La cocaína no fue la única droga que el Servicio Secreto de Estados Unidos descubrió en la Casa Blanca. Un portavoz de la agencia afirmó que en 2022 se descubrió marihuana en el edificio en dos ocasiones.
«Según la División Uniformada del Servicio Secreto, se encontraron pequeñas cantidades de marihuana en dos ocasiones en 2022 (en junio y septiembre)», confirmó a The Epoch Times un portavoz del Servicio Secreto de Estados Unidos (USSS).
«Nadie fue arrestado en estos incidentes porque el peso de la marihuana confiscada no alcanzó el umbral legal para cargos federales o cargos penales por delitos menores de DC, ya que el Distrito de Columbia había despenalizado la posesión. La marihuana fue recogida por los agentes y destruida», agregó el portavoz.
Según la ley federal, la posesión de cualquier cantidad de marihuana, incluso para uso personal, es un delito menor de clase A que conlleva una pena de hasta un año de cárcel o una multa de 1000 dólares.
La revelación de que se había encontrado marihuana en la Casa Blanca se produjo después de que hallazgos anteriores revelaran que se había descubierto cocaína en un ala de alta seguridad del edificio.
El 5 de julio, el USSS reveló que los agentes habían descubierto una sustancia blanca en polvo en la Casa Blanca.
En un primer momento, se identificó como un «objeto desconocido», lo que provocó una breve evacuación.
El USSS reveló más tarde que una investigación de la sustancia había confirmado que se trataba de cocaína.
Inicialmente, se informó de que la droga había sido descubierta en el ala de relativamente baja seguridad de la Casa Blanca; sin embargo, desde entonces se ha revelado que en realidad fue descubierta cerca de la Entrada Ejecutiva Oeste, una zona con medidas de seguridad sustancialmente más fuertes.
«Cierran la investigación por falta de pruebas»
En una declaración del 13 de julio, el USSS anunció que había terminado la investigación sobre la cocaína sin llegar a ninguna conclusión sobre el origen de la droga.
«La sustancia y el envase se sometieron a más pruebas forenses», dice la declaración, afirmando que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) había llevado a cabo análisis de sustancias, huellas dactilares y ADN en el polvo «dada su experiencia en esta área y su independencia de la investigación».
Mientras tanto, según el USSS, la agencia llevó a cabo una «revisión metódica de los sistemas y protocolos de seguridad», incluido «un examen retrospectivo que abarcó varios días antes del descubrimiento de la sustancia y elaboró un índice de varios cientos de individuos que podrían haber accedido a la zona donde se encontró la sustancia».
Este trabajo dio como resultado un «conjunto de personas conocidas para la comparación de pruebas forenses», dijo la agencia.
Pero informaron de que los análisis del FBI de la sustancia y el envoltorio «no revelaron huellas dactilares latentes y no había suficiente ADN para las comparaciones de la investigación». Por lo tanto, el Servicio Secreto no puede comparar las pruebas con el conjunto conocido de individuos».
Tampoco se descubrió ninguna grabación de vigilancia que condujera a pistas de investigación sustanciales, dijo la agencia.
«Sin pruebas físicas, la investigación no podrá señalar a una persona de interés entre los cientos de individuos que pasaron por el vestíbulo donde se descubrió la cocaína», dice la declaración. «En este momento, la investigación del Servicio Secreto está cerrada debido a la falta de pruebas físicas».
No es probable una investigación del Congreso
Tras una reunión a puerta cerrada en el Centro de Información Confidencial de la Cámara de Representantes, la congresista republicana Nancy Mace dijo que no creía probable que el Congreso investigue el asunto.
«No creo que [la investigación] avance de ninguna manera después de esto», dijo Mace.
A la pregunta de si podría ser examinado por el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes, Mace respondió: «Yo no lo creo. Estamos muy ocupados con otras investigaciones y no creo que esto forme parte de ellas».
Varios legisladores respondieron al cierre de la investigación con frustración.
El senador Chuck Grassley (R-Iowa) dijo que estaba «muy decepcionado con el Servicio Secreto».
El senador Ron Johnson (R-Wis.), un abierto crítico de la administración Biden que la ha acusado de partidismo contra los conservadores, calificó el anuncio de «más que increíble» en comentarios a The Epoch Times.
«Nos han dicho que no saben quién es», declaró el representante Tim Burchett (R-Tenn.) a los periodistas en el Capitolio.
Según el Sr. Burchett dijo que es «falso» que el Servicio Secreto no sea capaz de identificar a un sospechoso, teniendo en cuenta toda la tecnología de seguridad desplegada en la Casa Blanca y el hecho de que los visitantes son sometidos a un control bastante estricto.
«Esto es un completo fracaso», agregó el representante. «Esta cosa es ridícula».
«Esta es una distracción bastante buena. A mucha gente le molesta esto», añadió el congresista. «Creo que ahora mismo ellos se están burlando de la opinión pública estadounidense, como tiene por costumbre hacer esta administración».
Con la colaboración de Tom Ozimek
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