobre el presupuesto.
El funcionario de la Casa Blanca hizo estas declaraciones después de que el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, diera a conocer un marco legislativo que elevaría el límite de la deuda durante un año, mientras que recortaría el gasto a niveles de 2022.
«En términos generales, [el] impacto es realmente malo», dijo Zients. «La Casa Blanca calcula que el gasto discrecional no relacionado con la defensa se reduciría en un 22%», dijo al describir la propuesta de McCarthy.
Techo de deuda en un callejón sin salida
McCarthy ha estado pidiendo que la Casa Blanca negocie con los republicanos del Congreso para evitar el impago de la deuda, lo que podría ocurrir a principios de verano a menos que haya un acuerdo para elevar el límite.
El impacto de un impago del gobierno de Estados Unidos enviaría ondas de choque en la economía mundial.
Zients afirmó que el peligro de una «política de riesgo» tendría «importantes repercusiones en la economía y en las familias de todo el país, y nosotros no vamos a volver a hacerlo».
«Yo pienso que la rampa de salida está muy clara. Es la misma rampa de salida que se tomó sin drama (…) cuando el presidente Trump estaba en la Casa Blanca, sacar el default de la mesa, como lo hemos hecho cada vez».
«No jueguen con la plena fe y crédito de Estados Unidos. Esto no algo inaceptable. No está sujeto a negociación, y luego que se tenga la discusión separada en torno a las diferentes visiones para el futuro del país y los presupuestos».
El jefe de gabinete dijo que Biden volvería a oponerse a los republicanos del Congreso basándose en la experiencia de 2011, cuando Biden era vicepresidente durante el Gobierno de Obama, y se dio el último debate sobre el límite de deuda.
Khalid preguntó a Zients por qué la Administración estaba tan poco dispuesta a negociar con el Congreso sobre el techo de deuda, ya que la Casa Blanca de Obama sí negoció con los republicanos de la Cámara de Representantes sobre recortes de gastos en 2011, cuando las propuestas sobre el límite de deuda estaban sobre la mesa.
Zients explicó que los tiempos eran diferentes, diciendo que «si nos remontamos a una década atrás, creo que la lección aprendida fue que jugar al brinkmanship con la plena fe y el crédito de Estados Unidos de nuestro país y acercarse a un período de impago tuvo importantes repercusiones en la economía, en las familias de todo el país y no vamos a hacer eso de nuevo».
La Casa Blanca se niega a negociar
Zients eludió la pregunta de si la Casa Blanca hablaría con McCarthy ahora que el presidente del Congreso había expuesto su plan.
Ambas partes acordaron reanudar las conversaciones sobre el techo de la deuda después de que presentaran sus marcos presupuestarios.
Biden dio a conocer su propuesta presupuestaria el 9 de marzo, después de que McCarthy presentara la suya el 1 de febrero.
«Estoy dispuesto a reunirme con el presidente del Congreso mañana mismo, si tiene su presupuesto», dijo Biden, añadiendo: «Póngalo en la mesa. Díganme qué es lo que ustedes quieren hacer. Yo le mostraré lo que quiero hacer. A ver en qué podemos ponernos de acuerdo».
El presidente no ha cumplido su promesa de reunirse con el presidente de la Cámara de Representantes desde entonces, a pesar de su mutuo acuerdo.
Biden atacó el plan de McCarthy en un discurso el 13 de abril, describiendo que tiene «recortes masivos en programas con los que uno cuenta, beneficios masivos protegidos para los que están arriba», e indicó que significaría grandes recortes a la financiación de «cuidado infantil, asistencia gubernamental para la vivienda, tratamiento de opioides y cupones de alimentos».
«Quitemos el default de la mesa, y tengamos una conversación realmente seria y detallada sobre cómo hacer crecer la economía, bajar los costos y reducir el déficit», exigió Biden.
Los representantes republicanos, presididos por McCarthy, tienen una escasa mayoría, por lo que su control es tenue, pero si el presidente de la Cámara puede mantener a su grupo en línea, podría presionar al Senado, controlado por los demócratas, y a la Casa Blanca, para negociar más en sus términos.
Fondo de ayuda para la pandemia
El funcionario de la Casa Blanca también dijo a NPR que la administración se opone al plan de McCarthy de recuperar los fondos de ayuda para la pandemia no gastados como parte de su paquete de reforma fiscal a cambio de elevar el techo de la deuda.
Zients, quien fue coordinador de la respuesta a COVID de Biden, antes de convertirse en jefe de gabinete, dijo que no era «algo prudente ni justo».
El dinero de ayuda incluye «financiación para ayudar a transportar a los estadounidenses mayores, a los discapacitados que viven en comunidades rurales», afirmó el funcionario.
“Es una noción falsa que hay una gran cantidad de fondos de ayuda de COVID no gastados que pueden recuperarse sin dolor”, dijo Zients.
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