La Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF por sus siglas en inglés) emitió una declaración el 5 de agosto, solicitando a Beijing a liberar a Hu Shigen, un líder de la iglesia clandestina china y defensor de la libertad religiosa que se encuentra encarcelado.
“Hu Shigen simplemente pidió al gobierno chino que le permita a los cristianos practicar sus creencias religiosas sin interferencias. Es hora de que China retire los injustos cargos contra Hu y lo libere”, dijo el Comisionado de la USCIRF, Gary Bauer, en un comunicado de prensa.
USCIRF es una entidad bipartidista del gobierno federal creada por el Congreso de Estados Unidos para monitorear, analizar e informar sobre las amenazas a la libertad religiosa en todo el mundo.
Hu fue arrestado durante una masiva represión en julio de 2015 contra los abogados y activistas de derechos humanos en toda China, comúnmente conocida como el incidente 709. También fueron detenidos destacados abogados como Wang Quanzhang y Wang Yu.
El 3 de agosto de 2016, Hu fue juzgado en el Segundo Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Tianjin y condenado por “dañar la seguridad nacional y perjudicar la estabilidad social”. Luego fue condenado a 7,5 años de prisión.
Anteriormente, Hu fue sentenciado a 20 años de prisión en 1992 por su participación en la fundación del Partido Democrático Libre de China y el Sindicato Libre de China. En ese momento, las autoridades chinas lo acusaron de “organizar y dirigir un grupo contrarrevolucionario” y de “propaganda e incitación contrarrevolucionaria”.
Fue puesto en libertad en 2008, después de 16 años de prisión donde fue torturado, según el sitio web de la USCIRF. Después de su encarcelamiento, Hu se convirtió en el líder de varias iglesias clandestinas.
Las casas de culto cristianas que no están autorizadas por el Partido Comunista Chino suelen ser objeto de represión.
“La persecución de China a las casas-iglesias cristianas es una mancha en su reputación internacional”, declaró Bauer.
Y añadió: “Puede que China se esfuerce por ser una potencia económica líder, pero el mundo no puede olvidar el trato deplorable que el gobierno da a los creyentes religiosos y a los defensores pacíficos dentro de sus fronteras”.
En noviembre de 2016, la familia de Hu pudo verlo por primera vez en la prisión Changtai de Tianjin. Según los Defensores de los Derechos Humanos Chinos, su salud empeoró durante su encarcelamiento. Su familia solicitó su libertad condicional por cuestiones de salud. La solicitud nunca fue aprobada por las autoridades chinas.
En enero de 2018, Hu fue trasladado al hospital de la prisión debido a una enfermedad coronaria. Ese mismo mes, su familia volvió a solicitar su liberación por razones médicas, pero la solicitud no fue aprobada.
La hermana mayor de Hu lo visitó en el hospital en noviembre de 2018 y se enteró de que había estado recluido continuamente en el ala hospitalaria de la prisión.
El caso de Hu está incluido en el informe anual 2019 de la USCIRF sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo.
La USCIRF había instado al Departamento de Estado de Estados Unidos a designar a China como un “país de especial preocupación” por las “sistemáticas, continuas y atroces violaciones a la libertad religiosa” por parte de Beijing.
El Departamento de Estado realizó tal designación a partir de 1999.
La sección del informe sobre China documenta abusos contra cristianos, musulmanes uigures, budistas tibetanos y practicantes de Falun Dafa, entre otros. Falun Dafa es una práctica espiritual con enseñanzas morales y ejercicios de meditación que es objeto de persecución en toda China desde julio de 1999, con decenas de miles de personas siendo arrojadas a prisión, centros de lavado de cerebro y campos de trabajo.
“El gobierno chino parece estar en guerra con todas las religiones, con cualquier ciudadano chino que busque a Dios, que trate de encontrar el significado de la vida, de lo que es la vida o de adorar como mejor les parezca”, dijo Bauer en una entrevista en mayo con el programa de entrevistas online ‘American Thought Leaders’ de La Gran Época.
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