La Casa Blanca respondió a las amenazas de un alto funcionario comunista chino que exigió que Estados Unidos deje de considerar a China una amenaza geopolítica o se enfrentará a las consecuencias.
La administración Biden no busca conflictos con el régimen comunista de China, según el Coordinador del Consejo de Seguridad Nacional para las Comunicaciones Estratégicas, John Kirby.
«Buscamos una competencia estratégica con China», dijo Kirby durante una llamada de prensa hecha el 7 de marzo. «No buscamos un conflicto».
«No hay nada en nuestro enfoque sobre esta relación bilateral de máxima trascendencia que le haga pensar a alguien que queremos un conflicto».
El Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna a China como un partido único, ha adoptado una postura cada vez más beligerante hacia Estados Unidos desde que el secretario general de PCCh Xi Jinping llegó al poder en 2012.
Kirby reiteró que Estados Unidos está dedicado a administrar la competencia entre los dos poderes de manera responsable.
«Todo lo que estamos haciendo está en consonancia con la guía del presidente de que nuestro objetivo es competir, y nuestro objetivo es ganar esa competencia con China, pero queremos mantenerla en ese nivel», dijo Kirby.
Sus comentarios se producen tras una serie de declaraciones incendiarias realizadas por el ministro de Asuntos Exteriores del PCCh, Qin Gang, a primera hora del día.
Qin respondió a preguntas preparadas de antemano en una conferencia celebrada al margen de una reunión anual del régimen en Beijing. Durante la sesión, Qin acusó a Estados Unidos de reprimir a China y amenazó con que la actitud «distorsionada» de Estados Unidos desembocaría en «conflicto y confrontación».
Qin agregó además que «ninguna cantidad de barandillas» podría detener un «conflicto catastrófico» si Estados Unidos continúa considerando al régimen como su «rival principal».
Los comentarios parecen estar alineados con el análisis de expertos que sugiere que el liderazgo del PCCh cree cada vez más en su propia propaganda, y puede considerar una guerra con Estados Unidos como inevitable a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para disuadir este curso de eventos.
En las últimas semanas, el Congreso ha intensificado acciones para contrarrestar una variedad de amenazas planteadas por la agresión del PCCh, que se ha convertido en un área extraña de consenso bipartidista.
La Casa Blanca reiteró el martes que ninguna de sus políticas hacia Beijing había cambiado y que continuaría buscando relaciones pacíficas, aunque tensas, entre los dos poderes.
«El enfoque del presidente hacia China no ha cambiado», dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante una conferencia de prensa del 7 de marzo. «Hemos sido muy claros, no buscamos conflictos y no queremos conflictos».
«Lo que buscamos es competencia. Hemos sido muy claros al respecto estos dos últimos años».
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