La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) hizo público el número de encuentros fronterizos relacionados con el terrorismo en los últimos años fiscales, por primera vez desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo. Esto se produjo bajo la creciente presión de los republicanos.
Estas personas, de las que se sabe o se «sospecha razonablemente» que han estado implicadas en el terrorismo, forman parte de una lista federal de vigilancia terrorista identificada en la Base de Datos de Detección de Terroristas (TSDB, por sus siglas en inglés) del FBI. El gobierno de Biden se había negado anteriormente a revelar públicamente las actualizaciones de los encuentros con individuos de la TSDB en la frontera, alegando que se trataba de una cuestión «sensible para el cumplimiento de la ley».
Aunque la reciente publicación estadística no cuenta a los que evadieron a los agentes de la Patrulla Fronteriza, la última actualización indica un aumento de los encuentros en la frontera relacionados con sospechosos de terrorismo.
Muestra que los encuentros con personas que forman parte de la TSDB en los puertos de entrada por la Oficina de Operaciones de Campo de CBP alcanzaron un máximo en el año fiscal 2019 del gobierno federal en 538 y cayeron en los dos años siguientes a 157 en el año fiscal 2021.
Sin embargo, el actual año fiscal, que finaliza el 30 de septiembre, va a superar la cifra de 2021, registrando hasta ahora 131 encuentros, incluyendo 96 en la frontera norte y 35 en la frontera sur.
La Patrulla Fronteriza de EE. UU. también ha registrado un mayor número de encuentros durante las patrullas en las fronteras norte y sur en los dos últimos años fiscales. Se han producido 27 encuentros en el año fiscal 2022 —todos en la frontera sur— en comparación con los números de un solo dígito de los años entre 2017 y 2020.
El porcentaje de encuentros totales en el año fiscal actual se ha duplicado con creces en comparación con el año anterior.
Los republicanos han solicitado en repetidas ocasiones al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) que revele los datos completos de los inmigrantes ilegales encontrados en la frontera.
El congresista Chip Roy (R-Texas) y sus 19 colegas criticaron en una carta abierta del 14 de abril la falta de transparencia del DHS, que presuntamente no proporcionó datos detallados y completos sobre la aplicación de la ley de inmigración.
«En el año fiscal 21, el DHS vio más migrantes ilegales cruzar la frontera sur que en cualquier otro año en la historia del DHS, lo que podría crear una mayor carga para el DHS y el pueblo estadounidense que en cualquier momento de la historia», concluye la carta.
En una carta enviada en marzo al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, los republicanos de los Comités de Supervisión y de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes pidieron que se hiciera público el número de encuentros con individuos de la TSDB.
«El pueblo estadounidense merece conocer esta información y la realidad de la situación de seguridad a la que nos enfrentamos en nuestras fronteras rotas, especialmente en los casos en los que los terroristas intentan entrar en nuestro país», dijeron los representantes James Comer (R-Ky.) and John Katko (R-N.Y.), en la carta.
A principios de este año, el representante August Pfluger presentó una ley para obligar al DHS a publicar mensualmente el número de terroristas conocidos y sospechosos que intentan entrar en el país.
Una presentación judicial del 15 de abril muestra más de 221,000 encuentros con migrantes en la frontera sur solo en marzo, lo que la convierte en la cifra más alta en dos décadas.
El 28 de abril, Mayorkas dijo a los miembros del Congreso que hubo más de 389,000 «fugas» en la frontera entre Estados Unidos y México durante el año fiscal 2021. Más tarde, el 4 de mayo, dijo que algunos de los 42 inmigrantes ilegales que fueron detenidos por agentes fronterizos estadounidenses e identificados como presuntos terroristas entre el 20 de enero de 2021 y marzo de 2022, podrían haber sido liberados en Estados Unidos.
Todo ello se produce cuando el gobierno de Biden pretende suspender en mayo el Título 42, una política utilizada bajo el mandato del expresidente Donald Trump que hasta ahora ha expulsado a más de 1.7 millones de inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México debido a la pandemia del COVID-19. La medida ha alimentado los temores bipartidistas de que se produzca un tráfico de migrantes sin precedentes en la ya desbordada frontera.
El 27 de abril, un tribunal federal bloqueó temporalmente la próxima suspensión, hasta que se puedan considerar los argumentos para un requerimiento judicial formal.
Según los reportes, el gobierno de Biden ha estado planeando escenarios en los que podría haber hasta 18,000 cruces de la frontera al día.
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